Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
La
Revolución rusa se presentó ante el mundo como el ‘primer paso’ de una
revolución mundial, a realizarse por los proletarios encabezados por un partido
revolucionario
La
Revolución rusa de Octubre de 1917 (precedida por las revoluciones de 1905 y
febrero de 1917) pertenece al grupo de hechos históricos de importancia
mundial. Tuvo una influencia poderosa en la humanidad y la sigue teniendo, a
pesar del derrumbe del Sistema Socialista Mundial. Fue el hito inicial del
socialismo (no sólo en Rusia, sino en muchos otros países), desencadenó (o
ayudó a desencadenar) intensas luchas sociales y políticas en los cinco
continentes, repercutió en otras revoluciones como las de la China, Cuba,
Vietnam, entre otras, y contribuyó a derruir el sistema colonial en países de
Asia, África y América, entre muchas consecuencias. El perfil de sus ideales
comprendía la libertad, la igualdad, la planificación económica, el
internacionalismo proletario y la paulatina extinción del Estado, pues la
“dictadura del proletariado” no era sino una fase transitoria para garantizar
la realización de estos ideales. (Si esos ideales se convirtieron o no en
realidad es otra cuestión).
Lo
primero y lo más importante de su influencia es que Rusia constituía el
“ejemplo” apetecible por los trabajadores y oprimidos. Pero en Bolivia, como en
otros países, hubo distintas manifestaciones, de las que destacaremos sólo
algunas.
Primeros
pasos del comunismo criollo
La
Revolución rusa se presentó ante el mundo como el “primer paso” de una
revolución mundial, a realizarse por los proletarios encabezados por un partido
revolucionario. En Bolivia, aunque ya se habían forjado numerosas
organizaciones mutuales y sociales desde mediados del siglo XIX, estas
devinieron o dieron paso, a partir de la década de 1920, a organizaciones
sindicales y partidos políticos de trabajadores. Los partidos comunistas,
fundados todos bajo la inspiración del modelo ruso, se agruparon en la III
Internacional o Internacional Comunista (IC) –que subsistió hasta 1943-.
Aunque
la IC, a través de su Secretariado Latinoamericano, y la Internacional Sindical
Roja, actuaron sobre Bolivia, no pudieron plasmar la creación de un Partido
Comunista sino mucho tiempo después. Se formó así, en lucha contra anarquistas
y trotskistas, la Confederación Sindical de Trabajadores de Bolivia (CSTB),
ligada a la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL). Varios
partidos surgidos entre 1935 y 1940 se proclamaron marxistas, siendo los más
importantes: el Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR), que tuvo por
líderes principales a José Antonio Arze y Ricardo Anaya, el Partido Obrero
Revolucionario (POR), cuya fracción principal fue liderizada por Guillermo
Lora, y el Partido Socialista Obrero Boliviano (PSOB), encabezado por Gustavo
Adolfo Navarro o “Tristán Marof”, además de muchos grupos menores. Salvo el
POR, adscrito a la IV Internacional (trotskista), los otros dos prefirieron
mantenerse orgánicamente independientes de cualquier Internacional Política.
El
Partido Comunista nació en 1950 y tres décadas después tuvo su experiencia de
partido gobernante como parte de la Unidad Democrática y Popular (UDP) en 1982‑85.
Repercusión
de las ideas comunistas
La
propagación de la ideología y la literatura socialista es un otro aspecto
importante. Después de la Revolución rusa, la divulgación de esta literatura
fue grandísima en Bolivia, y llena de no pocas persecuciones y represiones. Las
obras de Marx, Engels, Lenin, Plejanov, Stalin, Bujarin, Trotsky, Kautsky,
Labriola, Mariátegui, Ponce, y otros, vinieron principalmente a través de las
editoriales españolas, argentinas, mexicanas y chilenas; por el escaso
desarrollo de la industria gráfica, en Bolivia se editaron “comercialmente” muy
pocas obras.
