Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por
Carlos Alejandro Lara Ugarte
Interesa en
este artículo auscultar el momento político a objeto de tener una idea de
partida sobre el potencial y la debilidad que puede arrastrar la alianza
Partido Político y Gobierno municipal, departamental o nacional al momento de
encarar acciones de rechazo o apoyo a la gestión Pública y en función a ello
proyectar una ruta hacia un proyecto electoral.
Para el caso se
toma el ejemplo del “Paro Cívico” en La Paz
Breve
descripción de hechos
El 11 de
septiembre en la ciudad de La Paz se desarrolló acciones que bloquearon calles
y avenidas de acceso al centro del casco viejo. A partir de las primeras horas,
se vio que volquetas que prestan servicios en el traslado de material de
construcción depositaban escombros en lugares estratégicos para la circulación
de vehículos particulares y de servicio público, y un poco más tarde activistas
y funcionarios del Gobierno Municipal de La Paz se apostaron en plazuelas y
otros espacios prendiendo fogatas con llantas y madera que en definitiva no
permitieron el acceso de vehículos al centro; en consecuencia la gente se
trasladó a pie, de su casa a sus fuentes laborales y centros de actividad
cotidiana.
Los mercados
públicos al igual que otras dependencias cuya administración son competencias
del Gobiernos Municipal no prestaron servicios de manera regular. En horas de
la tarde pasada las 16:00 la normalidad fue tomando cuerpo aunque los escombros
abandonados en las calles no dejaron de interferir el libre tránsito hasta el
día siguiente; esto por un lado. Por otro lado la Policía reprimió a los bloqueadores en un solo lugar,
la autopista que une El Alto con la hoyada y ni transportistas afectados por
los bloqueos ejecutaron acciones en contra, a más de unas cuantas voces de
protesta mediática.
Protagonistas
reales e inventados
En el interés
de acercarse a sacar conclusiones se debe entender que un Paro Cívico tendría
que contar con la participación protagónica de al menos una parte significativa
de ciudadanos organizados en instancias diversas y eso es lo que en un
principio quienes evalúan y opinan sobre el Paro Cívico no toman en cuenta. Por
ejemplo en las jornadas de movilización no se vieron barrios en acción de
protesta de manera compacta, sino que en cada punto de bloqueo los activistas,
presumiblemente del MSM (Movimiento Sin Miedo) y funcionarios de la Alcaldía se
pararon y prendieron fuego a maderas y objetos inflamables para no dejar pasar
vehículos.
Desde esos hechos
es lícito afirmar que la movilización de vecinos como voluntad colectiva es una
invención, sin embargo la movilización de activistas esa si es real.
Los
protagonistas reales de los bloqueos fueron dirigentes vecinales afines al MSM
y actuaron bajo la mirada y el control del Gobierno Municipal. Por su lado los
militantes del MAS (Movimiento al Socialismo) y afines al Gobierno central se
limitaron a descalificar el paro cívico, de manera que durante la realización
del bloqueo permanecieron observando los acontecimientos y fuera de todo
protagonismo.
En estas
dualidades también se notó que mientras autoridades del Gobierno Municipal
asumieron abiertamente su responsabilidad con la propagandización y difusión
del paro, autoridades del Gobierno central se limitaron a buscar las mejores
explicaciones para persuadir a la población a que no participe del Paro Cívico,
pero de ninguna manera expusieron argumentos y acciones para que el paro no se
lleve adelante, así los propulsores del paro cívico seguros de tener los
recursos y capacidad para obstaculizar el transporte vial organizaron sus
brigadas y dispusieron los recursos necesarios, libres de toda oposición activa
y militante. Se debe recordar que el Gobierno Municipal cuenta con una
estructura parapolicial en sus guardias viales y es de suponer que en esta
instancia se estructuró la base de las brigadas de bloqueadores que actuaron el
11 de septiembre el La Paz.
Aspectos
razonables y razones para movilizarse.
