Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Eduardo Paz Rada
Los sindicatos de los trabajadores bolivianos y
su organización matriz, la Central Obrera Boliviana (COB), después de veinte
años de la arremetida neoliberal (1985-2005) que los puso en una situación
sumamente débil y crítica, tienen el desafío de asumir un papel protagónico en
el proceso político y económico del país con la finalidad de profundizar las
transformaciones revolucionarias y antiimperialistas ejecutadas hasta ahora por
el gobierno del presidente Evo Morales Ayma, los Movimientos Sociales y el
Movimiento al Socialismo (MAS).
En
un momento en que en los otros países de la región, como Argentina, Brasil,
Uruguay y Perú, aún antes Chile, llevan adelante reformas laborales que atacan
duramente a la fuerza de trabajo y a sus organizaciones para favorecer a los
intereses de las empresas transnacionales y a las burguesías locales e
internacionales para que consigan mayores ganancias, en Bolivia se mantiene una
política proclive a los trabajadores, sin embargo algunos grupos de dirigentes
se han sumado al discurso de los partidos conservadores y neoliberales atacando
al gobierno y planteando terminar con el mismo.
Los
grandes medios de comunicación opositores y las redes virtuales se han
convertido en las vías a través de las cuales se realizan campañas contrarias
al gobierno buscando la pérdida de su legitimidad, amplificando casos puntuales
de corrupción o delincuencia que siguen su curso policial y legal; campañas a
las cuales se suman los sindicalistas que provienen de tendencias de la
izquierda cipaya y de corrientes vinculadas a las Organizaciones No
Gubernamentales (ONG) ambientalistas financiadas desde Europa y Estados Unidos.
Recuento
histórico
La
COB, creada en 1953 en el contexto de la Revolución Nacional del 9 de abril de
1952, constituyó parte del gobierno junto al Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR) de esa época y fue un factor de poder durante treinta
años, fue golpeada duramente por la reformas neoliberales que impusieron la
masacre blanca a más de treinta mil trabajadores de las minas y la fábricas, la
libre contratación laboral, la reducción de salarios, la anulación política y
social de sus organizaciones y la pérdida de su rol histórico.
En
los últimos diez años, con las nacionalizaciones de empresas, la reactivación
económica, el crecimiento sostenido, la reducción del desempleo a 3,2%, la
redistribución de la riqueza, el aumento de salarios y del salario nacional
básico, la Central de los trabajadores recuperó sus condiciones de
organización, potenció sus sindicatos, consiguió medios y condiciones para
desarrollar sus actividades y mantuvo una relación pendular con el gobierno y
los movimientos populares.
Los
movimientos y organizaciones sociales que lograron poderosas movilizaciones
desde inicios del siglo XXI que culminaron en la rebelión popular de octubre de
2003, que expulsó al sistema de partidos neoliberales encabezados por el
entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, estuvieron conformados
principalmente por las Confederaciones de Campesinos, Colonizadores (ahora
interculturales), Mujeres Campesinas, Indígenas del Occidente, Indígenas del
Oriente y Juntas Vecinales, las que formaron primero el Pacto de Unidad que
impulsó la Reforma Constitucional y luego la Coordinadora Nacional por el
Cambio (CONALCAM).
La
COB y el gobierno
En
ese contexto, el Congreso de la COB realizado en Tupiza en enero de 2016 adoptó
la posición de respaldar al presidente Morales y su nueva postulación a la
Presidencia del Estado, se adhirió a la CONALCAM, convertida en una entidad de
presión, control y respaldo al gobierno, aunque su principal dirigente, Guido
Mitma, en las últimas semanas ha lanzado declaraciones agresivas y
descalificadoras del gobierno, mientras el propio Evo Morales ha convocado a
los trabajadores y sus sindicatos a desarrollar acciones conjuntas para
enfrentar las presiones imperialistas y de los sectores empresariales Internos
e internacionales.
A
pocas semanas del próximo Congreso, los sindicatos y la Central Obrera deberán
desarrollar un proceso de debate y toma de posiciones ante un momento en el
cual los sectores conservadores recuperan la iniciativa y pretenden seguir las
viejas recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM)
que han sido la experiencia más traumática para los trabajadores en el pasado.
Asimismo, en los próximos meses se definirá legalmente la posibilidad de una
nueva postulación de Evo Morales a la presidencia.
Las
alternativas en la coyuntura
El
dilema está planteado en términos de fortalecer y profundizar el proceso de
reformas y cambios sociales, económicos, políticos y culturales desde la
perspectiva antiimperialista y de búsqueda de la integración latinoamericana o
de impulsar el debilitamiento del gobierno de Morales apoyando las iniciativas
de la oposición política coordinada desde Estados Unidos por exfuncionarios de
Sánchez de Lozada y el Departamento de Estado, en el marco de la ofensiva
imperialista en la región.
Se
hace necesario, por tanto, desarrollar, desde los movimientos sociales,
populares y sindicales y desde el propio MAS, un proceso de politización,
debate y participación movilizada para asegurar que las tareas de la liberación
nacional se consoliden y se refuercen frente a las agresivas campañas de
desprestigio y desestabilización que se radicalizan cotidianamente desde el
poder mediático.
Simultáneamente,
desde el gobierno corresponde acelerar los procesos de industrialización, de
atención universal de los servicios básicos, de fortalecimiento del mercado
interno con políticas proteccionistas, de mejoramiento de las condiciones de
los trabajadores informales, de sanción a los casos de corrupción y de ejecución
de la Agenda Patriótica 2025 que pretende la soberanía económica, política y
financiera de Bolivia.
Sociólogo
boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publicaciones de Bolivia y América
Latina.
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