Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Pasqualina Curcio Curcio
La
URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo
occidental. No me estoy refiriendo a la amenaza militar; en realidad
esta no existía. Nuestros países están lo suficientemente bien
armados, incluyendo el armamento nuclear. Estoy hablando de la
amenaza económica. Gracias a la economía planificada y a
esa particular combinación de estímulos morales y materiales, la
Unión Soviética logró alcanzar altos indicadores económicos. El porcentaje
de crecimiento de su Producto Nacional Bruto es prácticamente el doble que
en nuestros países. Si añadimos a esto los enormes recursos
naturales de los que dispone la Unión, con una gestión racional
de la economía, son más que reales las posibilidades que tiene de
expulsarnos del mercado mundial… Por eso siempre hemos adoptado
medidas encaminadas a debilitar la economía de la Unión Soviética y a
crear allí dificultades económicas.
Margaret
Thatcher. Houston, Texas, 1991. [1]
Fue
en 1917, cuando obreros y campesinos, bajo el liderazgo de Vladimir Ilich
Uliánov, Lenin, iniciaron la Revolución Bolchevique. Casi 70 años después, el 8
de diciembre de 1991, los presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia,
suscribieron el Tratado de Belavezha, el cual marcó la disolución de la Unión
de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Innumerables
intelectuales e historiadores de la época, incluso aquellos que se reconocían
comunistas, se dieron a la tarea de recalcar que la Revolución Rusa fracasó,
otros simplemente callaron. Centenares de escritos fueron publicados acerca de
la “crisis de la URSS” y del fracaso del socialismo, lo que a su vez justificó
la Perestroika iniciada por Mijaíl Gorbachov en 1985, y la
transición a una economía de mercado promovida y consolidada por Boris Yeltsin
a partir de enero de 1992, luego de asumir la presidencia de Rusia.
Confundidos
por la situación económica que se vivía en la URSS desde mediados de los 80,
caracterizada por la escasez de alimentos, la cual se manifestaba en colas cada
vez más largas a las puertas de los establecimientos, los estudiosos, líderes y
decisores comenzaron a cuestionar el modelo socialista justificando la
necesidad imperiosa y urgente de un cambio y de una transición hacia un sistema
similar al de Occidente. Es así como ante la confusión de lo que ocurría, y
convencidos de que la causa era el fracaso del socialismo, Gorbarchov inició un
conjunto de transformaciones que apuntaron a la liberación de los mercados.
Se
preguntarían los intelectuales y líderes políticos de la época ¿por qué tardó
70 años en fracasar el modelo socialista? Se habrán paseado por la interrogante
de ¿por qué la Revolución sobrevivió a las dos guerra mundiales y no fue sino
hasta finales de los 80 cuando comienzan a manifestarse síntomas de una
supuesta crisis?, ¿habrán pensado en revisar los indicadores económicos y
sociales que les permitiesen afirmar y sustentar el discurso del fracaso del
modelo socialista y la necesidad de transitar hacia el libre mercado?, ¿les
habrá pasado por la mente que la Revolución Rusa podía estar siendo asediada y
boicoteada por el imperialismo?
Dos
semanas antes de la disolución de la URSS, la “Dama de Hierro” no solo
reconoció las bondades del modelo socialista al compararlo con el occidental,
sino que además confesó que tenían tiempo adelantando acciones para crearle
dificultades. Dijo Margaret Thatcher:
Por
desgracia y pese a todos nuestros esfuerzos, durante largo tiempo la situación
política en la URSS siguió siendo estable durante un largo periodo de tiempo.
