Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Verónica Rocha Fuentes
El proceso político de refundación estatal por el que el
país está atravesando en los últimos años ha encontrado varias maneras de
dialogar con la agenda de/para las mujeres, ya sea por acción de movimientos,
colectivos, instituciones o ciudadanía comprometidas con ella; o por
situaciones coyunturales que han orientado la agenda político-mediática hacia
este tema. Por todo ello, parte importante del andamiaje normativo generado en
los últimos años ha sido elaborado con el fin de mejorar las condiciones de calidad
de vida de las mujeres. De entre todo este andamiaje normativo destacan la Ley
de Régimen Electoral, la Ley Contra el Acoso y la Violencia Política y la Ley
Para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia.
Probablemente, todo el escenario descrito anteriormente
suene a algo relativamente obvio y conocido, al menos a esta altura del
partido. Y es que ello nos obliga a volver a la manida discusión en torno a
éste y otros temas, cuando se cuestiona cuán suficiente es la normativa, en
tanto su cumplimiento queda en entredicho. O a la otra recurrente discusión en
torno a que, en realidad, los avances en materia de despatriarcalización están
mayoritariamente ligados a los logros en materia de participación política de
las mujeres, y no así a la reducción de la violencia en contra nuestra.
En ambos marcos es posible pensar que el Estado a lo que
puede aspirar con mayor facilidad y efectividad casi inmediata es a trabajar en
lo que es normativa. Por caso, establecer en marcos jurídicos la obligatoriedad
sobre participación política de la mujer y luego generar los mecanismos, para
ello presenta menores grados de complejidad que apostar por modificar las
prácticas societales que hacen que vivamos en una sociedad que constantemente
ejerce violencia sobre el cuerpo de las mujeres. Así, en Bolivia nos
vanagloriamos constantemente de estos logros conseguidos y materializados los
últimos años; casi todo el tiempo con la mirada puesta sobre el Gobierno
central. Y, como en casi toda nuestra agenda, olvidamos que también la apuesta
de construcción estatal avanza hacia un modelo plurinacional y con autonomías.

La cobertura normativa, la garantía de ejercicios políticos
y el cumplimiento del principio de paridad para la participación de las mujeres
es, sin duda, uno de los grandes logros alcanzados en estos últimos años; pero
no es suficiente. Es tiempo de avanzar hacia una democracia paritaria, que
permita permear no solo todos los niveles de los gobiernos, sino todos los recovecos
de nuestra sociedad; para que de forma definitiva apostemos por acabar con
gobiernos que reproducen lógicas patriarcales, desde su conformación misma.
y Twitter: @escuelanfp
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