Los dirigentes
vecinales que organizaron el paro junto a autoridades del Gobierno Municipal y
líderes del MSM centraron su batería argumental en la mala realización y
manipulación de datos del Censo de Población y Vivienda realizado en octubre
del 2012, sobre todo por los resultados que en relación al censo de 2011
muestran una disminución de población en una cantidad un poco mayor a los 28
mil pobladores lo que en los hechos llevaría al municipio de La Paz a ver
disminuidos sus ingresos por concepto de asignación de recursos económicos de
parte del nivel central de Gobierno. Esto tiene sentido y es real, pero estos
datos no pueden ser manipulados o modificados para cálculos presupuestarios, y
además el Gobierno Central los considera válidos en razón a que no está fuera
de los márgenes de error, es decir que si bien reconocen que esta disminución
puede ser un error este está dentro los estándares universales de error. El
paro en ese entendido no tendría efectos vinculantes en tanto y por cuanto
nunca se consideró ni se la intuyó en convertirlo en una Consulta; y es que un
bloqueo de calles, en la forma en que se dio en La Paz jamás desembocaría hacia
mecanismos de lucha política superior. Entonces si con el paro ni siquiera se
podía lograr la modificación de los números censales. ¿Para qué el paro? ¿Sólo acaso
para poner en prueba la capacidad movilizadora del aparato político -
institucional del MSM?
Los dirigentes
y autoridades impulsores del paro indudablemente suponen que poner a prueba su
aparato político institucional puede arrojar datos para ser manejados
políticamente y evaluar certeramente la posibilidad de generar un estado de
descontento y movilización departamental. ¡Error! Error porque para probar el
descontento de sus seguidores no es necesario someterlo a una prueba, eso se construye
desde su militancia y actividad política, no es necesario reforzarla con
bloqueos de calles.
Ahora si se
quería tomar el pulso en la población fue también otro error ya que la misma
población se responsabilizó de manera implícita con el resultado del Censo en razón
a que muchos pobladores voluntariamente en unos casos y en otros presionados
por autoridades del lugar de su origen fueron censados en otros municipios o
departamentos. Como dato se conoce de alcaldes de las provincias que
dispusieron movilidades para el transporte masivo de la ciudad de El Alto y de
La Paz para llevarlos a sus municipios.
Los
organizadores omitieron pasos obligados para garantizar la participación de la
ciudadanía y generar réditos políticos, esto también fue un error en razón a
que el paro cívico no fue debidamente construido desde la consulta y la
participación de las bases y dirigencias vecinales, sindicales, laborales,
empresariales, deportivas, culturales y estudiantiles, al grado de que un día
antes de la realización de cada 10 pobladores consultados sobre el paro 9
decían desconocer o afirmaban que no participarían. Solo uno decía conocer y
apoyar. Sin duda que estadísticamente hablando un paro cívico movilizado y
participativo era imposible y así fue, nunca existió tal, en otras palabras
nunca existió el Paro Cívico.
Paro cívico
convertido en bloqueo de calles
A unos días de
la proyección del Paro Cívico ya se entendía que este sería imposible
realizarlo y a lo más que se aspiraría sería a bloquear calles y avenidas para
venderlo a la opinión pública y a otros gobiernos departamentos como un “Paro
Cívico”.
Es claro que
así lo entendieron sus impulsores y en esa medida planificaron e impulsaron las
acciones de bloqueo. Se dijo más arriba: el fin se redujo a obstaculizar el
tránsito vehicular y en parte la actividad comercial en los mercados públicos.
Movilizaciones
o marchas masivas no hubo y no habrá en circunstancias semejantes. La prensa
interesada y los aliados opositores al Gobierno Central quieren hace ver un
Paro Cívico exitoso cuando lo exitoso fue un bloqueo de calles y avenidas que
el nivel central lo permitió también en razón al grado de culpabilidad en las
deficiencias del Censo Nacional.
Aparato
político institucional en remplazo a la acción de masa.
