Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Marcelo Quiroga Santa Cruz
Juicio a Banzer
Dijimos
a ustedes, compañeras y compañeros, porque estoy seguro de muchos de los que
están acá, estuvieron aquella noche. No nos importa recibir menos votos de los
que pudiéramos conseguir con un lenguaje demagógico. No nos interesa preservar
relaciones de amistad con los factores de poder. Preguntamos a ustedes esa
noche, ¿por qué los otros frentes que reclaman el voto de ustedes, no prometen
un juicio de responsabilidades a Banzer y a todos los que delinquieron contra
las libertades, los derechos fundamentales, la economía popular y nacional, la
soberanía y la dignidad de nuestro país? Y había una respuesta que evadimos en
ese momento: Porque era imposible plantear un juicio de responsabilidades
contra Banzer, sin que los efectos de ese juicio alcanzaran a aquella clase
social en cuya representación Banzer administró sus intereses. Y esos frentes
no querían resentir sus relaciones con esa clase, con sus instituciones, con
los factores de poder de esa clase. Nosotros dijimos: no solamente que no nos
interesa preservar nuestras relaciones, nos interesa que esas relaciones sean
malas. Nos interesa que sean malas, porque no vamos a engañarnos, nuestro camino
de lucha encuentra al final de la ruta a esa clase y la derrota histórica de
ella será culminación de la victoria del pueblo trabajador de Bolivia.
Cuando
planteamos, compañeras y compañeros, el mismo día 6 de agosto, un proyecto de
ley por el que se determinaba un salario mínimo reajustable de 5 mil pesos, la
creación de Instituto Nacional del Salario con la participación de Central
Obrera Bolivia (COB), nos acusaron de hacer un planteamiento demagógico, no
obstante que coincidía exactamente con el planteamiento del V Congreso Nacional
de la COB. Cuando planteamos el juicio de responsabilidades el 8 de agosto, nos
acusaron de estar provocando un golpe, de estar incendiando el país. Pero ahora
todos hablan del juicio de responsabilidades. En este momento nadie se atrevió
a dar la cara en el parlamento para llevar adelante aquel juicio. Nos acusan de
haber utilizado mucho tiempo en el juicio de responsabilidades y no haber
empleado más horas en el estudio y la solución de los problemas económicos. Y
tenemos que recordar que de los cinco meses y medio que han transcurrido desde
el 6 de agosto, nuestro partido utilizó solamente tres días en el juicio de
responsabilidades, pero en cambio presentó cerca de 15 proyectos de ley sobre
problemas populares y nacionales que nunca fueron ni siquiera discutidos,
porque las comisiones de la alianza del MNR y de la UDP archivaron todos nuestros
proyectos porque no se atrevieron a dar la cara en la discusión pública de los
mismos.
...
Golpe de Natush
No es
solamente esta actitud obstruccionista. Está también la responsabilidad asumida
por la mayoría parlamentaria a raíz del golpe militar del 1 de noviembre
(1979). Cómo actuó el Partido Socialista -1 frente a ese golpe. Lo hemos dicho
en alguna ocasión y queremos decirlo de frente a ustedes, a los trabajadores y
la juventud de avanzada reunida en esta plaza. Nuestro partido tuvo información
la víspera del golpe, información fi dedigna sobre cuándo, quiénes y cómo iba a
ejecutarse. Entregamos esa información el mismo día miércoles a la Central
Obrera Boliviana (COB). La entregamos a los jefes de las bancadas
parlamentarias, se la entregamos al propio señor Guevara Arce y al día
siguiente, consumado el golpe, estuvimos junto a los trabajadores. Estuvimos en
la COB alentando un paro vigoroso y sostenido, y estuvimos trepando la calle
hacia la plaza Murillo, erizada de tanques para proponer contra la opinión de
los demás, aquella resolución que va pasar a la historia como el único gesto de
dignidad de la política burguesa: el repudio del golpe y el desconocimiento de
los golpistas.
Es
vergonzoso recordar como en aquella ocasión los representantes de las bancadas
nos pedían transigir, nos pedían estudiar una fórmula de coexistencia con la
dictadura. Nos pedían subastar el mandato popular para preservar las dietas y
no aceptamos. Qué pasó en próximos días, compañeros y compañeras. Comenzó una
negociación reservada entre todas las bancadas que están en el parlamento y los
golpistas, de ello resultó un acuerdo para formar un gobierno tripartito.
Pretendieron el aval moral del proletariado a través de la COB para que fuese
posible ese gobierno tripartito entre los golpistas y los golpeados. Nuestros
compañeros dirigentes de la COB allí refl ejaban el pensamiento del partido y
dimos la batalla dentro de la COB para que la Central Obrera boliviana no se
complicara con esa subasta de la voluntad y dignidad popular y del pueblo de
Bolivia.
Nos
negamos, compañeras y compañeros a intervenir en ninguna conversación. Jamás
participamos en una sola reunión del Congreso con los representantes del
golpismo. Nos acusaron también de haber causado la clausura del Congreso con
aquella resolución del 1 de noviembre, como nos estarán acusando en este
momento de provocar un nuevo golpe, al que nos referiremos después de unos
minutos para decir lo que hay que decir sobre eso nuevo peligro.
Actuamos
así, de manera consecuente, de manera limpia, durante toda esa crisis. Nosotros
que fuimos los únicos que no votamos por el señor Guevara Arce, porque era él
representante de la burguesía, fuimos los únicos que no aceptamos su
destitución bajo imposición militar y de la fuerza. Los demás se complicaron en
ello y se complicaron además para preservar al alto mando militar golpista.
¿Acaso no recuerdan ustedes, compañeras y compañeros, que estando el coronel
Natusch Busch al frente en Palacio de Gobierno nuestro partido presentó aquel
comprobante de un retiro de 69 millones de pesos de Banco Central que se
repartieron entre los golpistas? Esa noche no se levantó una sola mano de los
parlamentarios. ¿Acaso se escuchó una sola voz para pedir la investigación de
aquello? Recuerdan ustedes, compañeras y compañeros, aquella noche que todavía
estando el coronel Natusch en Palacio de Gobierno pedimos la destitución del
alto mando militar golpista y su enjuiciamiento. ¿Acaso las caras de todos esos
parlamentarios no se pusieron grises de miedo y vieron nuestra petición como
una locura?
Fragmento
del último discurso de Marcelo en la campaña electoral del PS-1, Plaza Pérez
Velasco. Enero, 1980.
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios