Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: María Rene Quiroga Bonadona
El mes de julio de 1970 y 1980, marcan fechas importantes y desgarradoras en el acontecer político de Bolivia, somos los familiares y algunos compañeros que recuerdan los días trágicos que marcaron la historia, este mes que fue luctuoso, doloroso, terrible e inolvidable por tanto sufrimiento, que sangraron y desgarraron lo más profundo de nuestro ser, dejando huellas imborrables en nuestras almas y corazones, que nos acompañarán hasta la muerte…
Recordemos el día 18 de julio de 1970, cuando un grupo de jóvenes intelectuales, obreros, mineros y campesinos, se alzó en armas iniciando las acciones guerrilleras en la zona de Teoponte (La Paz) como una acción para continuar la lucha revolucionaria que empezó nuestro gran e inolvidable Comandante CHE Guevara en 1967, combatiendo por lograr la justicia social y la Revolución Política e Ideológica que precisaba y precisa la Patria Latinoamericana, esta lucha fue truncada por el Ejército Boliviano, por órdenes de los amos del Norte.
La segunda guerrilla, significó un holocausto sangriento, pues casi todos los jóvenes combatientes fueron abatidos por la ametralladora asesina de los militares de Bolivia, por hambre y por la traición de personajes oscuros, pagados por los Jefes y Oficiales y principalmente por orden del nefasto Alfredo Ovando Candia que tenía como cómplices de los asesinatos a Constantino Valencia Oblitas, Rogelio MirandaValdivia, David La Fuente, Luis Reque Terán, Juan José Torres, José Pérez, Alfredo Espinoza y tantos otros, quienes recibieron el mandato de aniquilar a este grupo a como dé lugar, instruyendo Alfredo Ovando Candia: “NI PRISIONEROS, NI HERIDOS, TODOS MUERTOS” .
A los poderosos no les interesa el pasado, aunque muchos de ellos hayan compartido en algún momento sus ideales. Los “historiadores”bolivianos en sus libros prefieren olvidar este episodio, sencillamente porque no comparten las ideas, o ¿es que sufren de amnesia?
Transcurridos 10 años, en la misma fecha 18 de julio de 1980, se dio el Golpe de Estado encabezado por Luis García Meza, Luis Arce Gómez y otros mercenarios, quienes ordenaron el asesinato de líderes políticos asaltando las instalaciones de la Central Obrera Boliviana porque estaban reunidos varios dirigentes sindicales y políticos; procediendo a asesinar a nuestro gran líder socialista Marcelo QuirogaSanta Cruz, Carlos Flores Bedregal, Gualberto Vega y tantos otros compañeros que fueron desaparecidos; los que quedaron con vida fueron detenidos, humillados y torturados; lo que también dejó un gran dolor y luto en las familias bolivianas, sin que hasta la fecha se haga ninguna acción ni se tenga la voluntad política, para ordenar el desarchivo clasificado de las Fuerzas Armadas y saber con certeza quienes intervinieron en las masacres y darles el castigo que merecen.
Fechas similares, lugares distintos pero un escenario común, la sangre derramada por nuestros familiares y compañeros que sólo querían una Bolivia digna y justicia social para los bolivianos, lo que fue impedido por manos asesinas que no permitieron cambiar el rumbo de la historia, matando sus cuerpos e intelectos; pero nunca jamás matarán sus ideas revolucionarias.
He querido escribir este artículo en Honor y Gloria a los que dieron su vida por el pueblo de Bolivia, para buscar la Justicia a estos crímenes de Lesa Humanidad, pues parece que se hubiese extendido un manto de olvido sobre los despojos de los que un día dieron sus vidas; la amnesia es generalizada, la ingratitud una costumbre y la indiferencia un conformismo insultante.
El pueblo en su mayoría vive inmerso en llevar el pan a sus hogares, en conseguir trabajo, otros en hacer politiquería imitando poses de izquierda que no convencen a nadie.
Por último mi más grande homenaje, a estos héroes en este 46 y 36 años aniversarios de sus asesinatos, expresando una vez más mi compromiso revolucionario de continuar con la causa de los humildes, de los hambrientos, de los oprimidos, la causa de los trabajadores y campesinos, la única noble y pura y aunque ésta signifique martirio y hasta la muerte, es el mejor tributo que puedo dar a sus memorias.
Permítanme despedirme con una poesía escrita por mi hermano Adolfo:
“Bienaventurados aquellos que luchan, porque las llagas de los pueblos tengan curación, porque los pechos de las madres tengan leche, porque las bocas de los niños callen su grito de dolor…
Bienaventurados aquellos que murieron diciendo: “Cristo te amo”, dando respuesta a su oración, aquellos bienaventurados sean.
Bienaventurados aquellos que gimen en el silencio su miseria, aquellos cuyas enfermedades les dan martirio sin fin…
Bienaventurados los que se desangran en la explotación del capital, los que con pus en las heridas y con coágulos en la boca, sufren la represión, aquellos bienaventurados sean…
Bienaventurado el pueblo que lucha, bienaventurados los obreros y los humildes, bienaventurados los desposeídos porque de ellos es la Revolución, bienaventurados sean, porque de ellos es Dios”
¡Honor y Gloria a todos ellos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
La autora perdió a dos hermanos en la guerrilla de Teoponte
y Twitter: @escuelanfp
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