Un Paro Cívico
tendría que llevar de por medio una acción de masas, colectividades vecinales
actuando con un fin determinado, pero nada de esto existió y a cambio solo se
vio brigadas de 10 a 20 funcionarios bloqueando centros estratégicos de
distribución vial, de paso obligatorio para trasladarse de un lugar a otro. La
obstrucción del tránsito vial en La Paz es siempre posible hacerlo, a menudo lo
hacen los maestros, los trabajadores y estudiantes; la diferencia con este
bloqueo es que fue más prolongado en tiempo pero de ninguna más fuerte o más
intenso en sus manifestaciones.
El bloqueo fue
un bloqueo realizado por un aparato político – municipal, por un mando
centralizado y con disposición amplia de recursos materiales y económicos. Si
el MAS y afines al Gobierno central se hubiesen propuesto evitar el paro
tendrían que haberlo hecho desde un aparato político y en cierta manera también
estatal, esto equipararía los conceptos del enfrentamiento político de dos
entidades o instrumentos políticos.
Sin embargo, al
parecer el MAS de alguna manera prefirió evitar enfrentamientos seguramente
porque los enfrentamientos entre sectores de la población tiene más efectos
negativos que positivos para el Gobierno.
En todo caso esta
visión asumida por la militancia del MAS y de los impulsores del proceso de
cambio es la visión que las fuerzas de la reacción están aprovechando para
reorganizarse y avanzar con sus posiciones. Es decir que a diferencias de los
años de la Asamblea Constituyente y posteriores, las fuerzas del cambio no
tienen la más mínima intención de avanzar en el proceso de cambio desde el
enfrentamiento violento a la fuerza de la reacción.
El MSM tal vez
no es la expresión más clara de la reacción pero sin duda que las fuerzas
reaccionarias son las que más festejan el bloqueo de calles y avenidas en La
Paz.
Bloqueo de
calles y avenidas para establecer dominio territorial y liderazgo político
Este fue un
bloqueo al comercio paceño, y de ninguna manera un bloqueo a favor del
desarrollo económico y social de La Paz.
El bloqueo
ocasionó pérdidas económicas y ninguna ganancia; así lo reportan los informes y
balances.
Fueron más los
ciudadanos que se perjudicaron comparados con los pocos que se beneficiaron con
la cobertura mediática y el posicionamiento político- institucional en miras a
ganar espacios electorales. Entonces a quienes se quiere convencer desde el
Gobierno Municipal sobre un bloqueo con participación generalizada y voluntaria
de los paceños a favor del desarrollo y posicionamiento departamental cuando
las evidencias concretas de lo contrario están visibles a los ojos de todo
ciudadano.
Lo evidente es
que desde el ejecutivo del Gobierno Municipal Autónomo se destinaron recursos
para movilizar a militantes del MSM y funcionarios del Gobierno Autónomo
Municipal, se utilizó y alquiló volquetas particulares para bloquear calles y
avenidas echando escombros, se concedió permiso o determinó tolerancia para que
los trabajadores municipales no asistan a sus fuentes de trabajo y
"bloqueen a La Paz", se movilizó y organizó a sus brigadas
partidistas, se monitoreo y comandó las acciones de su aparato parapolicial y
militantes del MSM; y finalmente se dejó la ciudad con escombros, con cenizas y
otros daños materiales que apenas en horas de la mañana del día siguiente
fueron limpiados y arreglados.
Algo que los
promotores y portavoces del “bloqueo” por honestidad deben reconocer es que el
“bloqueo” careció del apoyo de los vecinos, colectividades barriales y la
población, sencillamente porque sus consignas movilizadoras fueron y aún son
creaciones artificiales interesadas y particulares, que sus consignas no
responden a un descontento generalizado con capacidad movilizadora que
claramente demande el interés colectivo de la mayoría de los viviente en el
municipio de La Paz.
