Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Las y los
campesinos, trabajadores, amas de casa, indígenas, afrodescendientes,
desempleados, estudiantes, jóvenes y ciudadanos de Colombia completamos ya 12
días de movilizaciones, protestas y rebeldía en el Paro Nacional Agrario y
Popular. Con empeño y esperanza, las calles, plazas y caminos de la patria se
han llenado de indignación ante las claramente nefandas consecuencias del
neoliberalismo en el país. La senda de lucha planteada por el movimiento
campesino a lo largo de este año, con cafeteros, cacaoteros, paperos y desde la
región del Catatumbo, es continuada por quienes claman del gobierno soluciones
reales a las múltiples tragedias que se viven en áreas como salud, trabajo,
educación, empleo y producción, generadas por décadas de privilegios para el
gran capital nacional y trasnacional. La justeza de las exigencias planteadas
por los campesinos, uno de los sectores más afectados por las lógicas del
neoliberalismo, ha despertado la más amplia solidaridad a nivel nacional o
internacional, demostrando que no es un problema sectorial sino del conjunto
del país.
Los y las
protagonistas de este gran movimiento social y popular que se expresa en el
Paro son los hombres y mujeres del común, hastiados de la indiferencia,
indolencia y represión con las que han sido atendidas, durante décadas, todas
sus exigencias. Expresiones organizadas del movimiento popular de las más
diversas tradiciones han sido gestoras, convocantes y participes de este gran
dinámica de protesta que abre puertas a la construcción de un nuevo país. El
Movimiento Político y Social Marcha Patriótica se ha sumado activamente a este
proceso, al ser justamente una organización cuya base popular, tanto en campos
como en ciudades, lucha cotidianamente por darle vuelco a las indignas
condiciones de vida a las que ha sido sometida. Las más de 2000 organizaciones
que conformamos Marcha hacemos parte del movimiento social y popular que viene generando
no sólo protesta, sino ante todo, propuesta a los problemas estructurales que
hoy aquejan a las mayorías del país.
El Paro
Nacional Agrario y Popular existe, y es una realidad inocultable; dejando claro
que en Colombia, el movimiento social se fortalece, crece día a día y no está
dispuesto a conformarse con promesas en el aire por parte del gobierno
nacional. Es el conjunto del pueblo, siendo Marcha Patriótica sólo una de sus
expresiones organizativas, el que le exige a Juan Manuel Santos soluciones de
fondo y efectivas, no más paños de agua tibia. Sin embargo, la respuesta más
clara y evidente ha sido la más brutal y cruel represión, en cabeza del
Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD, que ha actuado como un escuadrón de
muerte. Al menos 8 colombianos han sido asesinados bajo total indefensión
durante esta semana y centenares han resultados heridos y detenidos. La Policía
Nacional no sólo arremete contra manifestantes en sus legítimas concentraciones
infiltrándolas con agentes de civil, sino que ataca y aterroriza a las y los
ciudadanos en sus casas, disparando en las inmediaciones de calles vacías
durante los toques de queda. La orden de militarización de varios pueblos y
ciudades, entre ellas Bogotá y la arbitraria detención de nuestro compañero Hubert
Ballesteros, dirigente campesino, miembro de la Junta Patriótica Nacional, y
vocero de la MIA, muestran el talante de la respuesta gubernamental.
El avance
con el establecimiento de la mesa de conversaciones en Tunja no puede opacar
que gran parte del movimiento campesino ha sido excluido de la misma. De manera
negligente e irresponsable Juan Manuel Santos hoy decide levantarse de la mesa
y oculta su incapacidad para manejar la grave crisis que se cierne sobre el
país con acusaciones vacuas, las cuales no le dan respuesta a las exigencias
populares. La misma mano de Santos que tiembla timorata para firmar acuerdos
con los campesinos es la que se yergue firme para hacer acusaciones temerarias
a la Marcha Patriótica y al conjunto de la movilización, poniendo en riesgo
nuestra vida y seguridad. Si la semana pasada el presidente negó la existencia
del Paro Nacional Agrario y Popular, hoy busca desconocer a todo un pueblo que
lo protagoniza con la vieja práctica del macartismo. Exigimos que el conjunto
de organizaciones y procesos participantes en el paro sean escuchados, con el
establecimiento inmediato de una mesa de conversaciones nacional, para darle
solución estructural a los problemas.
El pueblo
colombiano sigue convocando marchas, concentraciones, mítines, cacerolazos para
demostrar nuevamente que el Paro Nacional sigue más vivo que nunca y que está
siendo construido por todos y todas. La unidad popular se sigue fortaleciendo
en las calles y en los debates, para hacerle frente al régimen económico y político
que ha demostrado ser incapaz de resolver los problemas que ha generado. Sólo
la unidad social y popular hará posible la construcción de una salida digna
para este conflicto que vive el país.
Desde Marcha
Patriótica, parte activa de este pueblo que sueña un país mejor, seguimos y
seguiremos participando y aportando en la construcción del movimiento social,
haciendo frente a la represión y la persecución. Hacemos un llamado a todas las
autoridades locales y nacionales, así como la comandancia de las Fuerzas
Militares para que cese la represión desatada a lo largo y ancho del país, y
responsabilizamos al gobierno de Juan Manuel Santos por las acciones en contra
de la vida y la integridad de los activistas, dirigentes campesinos y
populares, así como de la ciudadanía en general, que resulten de los anuncios
hechos en el día de hoy.
A Juan
Manuel Santos, le decimos: hablemos, no siga dilatando. Si quiere acabar con
este paro, dialogue con todo el movimiento campesino. Si quiere auténtica
democracia reciba a la oposición política y social. La paz no puede ser una
predica vacía, mientras se ordena represión. La paz sólo será posible
resolviendo, de raíz, las exigencias que hoy plantea el conjunto del movimiento
campesino, social y popular.
¡VIVA EL
PARO NACIONAL AGRARIO Y POPULAR!
¡VIVA EL MOVIMIENTO CAMPESINO, SOCIAL Y POPULAR!
¡EXIGIMOS LA LIBERTAD INMEDIATA DE HUERT BALLESTEROS!
¡VIVA EL MOVIMIENTO CAMPESINO, SOCIAL Y POPULAR!
¡EXIGIMOS LA LIBERTAD INMEDIATA DE HUERT BALLESTEROS!
Bogotá,
agosto 30 de 2013.
MOVIMIENTO
POLÍTICO Y SOCIAL MARCHA PATRIÓTICA
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