Teníamos una situación complicada, sin embargo al poco tiempo nos llegó una
información sobre el pronto fallecimiento del líder soviético y la posibilidad
de la llegada al poder, con nuestra ayuda, de una persona gracias a la cual
podríamos realizar nuestras intenciones en esta esfera [debilitar la economía
de la Unión Soviética]…
…Esa
persona era Mijaíl Gorbachov, a quien nuestros expertos calificaban como una
persona imprudente, sugestionable y muy ambiciosa. Él tenía buenas relaciones
con la mayoría de la élite política soviética, y por eso su llegada al poder,
con nuestra ayuda, fue posible. [2]
El
escritor Serguei Kara-Murza, quien se ha dedicado a sistematizar y desmontar
con indicadores y gráficos el mito del fracaso de la Revolución Rusa, [3] afirmó
de manera tajante: “No hubo ninguna crisis económica en la URSS al
inicio de la Perestroika. Cualquiera puede ver esto en los anuarios
estadísticos”. [4]
Entre
1917 y 1991, la economía rusa registró un crecimiento continuo. La producción
medida en términos per cápita incrementó 378%. Los niveles más altos de
producción se registraron a finales de los años 80. Fue a partir de la
disolución de la URSS cuando comenzó a registrarse una disminución de la
producción. Entre 1991 y 1998, la economía rusa cayó 45%.
Cómo
explicar, entonces, la supuesta crisis económica de la década de los 80, cuando
durante esos años se registraron los mayores niveles de producción.
Mientras EE.UU. alcanzó
niveles de desempleo que ascendieron al 23% durante la Gran Depresión, en la
URSS se registraba pleno empleo, el cual se mantuvo hasta 1988.
La
inversión en la URSS a finales de la década de los 80 superó la de EE.UU., la
de Francia, Alemania y Gran Bretaña.
ÍNDICE
DE INVERSIÓN (1980=1) [5]
La
URSS creó por primera vez, el sistema de educación gratuito hasta el nivel
universitario. La tasa de analfabetismo en 1890, durante el zarismo, era 85%,
en 1917, cuando inició la Revolución Bolchevique, era 79%, en 1939 descendió a
19% y en 1959 llegó a 1%. Para el año 1969, la URSS era un país libre de
analfabetismo.
La Organización Mundial de la Salud, en un informe publicado el año 1963, concluyó:
…los
servicios sanitarios de la URSS, tanto preventivos como terapéuticos, están
gratuitamente a disposición de todos los ciudadanos sin distinciones económicas
o sociales. La labor de los sanitarios, tanto de los especialistas médicos más
calificados, como de los feldshers, llega a todos los hogares,
incluso a los de las localidades más remotas e incomunicadas. Naturalmente,
ello solo es posible en virtud del carácter estatal de la medicina soviética y,
aunque no se prohíbe la práctica privada, esta es tan restringida que no
influye perceptiblemente en la organización general de los servicios sanitarios
del país. [6]
La
esperanza de vida al nacer de los rusos aumentó durante la Revolución. Pasó de
40 años en 1920 a los niveles más altos (69,4 años) a finales de la década de
los 80. Al disolverse la URSS, se desplomó la esperanza de vida en Rusia. En
menos de 5 años pasó de 69,4 en 1988 a 64,4 años en 1994.
La
tasa más baja de mortalidad, para el caso de las mujeres, se registró durante
la década de los 80. En 1988 morían 110 mujeres por cada 1000. A partir de
1991, y en menos de 5 años, dicha tasa aumentó 62%.
Los
niveles más bajos de casos de tuberculosis se registraron durante la década de
los 80. A partir de 1990, una vez disuelta la URSS, se comenzó a evidenciar un
repunte.
Fue
Viktor Zhdanov, médico soviético, quien en 1958, siendo viceministro de Salud,
propuso a la Asamblea Nacional de la Organización Mundial de la Salud una
iniciativa global conjunta para erradicar la viruela. La propuesta fue aprobada
en 1959, lo que permitió que por primera vez se lograra erradicar una
enfermedad a nivel mundial mediante campañas de vacunación, en las que la URSS
jugó un papel protagónico.
El
consumo de alimentos por persona en la URSS, para el año 1980, era superior al
de EE.UU., a excepción de la carne. Adicionalmente, el consumo de alimentos per
cápita en la URSS durante el año 1989 fue mayor al compararlo con el de 1980.