En
las décadas del ‘40 y del ‘50, la Editorial Trabajo publicó el “ Manifiesto
Comunista” (con las notas de David
Riazanov); “ Marx y el marxismo” , de Lenin; “ El ABC del comunismo ”, de
Bujarin; “ Los problemas económicos del socialismo”, “Sobre el materialismo
dialéctico y el materialismo histórico” y “ Acerca del marxismo en la
lingüística” , de Stalin; y quizá algunas más, al margen de ediciones
partidarias (entre ellas varias obras de Trotsky publicadas por el POR).
Surgieron además los teóricos y difusores bolivianos del marxismo, los sociólogos
y ensayistas políticos que, proclamándose marxistas, expusieron, a su manera,
la doctrina marxista y la aplicaron a la interpretación de la realidad
boliviana. Tendrían que repetirse aquí los nombres de todos los líderes ya
mencionados, y agregar además, entre otros importantes, a Arturo Urquidi,
Eduardo Arze Loureiro, Abelardo Villalpando, Alipio Valencia Vega, Ernesto
Ayala Mercado, Sergio Almaraz, René Zavaleta Mercado.
A
la literatura sociopolítica hay que añadir necesariamente la difusión de la literatura
rusa (no sólo la clásica de Dostoievski, León Tolstoi, Chejov, Gogol,
Chernishevski) sino especialmente la que emergió con la Revolución: Máximo
Gorki, Vladimir Maiakovski, Ilia Ehrenburg, Gladkov, Sholojov, Bunin, Alexei
Tolstoi, Ostrovski, Polevoi y el mismo Boris Pasternak, tan grande y tan
incomprendido al mismo tiempo, que eran lectura habitual de los militantes
revolucionarios. Bajo su influencia próxima o remota, aparecieron poetas y
escritores bolivianos (con creaciones más o menos heterogéneas) en los campos
de la poesía, la novela, el cuento, el teatro y la crítica. Muchos se llamaron
izquierdistas; pocos, marxistas, socialistas o comunistas. De este numeroso
grupo, mencionaré unos cuantos: en poesía, Luis Luksic, Óscar Alfaro, Luciano Durán
Böger y Ramiro Barrenechea. En novela, creo que los más abiertamente
socialistas han sido Jesús Lara y Néstor Taboada Terán. La crítica desde un
punto de vista socialista militante tuvo como exponentes a José Antonio Arze,
Eduardo Ocampo Moscoso, Guillermo Lora y algunos otros. La música y las otras
manifestaciones de la cultura merecerían listados separados.
Consideraciones
finales
En
cuanto a la faceta institucional, es necesario investigar en qué medida la
experiencia educativa de Warisata, los cambios revolucionarios producidos a
partir de 1952 (reforma agraria, nacionalización de minas, entre otros) y los
ensayos de planificación económica, recogieron influencia rusa. En 1970, cuando
se desenvolvió la Asamblea del Pueblo, no faltaron voces que quisieron
presentarla como una especie de soviet .
La
política diplomática merece también una mención especial. El mundo capitalista
“bloqueó” a la Rusia soviética y ésta tuvo que luchar largamente por el
reconocimiento diplomático. La lucha de los partidos de izquierda por lograr
relaciones diplomáticas y comerciales con la URSS fue parte cotidiana de su
acción política. Bolivia las estableció en 1945, pero ellas no se hicieron
efectivas sino en 1969, siendo el primer embajador boliviano Julio Garret Ayllón.
Sobre
el antisovietismo (de manera específica y, en general, sobre el anticomunismo)
habría que realizar una indagación especial. Por de pronto nos limitamos a
mencionar que Nicolás Fernández Naranjo publicó un opúsculo de “crítica” a la
“dictadura comunista” en Rusia, a comienzos de los ‘30 del siglo pasado .
Tales
son algunos datos sobre las influencias de la Revolución rusa en Bolivia, cuyo
centenario se cumple en estos días.
José
Roberto Arze. Historiador y bibliógrafo boliviano.
@CorreodelAlba
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