Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Eduardo
Paz Rada
Mientras
los potenciales candidatos presidenciales de oposición, los ex Vicepresidentes
Carlos Mesa y Jorge Quiroga, el ex Ministro Samuel Doria Medina y el actual
Gobernador de Santa Cruz Rubén Costas, se han lanzado en una fuerte campaña de
crítica al gobierno de Evo Morales; el partido del actual mandatario, el
Movimiento Al Socialismo (MAS), y los Movimientos Populares y Sindicales han
proclamado la candidatura del Jefe de Estado valorando las transformaciones
económicas, sociales, culturales, políticas y diplomáticas de los últimos doce
años.
Morales,
en su informe anual del 22 de enero, presentó un panorama de importantes
cambios estructurales producidos durante su gestión a partir de la
nacionalización de los hidrocarburos, la recuperación de empresas estatales, la
redistribución social de la riqueza, la aprobación de una nueva Constitución
Plurinacional, la participación mayoritaria de mujeres, indígenas y jóvenes en
las instancias de gobierno, la construcción de infraestructura caminera que
integra todo el país, la unidad nacional en la demanda de una salida al mar y
la defensa de la soberanía y dignidad de Bolivia.
Al
iniciar el año 2018, previo al de las elecciones nacionales de diciembre de
2019, se han marcado ya las tendencias políticas, sociales y electorales que
estarán disputando la conducción democrática del país, tomando en cuenta que
los enfrentamientos y la polarización comenzaron a finales del pasado año con
dos hechos importantes: la decisión del Tribunal Constitucional de habilitar la
candidatura para la reelección de Evo Morales, por una parte, y la fuerte
movilización de sectores sociales en contra del Sistema del Código Penal con el
respaldo de las fuerzas opositoras, por otra.
Fuerzas
en apronte
De
esta manera, prácticamente se han adelantado las campañas electorales bajo la
consigna opositora de desgastar y debilitar al gobierno sobre la base de la
generación de conflictos sociales, sectoriales, regionales o gremiales por
demandas específicas como fue el caso del conflicto médico en contra de un
artículo del nuevo sistema penal que consideraba el tema de la negligencia
médica y provocó la adhesión de varios sectores, organizaciones denominadas
ciudadanas y partidos conservadores que ampliaron las observaciones a la norma
legal. Esta situación obligó al gobierno a abrogarla e iniciar un nuevo proceso
de consulta.
El
factor articulador de estas acciones, tradicionalmente diferenciadas, se ha
trasladado a los medios de comunicación y a las redes sociales que adquieren
mayor impacto en la población de los sectores medios y jóvenes más vinculados
al consumo de los mismos; de esta manera con argumentos mentirosos en unos
casos, y rumores y medias verdades en otros, se amplifican en radioemisoras,
canales de televisión, agencias de noticias y periódicos provocando un alto
impacto informativo y de expectativa en la población.
Por
otra parte, la controversia en torno a la legalidad de la nueva candidatura de
Evo Morales ha sido planteada en términos de que el referendo de consulta al
respecto, realizado el 21 de febrero de 2016, tuvo un resultado de rechazo a la
misma con un porcentaje de 51.3% en medio de una campaña de desprestigio y
mentiras en torno al Presidente, campaña conducida por funcionarios de la
Embajada de Estados Unidos, redes virtuales, medios de comunicación y oposición
que fueron denominadas el “cartel de la mentira”.
Esta
modalidad de acción ha sido aplicada en varios países de la región bajo el
mismo formato: rumores, escándalo y denuncian sin fundamento lanzadas a pocos
días de las elecciones. Al respecto, los movimientos sociales, el MAS y el
gobierno no han podido contrarrestar este aparato mediático y de influencia en
la opinión pública, quedando Evo Morales es una situación de objetivo central
de la campaña opositora.
