Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
El 9 de octubre, se cumplen 50 años
del asesinato del Che Guevarra por las fuerzas del ejército boliviano. Fue
arrestado, herido el 8 de octubre de 1967, y fusilado el otro día, por órdenes
de la CIA, en la pared externa de una pequeña escuela rural, del pueblo de La
Higuera, municipio de Valle Grande, Bolivia.
Estuve allí en las celebraciones del
40 aniversario. No he podido entender cómo el Che se había entrado en esas
montañas a 3, 4 mil metros de altura, despobladas, sin organización de masa
para darle apoyo. Hoy, el lugar se ha detenido en el tiempo y la miseria en la
región sigue igual. Incluso con un gobierno popular, podemos constatar que
construir una sociedad igualitaria, justa, post-capitalista es una misión para
décadas de acumulación de fuerzas del pueblo organizado. No basta con llegar al
gobierno, como la izquierda se engañó.
La imagen del Che y su legado también
siempre fueron muy polémicos y manipulados por la izquierda y la derecha. A la
izquierda, el estrago más grande fue la narración del francés Regis Debray, que
difundió un libro equivocado, resumiendo las ideas del Che, a las acciones de
heroísmo de un pequeño grupo de intemporados luchadores que adoptaron la
táctica de la guerrilla para derrotar a los opresores.
En ningún país sucedió eso, mucho
menos en la victoria del pueblo cubano en 1959.
El legado del Che es mucho más
importante y por eso, pasados 50 años de su martirio, está presente en
prácticamente todo el mundo y en todas las generaciones.
El Che no fue un aventurero,
guerrillero o héroe solitario.
El Che vivió con coherencia, todos
los días, las ideas que predicó, como declaró su hija en un documental. Pero
además de la coherencia, su práctica de vida nos ha dejado muchos ejemplos.
Defendió siempre la necesidad del
estudio, para que la juventud, la militancia, todos, dominaran los
conocimientos científicos, para poder resolver más rápido los problemas del
pueblo y tener una vida más lúcida y digna para todos.
Reiteraba a Martí, “¡Sólo el
conocimiento libera verdaderamente a la gente!”. Defendió la vida sencilla y el
espíritu de sacrificio entre los dirigentes. Ser el primero en la cola del
trabajo y el último en la fila de los beneficios. Práctica que los dirigentes
de partidos de izquierda abandonaron hace años. Defendió la solidaridad y el
internacionalismo. “Es necesario indignarse contra cualquier injusticia,
practicada contra cualquier persona, en cualquier parte del mundo. Si
defendemos ese principio, entonces somos compañeros “, escribió a una guevarra
uruguaya, que le preguntaba si eran parientes.
Participó en la revolución cubana y
ocupó todos los cargos posibles, comandante de las fuerzas armadas, ministro,
presidente del Banco Central. Y aun así, optó por su vocación misionera y fue a
actuar en el Congo, en África y luego en Bolivia.
Ayudó a articular países y gobiernos
populares en un frente antiimperialista, que resultó en la organización de la
OSPAAL.
En todas sus actividades y
gestos, siempre fue un humanista. Y veía en el socialismo sólo un medio de las
personas ser más justas, más iguales y más sabias.
Defendió ideas polémicas en la
construcción del socialismo cubano, buscando en la industrialización y en la
independencia política la forma de resolver más rápido los problemas del
pueblo.
Sólo tenía 39 años cuando fue
asesinado. Pero parece una vida de décadas.
Por todo ello, es que la derecha, los
capitalistas, le dedican tanto odio, porque saben que su legado seguirá
influenciando a millones de jóvenes y trabajadores. Y un día sus ideas y
prácticas serán hegemónicas.
y Twitter: @escuelanfp
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