Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
La decisión
de no otorgar el segundo aguinaldo va a tener consecuencias económicas y
políticas. En lo económico ocasionará que este fin de año haya menos
circulante, con lo que las actividades comerciales y de servicios serán
duramente afectadas. Muchos internadores comerciales que hicieron compras de
mercadería o gente que encargó determinados productos, confiados en que
venderían este año lo mismo que el año pasado, no podrán recuperar su
inversión, lo que afectará a toda la cadena comercial, tanto a los que operan al
mayoreo como a los que venden al detalle. Esta caída en el movimiento comercial
afectará también la venta de servicios y repercutirá en los siguientes meses en
el sector productivo, con lo que se va a dar un efecto de contracción de la
economía boliviana. Esto no dice Arce Catacora, el ministro que está llevando
al gobierno a cometer varias equivocaciones.
¿Y qué
pasará con los trabajadores que habían confiado en las palabras del propio Arce
que hace unos meses aseguraba que habría doble aguinaldo? ¿Cree el
vicepresidente García Linera que los obreros se van a creer el argumento de que
“estamos cuidando la estabilidad laboral”? No es la primera vez que el
vicepresidente repite las razones de los empresarios privados y se alinea con
ellos. Recuerdo que fue artífice de los acuerdos de abril de 2015 con los
latifundistas de la Cámara Agropecuaria del Oriente. No me olvido que en julio
de ese mismo año, fue hasta San Cristóbal en Potosí para dar garantías a los
ejecutivos japoneses de la transnacional Sumitomo Corporation, de que el
gobierno no nacionalizaría esa portentosa mina. Actúa así porque el
vicepresidente, conforme a la teoría de que nuestra economía debe atravesar por
una fase de “capitalismo andino” que planteó ya el año 2005, cree que la
burguesía y los inversores externos (a los que se refiere con el eufemismo:
“sujetos productivos”) pueden cumplir un rol positivo dentro del proceso de
cambio. Ahí está la gran diferencia que con él tenemos los que planteamos una
orientación consecuentemente antimperialista, por tanto anticapitalista, al
proceso.
No otorgar
el segundo aguinaldo tendrá el efecto político de que los trabajadores y la
clase media se van a distanciar del gobierno. Y no es poca gente: estamos
hablando de 2 millones de asalariados del sector público y privado, que sumados
a sus familias hacen por lo menos 5 millones de personas.
Al interior
de los sindicatos se van a fortalecer las tendencias opositoras que plantean el
discurso de la “independencia de clase”, vale decir la ruptura de la clase
obrera con el gobierno y el proceso. Ya mismo, en la mentalidad de los obreros
de base, debe estar dando vueltas el siguiente razonamiento: si este gobierno
hace lo que piden los patrones, entonces no es un gobierno de los trabajadores.
¿No se evaluó esto? Es un daño político enorme que le hacen a nuestro proceso
las decisiones económicas que se están tomando.
Decisiones
que se basan, según nos dicen, en las cifras del Instituto Nacional de
Estadística, que dijo que el crecimiento había sido del 4,43% del PIB. Vale
decir que por el 0,08% (lo que faltaría para el 4,51%) se corre el riesgo de
dilapidar el respaldo de la base social del proceso. Y eso que causa
desconfianza el informe del INE, dirigido por José Luis Pereira, un mirista
neoliberal que logró, quién sabe cómo, reciclarse en la gestión actual.
¿Quiénes
aplauden la decisión de no pagar el segundo aguinaldo? Empresarios de todos los
sectores, que sumarán a sus ganancias las previsiones que debieron hacer para
el pago del beneficio laboral y que ahora no tendrán que pagar. Aplauden los
analistas económicos de derecha (Gonzalo Chávez, Alberto Bonadona, Alejandro
Mercado) que elogian la “responsabilidad” y la “racionalidad” del gobierno.
Aplauden todos los grandes medios de comunicación privados, que están
controlados también por empresarios. Aplaude la derecha (Doria Medina, Tuto
Quiroga, Rubén Costas) que aprovecha el momento para decir que la suspensión
del doble aguinaldo es una muestra de que estamos en crisis económica. Ojalá
que algunos dentro del gobierno no se estén engañando pensando que lo hicieron
muy bien y que pocos cuestionarán una supuesta decisión “técnica”. En este caso
lo técnico es también político pues el gobierno terminó coincidiendo con los
patrones. Esto es lo que importa, lo que queda en la conciencia del pueblo y
seguramente se reflejará en una caída del apoyo ciudadano a la gestión
gubernamental.
Alguna vez
alguien dijo que había que fijarse con quién coincides y quién te elogia para
saber dónde estás parado. Si la burguesía te aplaude y los trabajadores te
repudian, quiere decir que las cosas no están yendo como deberían ir, quiere
decir que se está perdiendo el rumbo revolucionario. Quiere decir que las
tendencias procapitalistas están tomando cada vez más fuerza dentro del proceso
y del propio gobierno. Aprendamos de lo que pasó en Brasil con Dilma Roussef,
las concesiones a la burguesía y a los grandes capitales, hicieron que el
gobierno fuera perdiendo base social popular, hasta que la derecha (dentro y
fuera del gobierno) le dio el golpe congresal.
Los
revolucionarios no podemos permitir que en Bolivia ocurra lo mismo que en
Brasil, no podemos dejar que se adueñen de nuestro proceso las tendencias
conservadoras. Criticar el error cometido con la suspensión del doble aguinaldo
es una forma de defender al proceso y al propio Evo Morales.Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
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