Movilización
popular y debate político
Esta
situación, al parecer, tiende a ser enfrentada por el partido de gobierno y las
autoridades con una mayor información y debate político con los sindicatos,
movimientos populares, campesinos y urbano populares de acuerdo a la
declaración realizada por el nuevo Ministro de la Presidencia, Alfredo Rada,
quien definió que las dos tareas prioritarias serán la lucha intransigente
contra la corrupción y la organización de debates políticos, capacitación e
información en el campo popular.
A
su vez el gobierno ha desarrollado una campaña de información en torno a los
logros conseguidos en estos doce años: la reducción de la pobreza y la extrema
pobreza en 20%, el crecimiento económico del PIB con tasas promedio de 5%, la elevación
anual de los salarios y del salario mínimo, la reducción del desempleo, la
reducción de las brechas entre los más ricos y los más pobres, el control de la
inflación, las millonarias ganancias conseguidas por los sectores privados de
la banca y las finanzas, la minería, los hidrocarburos, la agroindustria y el
comercio y la recuperación de la soberanía y dignidad de Bolivia y los
bolivianos.
Asimismo,
a diferencia de la oposición, ha planteado un programa estratégico Agenda
Patriótica 2025 para conseguir la eliminación de la pobreza extrema y la
conquista de soberanía en los campos económico, político, cultural, financiero,
tecnológico, ambiental, entre otros. Y, en su último mensaje, Morales ha
marcado las prioridades de este periodo: Industrialización, empleo y
calificación técnica especialmente para los jóvenes, salud universal, educación
de mayor calidad y transformación de la justicia.
Antecedentes
y perspectivas electorales
En
términos de las perspectivas electorales se tienen los antecedentes de los
triunfos de Morales con porcentajes de votos de 53% en 2005, 64% en 2009 y 61%
en 2014 que llevó a plantear que ya se había conseguido una hegemonía social y
político-cultural consolidada, sin embargo la nueva coyuntura es más compleja
debido al papel de los medios de comunicación y las redes, por una parte, y la
emergencia de algunos sectores medios con marcada tendencia conservadora, por
otra, lo que requiere de un análisis de la dinámica de los factores que marcan
las tendencias hegemónicas.
Actualmente
el panorama se presenta de la siguiente manera: Samuel Doria Medina ha
conseguido en las elecciones de 2014 el 24% de votos, tiene una bancada
parlamentaria, la administración del Municipio de El Alto y ha desarrollado un
trabajo político y social en diversos sectores sociales; Ruben Costas tiene
respaldo regional en Santa Cruz, encabeza la Gobernación de ese Departamento y
cuenta con el apoyo del Municipio de Cochabamba; Jorge Quiroga si bien ha
conseguido parlamentarios en las últimas elecciones, ha perdido la sigla
partidaria y está muy relegado; Carlos Mesa genera mucha expectativa, sin
embargo no cuenta con un partido y niega su candidatura, aunque sus asesores
realizan intensas actividades de promoción y organización.
En
un segundo plano se encuentran el Gobernador de La Paz, Felix Patzi, ex
Ministro del actual gobierno, con su propuesta del “tercer sistema” con
respaldo en la región occidental del país; y Luis Revilla, Alcalde de La Paz,
quien se encuentra en campaña para conseguir firmas que le permitan el
reconocimiento como fuerza política nacional.
Desde
la izquierda, Evo Morales cuenta con respaldo nacional a través del MAS, los
movimientos sociales agrupados en el Pacto de Unidad y la Coordinadora Nacional
por el Cambio (CONALCAM), que integran a campesinos, mujeres campesinas e
indígenas, cocaleros, colonizadores (interculturales), indígenas del oriente y
occidente del país, los sindicatos afiliados a la Central Obrera Boliviana
(COB), organizaciones vecinales y otras del campo popular.
Eduardo
Paz Rada. Sociólogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publicaciones de
Bolivia y América Latina.
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y Twitter: @escuelanfp
Buen análisis, pero me gustaría algo más imparcial. Además no podemos discutir por los resultados de referéndum, no importa como se obtuvo los resultados, perdió el gobierno y ya, y eso se debe respetar. (perdón por mi falta de sintaxis)
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