CONSUMO
DE ALIMENTOS (Kg por persona al año) [7]
El consumo de alimentos del pueblo soviético era el más alto al compararlo con Europa, EE.UU. y España. Alcanzó en 1989 las 3.500 kilocalorías diarias por persona. Sin embargo, a partir de 1990 comenzó a descender. En 1991 se ubicó en 2.800 kilocalorías diarias, recordamos que la FAO establece como mínimo, para garantizar seguridad alimentaria, 2.780 kilocalorías.Mucho se dijo acerca del bajo consumo de carne de la población soviética. Al respecto, hay que recordar que por condiciones climatológicas los países de la URSS no son productores de carne bovina, debido a la falta de agua y de pasto para la alimentación del ganado. La URSS importaba 2 kilogramos de carne por persona al año, lo que equivalía al 1% de sus importaciones. Países como Alemania e Italia importaban 4 y 7 veces más de carne que la URSS. Adicionalmente, la importación de carne era más que compensada por la exportación de pescado, la cual ascendía a 20 kilogramos por persona al año.
Desde
el año 1906 y hasta 1990, la estatura promedio del soviético aumentó, pasó de
1,57 cm a 1,75 cm (1978). Para el año 2008 se registró una estatura menor a la
de la década de los 60, 1,67 cm.
Observando
el comportamiento de estos indicadores, muchos de ellos tomados de la
Organización de Naciones Unidas, del Banco Mundial y de la OECD, no podemos
concluir que el socialismo sea un modelo fracasado.
En
un informe preparado en diciembre de 1982 por Henry Rowen, presidente del
Consejo Nacional de la CIA, y publicado por el comité conjunto de economía del
Congreso de EE.UU., se lee: “la economía soviética es altamente
autosuficiente y está lejos de experimentar un colapso”. [8] Dicho
estudio también indicó que “la URSS experimentó un crecimiento económico
continuo y una mejoría en el nivel de vida de su población durante los últimos
treinta años”. Destaca el estudio la habilidad de la economía soviética para
mantener su viabilidad ante la ausencia de importaciones. Esa habilidad es
mucho mayor que la de la mayoría, y posiblemente todas, de las economías de
otros países industrializados. [9]
¿Cómo
explicar, entonces, que de manera repentina, a partir de 1985, el pueblo
soviético se viese sometido a largas colas para adquirir alimentos? ¿Cómo
explicar que intempestivamente, luego de 70 años de Revolución, se desatara una
supuesta crisis del socialismo?
La
respuesta no solo la hallamos en el discurso ofrecido por Margaret Thatcher aquel
diciembre de 1991. También lo confesó Mijaíl Gorbachov en un discurso que dio
el año 2000 en una universidad norteamericana en Turquía. Dijo Gorbachov:
El
objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo… mi esposa me apoyó
plenamente y lo entendió incluso antes que yo […] para lograrlo logré encontrar
compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y E. A. Shevardnadze…Aproveché
mi posición en el Partido y en el país, tuve que sustituir toda la dirección
del PCUS y de la URSS, así como la dirección de todos los países socialistas de
Europa. [10]
Recientemente,
la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que “el magnate
financiero George Soros y la CIA ayudaron a Gorbachov a proporcionar la
posterior disolución de la URSS”. Sobre ellos el analista y exempleado de la
Agencia de Seguridad Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario
George Soros proporcionó en 1987 cobertura económica al gobierno de Mijaíl
Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de Estudios
de Seguridad Este-Oeste, IEWSS, por sus siglas en inglés. [11]
Por
su parte, Valentina Rushnikova, economista y exempleada de la comisión
agroindustrial del Estado de la URSS, en un artículo publicado en 2011 afirmó:
En
1987 el volumen de producción de la industria alimentaria, en comparación con
los indicadores de 1980, había crecido en un 130%. En el sector cárnico ese
crecimiento ‒en comparación con 1980‒ había sido de un 135%, en el sector de lácteos fue de un 131%, en el de pescado de
un 132% y en el de derivados de la harina de un 123%. En ese mismo periodo de
tiempo, el crecimiento de la población fue de un 6,7%, mientras que el salario
medio en la economía creció de media un 19%. En consecuencia, la producción de
productos de alimentación en nuestro país iba muy por delante del incremento de
población y del poder adquisitivo.
Todas
las empresas de la industria alimentaria trabajaban a plena capacidad, estaban
garantizados los suministros de productos agrícolas y de otros tipos de
materias primas necesarios para su funcionamiento, así como la mano de obra.
