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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

¿Quién gana de la pelea entre compañeros?


Por: Edmundo Juan Nogales Arancibia

Mientras se desarrolla el conflicto entre trabajadores y gobierno hay un grupo que se beneficia, no es la dirigencia trotskista que asumió la confederación de maestros urbanos en el último congreso de aquella organización, ni esa parte de la dirigencia con discurso radical que busca la ruptura con el gobierno, sino la derecha que mira todo desde su sillón.

Desde las tendencias que buscan la ruptura se expresó que lo que más les importaba era la ruptura con el gobierno y por tanto un pronunciamiento de la COB al respecto, tal vez por eso no se interesaron en realmente organizar el paro asumido y dejan en segundo plano la lucha de los extrabajadores de ENATEX.

Sin embargo, no vemos la magnitud de la situación de la cual la derecha saca provecho, un gobierno de los movimientos sociales se sostiene sobre los movimientos sociales a través de las organizaciones sociales, esto lo entendió la derecha y ha sido justamente la base de su estrategia para desgastar al gobierno, buscando deslegitimar y desprestigiar a las organizaciones sociales.

No olvidemos que uno de los factores que llevó a perder el referéndum del 21 de febrero fue el ataque con el que se arremetió a las organizaciones del Pacto de Unidad, compuesta por indígenas de todo el país, campesinos e interculturales, y para hacerlo la derecha no limitó esfuerzos ni diferenció a la dirigencia de la organización misma, trajo de vuelta el discurso racista y de desprecio, manchó a toda la organización por hechos que ante la justicia deben ser individualizados y asumidos por quienes cometieron cada hecho, no es correcto que por un posible delito se afecte a todo el movimiento, es como acusar a toda la familia de una persona que no cumplió la ley, en tiempos medievales se castigaban a la pareja e hijos de quien cometió algún delito y esa forma de culpar es la que se ha asumido por quienes se dicen democráticos.

No se observa que la derecha busca posicionar el discurso de acción ciudadana y colectivos ciudadanos, los cuales reúnen por una emoción más que por la razón, los dispersan antes de organizarse, los que llegan a ser parte de esos colectivos no se dan cuenta que no luchan por derechos sino por intereses de grupos políticos empoderados en el país, al fin y al cabo ni los representantes de la iglesia en Santa Cruz les dirán porque se meten a política, ni los empresarios les dirán cuáles son sus intereses económicos.

Hasta ahí sobre la derecha, sin embargo, lo peor, es que nosotros no veamos que si se debilitan las organizaciones sociales nos debilitamos como proceso, urge el trabajo conjunto y asumir una línea de profundización con los movimientos sociales, tenemos una agenda reciente, la trabajada en la cumbre de movimientos sociales realizada hace unos meses en Cochabamba, es momento de ver por qué no se profundiza el proceso, ver el sujeto del proceso y fortalecerlo, asumir la construcción de una sociedad más justa en lo económico, político y social, es momento de ver y compartir tareas y responsabilidades, el proceso es del pueblo y si recibe más ataques de la derecha será el pueblo el que defienda el proceso, eso lo vimos en el último referéndum que pese a todo dio un gran apoyo al SI en el campo y los barrios populares, en las fábricas y en las minas.

Se puede avanzar en estas últimas líneas y eso lo defendieron la mayor parte de las organizaciones de la Central Obrera Boliviana que no permitieron en los recientes ampliados realizados por su ente matriz que se quiebre el Reencuentro con el Proceso porque es parte de la tesis política del último congreso de la COB.

Es necesario que veamos lo que nos dicen los compañeros trabajadores aun en medio del conflicto, la profundización es el camino.




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