Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Entrevista a Alfredo Rada
¿Qué observaciones tiene al manejo del conflicto Enatex por parte de la COB?
No voy a generalizar porque tengo gran respeto por la Central Obrera Boliviana. Mis críticas están dirigidas a su actual secretario ejecutivo, Guido Mitma, que ha utilizado un doble discurso que le resta credibilidad: cuando está en reuniones con el gobierno proclama su “adhesión al proceso de cambio”, cuando está con periodistas arremete duramente contra el gobierno. Este doble discurso se debe a que Mitma no es un militante del proceso, él está abocado a su proyecto político obrerista, por lo que cae en el mismo error de antiguos dirigentes sindicales que sólo entendían el mundo de los asalariados, sin comprender al mundo indígena-originario. El proyecto revolucionario de hoy debe entroncar la lucha socialista de los obreros con la lucha comunitaria de los originarios, pero Mitma y su gente nunca aceptaron esta tesis socialista comunitaria, por eso recalan en posiciones ultraizquierdistas, asumiendo que el enemigo principal es el gobierno de Evo Morales. De esa forma se vuelven funcionales a la derecha.
¿En qué medida es real o aparente el actual distanciamiento de la COB con respecto del Gobierno? ¿Será cuestión sólo de dirigencia?
En el congreso nacional de la COB realizado a principios de año en la ciudad de Tupiza, el documento político radical y obrerista del grupo de Mitma fue derrotado en el debate ideológico, allí ganó la tesis política presentado por el sindicato minero de Colquiri que plantea la unidad entre la COB y el gobierno para profundizar el proceso de cambio y evitar el retorno de la derecha. Mitma tiene la obligación de aplicar esa tesis, pero no lo hace y trata de forzar la ruptura aprovechando un conflicto puntual por el caso de la fábrica ENATEX. Sólo otro congreso puede cambiar la decisión congresal soberana. Por esto digo que el reencuentro no está en riesgo, porque es una tendencia que viene desde las bases sindicales y políticas de la COB, esas mismas bases que hoy no hacen caso a las convocatorias a huelgas de los dirigentes aventureros.
La actual tensión con la COB y los fabriles ¿no está expresando un descontento más de fondo del mundo laboral, de una aparente flexibilización generalizada pese a todas las conquistas del proceso de cambio?
Que hay logros y avances para los trabajadores en el proceso de cambio es innegable, por ello son absurdas esas afirmaciones de algunos dirigentes que dicen “nada ha cambiado, todo es lo mismo”. Es cierto que hay cosas que todavía se debe lograr y por ello se habla de la profundización del proceso de cambio desde los movimientos sociales. La peor de las respuestas a la situación actual -que se origina en una decisión que el gobierno tuvo que asumir de reducir el número de trabajadores en la fábrica ENATEX por ser insostenible económicamente- es la confrontación y ruptura porque eso no va a fortalecer un nuevo proyecto más revolucionario, sino a las fuerzas conservadoras de la derecha en Bolivia. Si se resquebraja el bloque social revolucionario, del que es parte el gobierno de Evo pero también la COB, quienes se beneficiarán serán los derechistas. La ultraizquierda no ve este peligro y por ello es que termina alfombrando el retorno de los neoliberales. Pero el riesgo sí lo ven los obreros de base, eso explica que en todos los distritos mineros, en el propio sector fabril a nivel nacional, en los obreros de la construcción, en los petroleros, metalurgistas y obreros del sector eléctrico, ni por asomo se les ocurrió acatar la huelga.
Una vieja idea de la COB en el poder era la del ‘co-gobierno’ ¿Aunque bajo otra forma, no estará persistiendo esto en su actual conflicto con el Gobierno; que la COB en verdad no se siente parte del poder?
Puede ser, pero repito: la salida catastrófica para la COB es erosionar este proceso de cambio que es el único que les abre posibilidades de mayor participación y profundización de las transformaciones. ¿O alguien cree que con un gobierno de la derecha los movimientos sociales tendrán mayores posibilidades? Saquemos las lecciones de lo ocurrido en Argentina: con todas las críticas que había al kirchnerismo, en ese período las organizaciones sociales y sindicales tenían mayores espacios democráticos y los derechos laborales se respetaban, hoy con Macri se vive la restauración neoliberal que está haciendo estragos con los derechos sociales de los trabajadores.
¿Cuál sería un escenario ideal de restitución del pacto con la COB? ¿Mayor articulación de la COB con el Conalcam? ¿Presencia hasta física en el Gobierno de representantes obreros?
Nunca la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) ha sido un espacio para suplantar a la COB, ni tampoco lo será en el futuro. Pero sí es una plataforma unitaria de movimientos sociales de matriz indígena, obrera y popular, del que participan las organizaciones afiliadas a la COB, que puede tener un rol decisivo para la profundización del proceso de cambio. No faltaran los ultraizquierdistas que, repitiendo el libreto de la derecha, dirán que Conalcam sólo sirve para la “cooptación” de los movimientos sociales por el gobierno. Lo que ellos llaman cooptación es en realidad un intento por construir una democracia con amplia participación social y que, en tal sentido, la Conalcam es un avance pues busca constituirse en un verdadero gabinete de los movimientos sociales, con capacidad de incidencia política, programática y estratégica dentro del proceso de cambio en Bolivia.
y Twitter: @escuelanfp
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