Significa esto que el desarrollo de la industria alimentaria en modo alguno
pudo ser el causante de la escasez de género en las tiendas de
comestibles. [13]
Concluye
la economista:
Por
eso solo cabe hacer una deducción: la escasez fue generada de modo consciente,
artificial, pero no en la etapa de la producción, sino en la esfera de la
distribución. El objetivo era crear tensión social en el país. Por cierto, que
nuestra generación recuerda bien el programa “600 segundos”. En él, en 1990, se
mostraron reportajes bastante elocuentes de cómo se destruía embutido,
mantequilla, aceite y otros productos que ya eran deficitarios en ese momento.
En una de las publicaciones de la época, el entonces alcalde de Moscú y hoy
consejero del alcalde, Gabril Popov, reconocía esos casos en que se destruían
productos de alimentación con el objetivo de generar escasez en la ciudad. En
la prensa se informaba cómo se habían detenido al unísono, para ser
“reparadas”, todas las empresas que producían tabaco y detergente. [14]
Los
medios de comunicación desempeñaron un rol protagónico a finales de los 80.
Afirma Kara Murza:
Si
entre la población apareció alguna sensación de crisis, esto fue debido a
la insistente campaña de prensa y TV. Un ejemplo: el consumo de
leche y productos lácteos en 1989 fue en la URSS de 341 kg por persona (en
EE.UU. 260 Kg), pero un 44% respondió en la encuesta de percepción que
consumía, a su juicio, poco. Y donde más se prestó la población a la campaña
antisoviética, más amargada estaba la gente. En Armenia, donde los radicales le
dieron el primer golpe militar a la URSS, desatando la guerra criminal contra
los azeríes, el 62% estaba descontento de su consumo de leche, que en realidad
era de 480 kg por persona”.
Otro
fenómeno se dio en la URSS a finales de los años 80 y está relacionado con
la brecha, cada vez mayor, entre el tipo de cambio oficial y el que se marcaba
en los mercados ilegales. Para el año 1990, el tipo de cambio oficial era
1,68 rublos por dólar, mientras que en el mercado ilegal, este ascendía a 10
rublos por dólar. En abril de 1991, la tasa oficial del Banco del Estado era de
1,75 rublos por dólar, y la tasa del mercado ilegal era de 30 a 33 rublos, es
decir, 19 veces mayor. No solo se evidencia una brecha desproporcionada entre
ambas tasas, sino el aumento de 230% del tipo de cambio ilegal entre 1990 y
1991. Al respecto, Kara Murza, al referirse al manejo que los medios de
comunicación dieron a la situación de la URSS, afirma:
En
un número de 1990 El País dedicó todo un artículo al rublo
soviético, demostrando lo mala que era la economía de la URSS. Se dijo: “El
rublo ha perdido completamente su valor y se cambia en el mercado negro diez
rublos por un dólar”. Pero ¿por qué el valor se mide en el mercado negro en que
circulaban sumas míseras, microscópicas en relación con el tamaño de la
economía? Evidentemente, hay medidas absolutas, con que se comparan las
unidades de recursos independientes del lugar, el orden económico o la
ideología. Estas medidas expresan el valor de la moneda en el lugar donde esta
funciona. Sabía muy bien el corresponsal de El País estas
medidas y el volumen de rublos fluidos en cada una de estas vertientes. He aquí
algunas: 1 viaje en metro en Moscú valía 0,05 rublos, y en Nueva York, 1,5
dólares. Esto significa que la misma suma de recursos “absolutos” (maquinaria,
construcción, energía, mano de obra, etc.) necesarios para proporcionar 20
viajes en metro se pagaba por 1 rublo o por 30 dólares . Es decir, en términos
de transporte el valor de 1 rublo era equivalente al de 30 dólares [lo que
equivale a decir que 1 dólar equivale a 0,33 rublos]. En términos de pan, un
rublo valía lo mismo que 12 dólares. En comunicaciones (teléfono), unos 20
dólares, en término de medicinas, 30 dólares y en la compra de vivienda, 15
dólares. Este era el valor real del rublo como medio de pago de los bienes
básicos.
