Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Taller
de estudio de El Capital
Escuela
Nacional de Formación Política
El
fetiche es creado por la humanidad y este cobra vida escapando a las manos de
quienes la crearon. Por ello hoy su máxima expresión que es el dinero al igual
que el mercado parecen seres con vida, no es por eso raro que escuchemos en las
noticias frases como que: “el mercado estaba deprimido” o “que despertó bien”,
como si fuera un ser vivo.
La
lógica para entender cómo se crea el fetiche de la mercancía es que las
personas trabajan y producen mercancías para un mercado capitalista, no para
satisfacer necesidades de la gente, por tanto están condicionados a vender esa
mercancía para poder conseguir lo que necesitan en el mercado, las personas
terminan relacionándose a través de cosas y las cosas luego se ponen por encima
de quienes las trabajaron.
El
sistema capitalista funciona en un mercado que no controlamos porque la
producción es fragmentada y privada.
La
producción al interior de las comunidades no producen mercancía enajenada al
trabajador y convertida en fetiche. Se acerca más a un intercambio con valor de
uso, para sobrevivir.
Sin
embargo, aun la producción comunitaria está sometida al mercado capitalista,
por ejemplo, el campesino productor de papa llega al mercado, necesita vender
su papa para poder comprar pilas y otras cosas, termina produciendo para el
mercado y está obligado a realizar su papa como mercancía, caso contrario no
podrá obtener dinero (que es otra mercancía) y comprar otras mercancías que
necesita. En el capitalismo todo se nos presenta en forma de mercancía y estamos
condicionados a producir mercancías o vender nuestro trabajo como mercancía
para poder cambiarlas por las que necesitamos, por tanto las personas están
sometidas a las mercancías, se relacionan a través de objetos.
En
la medida que acabemos con el capitalismo, tendremos un trabajo orientado a la
planificación y a la realización del trabajo libre y asociado para producir lo
que una sociedad necesita.
En
la medida que se convierten las necesidades en derechos como el acceso a la
salud y a educación dejan de ser mercancías y no se convierten en fetiches.
En
nuestro proceso luchamos por consolidar derechos y evitar que caigan en manos
privadas como mercancías, es cierto que avanzamos en la educación sin embargo
necesitamos avanzar en otras necesidades del pueblo como el acceso a salud,
vivienda, alimentación y trabajo.
En
gobiernos anteriores se buscaba privatizar todo lo que estaba en manos del
Estado, como empresas e incluso servicios, eso obedece a la lógica capitalista que
busca cosificar todo, incluso la vida en desmedro de la población, esa es la
lógica capitalista tan defendida por el liberalismo y neoliberalismo.
Para
la construcción del Socialismo Comunitario, la presencia del Estado en la
economía debe buscar lograr el cumplimiento efectivo de los derechos del
pueblo, organizar la producción a la satisfacción de las necesidades de
crecimiento, desarrollo y bienestar de la población y como buscaba el Che, tenemos
que ver a las empresas como una sola, buscando que en balance general logre
desarrollo y crecimiento de la economía pero que no se busque ganancia en toda
presencia del Estado porque muchas de ellas deben estar enfocadas en la atención
del pueblo y no en la lógica de ganancia.
Los
cuadros políticos que deben llevar adelante esas tareas deben tener un alto
grado de conciencia social, formación política, técnica y científica. Solo así
podemos tener una clase revolucionaria.
Un
riesgo que nos muestra la experiencia de algunos procesos revolucionarios como
el caso de la Unión Soviética es la burocratización, que tergiversó el rol de
las empresas públicas que sirvieron para el engorde de esa burocracia. La
enajenación no se pierde aunque la empresa sea pública. Debe haber control
político sobre los técnicos, sobre la burocracia. ¿Quién manda la burocracia o
la dirección política del Proceso?
La
planificación es también parte del capitalismo en las grandes empresas, sin embargo
es una planificación aislada de las necesidades del pueblo, el objetivo que
ellos tienen es el control del mercado y no producir lo que la humanidad
necesita, por eso es una planificación aislada y desvinculada de las
necesidades del mundo.
En
Cuba el bloqueo económico de EE.UU. es la causa de las limitaciones y falta de
poder adquisitivo para poder comprar muchas cosas, pero allí hay salud,
educación, niños escolarizados. Ellos son un ejemplo de producir aún con
recursos limitados lo que el pueblo necesita y no caer en el fetiche del
capitalismo.
Tareas
para nuestro proceso
-Encaminar
los recursos del Estado a fortalecer la economía estatal y social comunitaria y
no la economía privada capitalista.
-Fortalecer
las expresiones de poder popular y a las organizaciones sociales frente a la
burocracia.
11
de noviembre de 2017
y Twitter: @escuelanfp
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