Cabe
preguntarse: ¿Hubo manipulación mediática del tipo de cambio en los mercados
ilegales? ¿Qué relación pudo haber tenido esta marcación con los niveles de
precios en la economía soviética de finales de los 80 e inicios de los 90, los
cuales registraron aumentos importantes durante ese período?
No
hubo tal fracaso del socialismo como sistema económico, social y político. No
es lo que muestran los indicadores. Por el contrario, el deterioro se observa a
partir de 1991, una vez liberados los mercados. En todo caso, de atribuirse un
fracaso a la Revolución Bolchevique, fue el no haberse blindado ante los
ataques y sabotajes por parte del imperialismo. El capitalismo, desde octubre
de 1917 se sintió amenazado, tal como lo confesó Margaret Thatcher, por un
modelo alternativo de igualdad y de justicia social, el cual mostró sus logros
durante 70 años de Revolución. El imperialismo, ante tamaña amenaza, actuó en
consecuencia.
Es
imperioso identificar y saber cómo funcionan los mecanismos que durante años ha
empleado el gran capital para sabotear los modelos de igualdad y de justicia
social. Entre ellos: 1) la alteración de los canales de distribución de bienes
esenciales que derivan en colas y en la proliferación de mercados ilegales; 2)
la alta dependencia a grandes monopolios productores, distribuidores e
importadores de bienes esenciales; 3) la manipulación del tipo de cambio en los
mercados ilegales que se traduce en incrementos inducidos y desproporcionados
de precios; y 4) así como los bloqueos comerciales, sean estos encubiertos,
como ocurrió en Chile (ya develado en los documentos desclasificados) o
formales como ha sido el bloqueo genocida contra el pueblo cubano.
Hoy,
y desde 1999, Venezuela es considerada una amenaza extraordinaria e inusual
para el imperialismo, no porque tengamos armas, sino por la voluntad de un
pueblo que decidió transitar hacia un modelo de justicia social e igualdad.
Hoy,
y desde 1999, los grandes capitales han puesto en práctica todos los mecanismos
para desestabilizar la economía venezolana: han acaparado alimentos,
distorsionado los canales de distribución de los bienes esenciales, manipulado
el tipo de cambio ilegal, inducido la inflación, bloqueado financieramente y
embargado comercialmente al país. Con el apoyo de los medios de comunicación y
en un discurso dominante han atribuido las consecuencias de estos actos
genocidas al fracaso del modelo revolucionario. Buscan con ello presionar y
justificar la transición hacia una economía de libre mercado.
No
nos dejemos confundir. No repitamos los errores.
Bibliografía
y notas:
[2]http://www.forocomunista.com/t26701-margaret-thatcher-explica-como-acabo-con-la-urss-discurso-de-1991-dado-en-houston-texas-usa
[3] Se
recomienda la lectura de uno de los trabajos de este autor El Libro Blanco, en
el cual demuestra mediante 300 gráficos que el modelo socialista de la URSS no
fracasó.
[4] Kara-Murza
Serguei. ¿Qué le ocurrió a la Unión Soviética? P: 6.
[5] Ibídem
[6] Organización
Mundial de la Salud. 1963. Los servicios sanitarios en la URSS. http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/41301/1/WHO_PHP_3_spa.pdf
[7] Kara
Murza Sergueid. ¿Qué ocurrió en la URSS?
[8] El
País. 1983. “La economía soviética es autosuficiente, afirma un estudio
realizado por la CIA”. https://elpais.com/diario/1983/01/10/internacional/411001206_850215.html
[9] Ibídem
[10] Costa
del Sol, 2017. “Arthur González: Se abre paso la verdad sobre la caída de la
URSS”. http://martianos.ning.com/profiles/blogs/se-abre-paso-la-verdad-sobre-la-ca-da-de-la-urss-por-arthur-gonz
[11] Ibídem
[12] La
escasez en la URSS se creó de un modo artificial. Valentina Rushnikova/ Pravda
/ Traducido del ruso por Josafat S. Comín. https://laradiodelsur.com.ve/2011/11/19/la-escasez-en-la-urss-se-creo-de-un-modo-artificial/ .
Artículo original en https://kprf.ru/rus_soc/99032.html
[13] Ibídem
[14] Ibídem
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