Los impulsores
del Bloqueo tendrán que reconocer que su intento por desgastar al Gobierno
central y a Evo Morales, objetivo evidentemente reflejado a lo largo de la
campaña y el bloqueo mismo, no tuvo los resultados esperados, primero porque es
imposible pensar que producto del bloqueo haya disminuido la popularidad de Evo
Morales y segundo porque en sus resultados las únicas repercusiones a su favor,
si hubo alguna, no va más allá de la agenda de nuevos paros cívicos en los
departamentos de Santa Cruz, Tarija y Cochabamba que tampoco desgastarán la
imagen y popularidad de Evo Morales.
El supuesto
Paro Cívico fracasó por razones concretas y objetivas y una razón es que en su
organización, planificación y ejecución no participaron las juntas vecinales más
activas, colectivos juveniles, organizaciones productivas, empresariales,
administrativas y laborales. Muchas organizaciones principalmente gremialistas,
de transportistas y estudiantiles respetaron las decisiones del Gobierno
Municipal pero de ninguna manera la apoyaron de manera activa y militante,
algunos pobladores de barrios y gremialistas fueron amenazados para salir a las
calles con multas determinadas por dirigentes que no se dieron la molestia de
socializar y poner en consulta la aceptación o no del paro cívico. En el caso
de los transportistas estos pidieron garantía a la Policía para prestar de
manera normal el servicio de transporte y la policía solo mantuvo expedita la
autopista, ingreso principal a la ciudad de La Paz.
Por otro lado
muchos profesionales y administrativos del Gobierno Municipal mostraron su
desacuerdo con las actitudes coercitivas que asumió el GAM para lograr sus
objetivos políticos con el bloqueo a La Paz.
Ante lo
anterior afirmar que una máxima que obligatoriamente tiene que tomar en cuenta
toda instancia organizadora de movilizaciones cívico - políticas es que toda
acción cívica - política será viable y generadora de movilización
antigubernamental desde la demanda social, si y solo si la responsabilidad es
posible atribuírsela exclusivamente al Gobierno central; pero si en el caso
está directa o indirectamente involucrado la gestión y decisión de gobiernos de
los niveles autónomos y la propia población es claro que estas instancias de
alguna manera deberán considerarse corresponsables y evitar caer en el error de
querer atacar a una parte siendo parte de la totalidad.
En ese ámbito
es lógico concluir que la movilización no fue generalizada ni enriquecida con
participación activa de la población porque evidentemente fue la misma
población la que dio su veredicto desde sus propias visiones y se explicó a si
misma sobre las razones y circunstancias por las que se dieron los resultados
del Censo y que de alguna manera no son las que el Gobierno Municipal las usó
como consignas de movilización.
Definitivamente
el Gobierno Municipal no percibe las razones e imaginarios de la movilización
social. Esto debe ser una enseñanza para que otros gobiernos autónomos no se
enfrasquen en la aventura de ir en contra su propia lógica de desarrollo.
El Paro
Cívico y la acción Política partidista
El Paro Cívico
fue enunciado desde intereses políticos opositores plenamente definidos y
centralizado en el MSM, el bloqueo de calles y avenidas fue una acción casi
exclusiva de militantes del partido político liderado por Juan del Granado y
Luis Revilla. Al ser el MSM un partido opositor al MAS y a Evo Morales, el
enunciado del paro no fue cuestionado por la bancada de la Asamblea Legislativa
Plurinacional opositora al gobierno ni por la corrientes políticas sin
representación en la ALP.
Pero hay más,
estos partidos y colectivos políticos no participaron en el bloqueo de calles y
avenidas porque entendieron que todo rédito ya no iría solo a desgastar la
imagen del gobierno central sino a fortalecer al MSM y eso en tiempo de
preelectorales sería un auto suicidio. Nadie quiere trabajar políticamente para
hacer ganar a los contrincantes u opositores. Esa podría ser la razón por la
que el MAS prefirió mirar y asumir una postura “angelical” y no actuar en el
contrabloqueo.
Ante estos
hechos, los movimiento políticos que se preparan para disputar el voto
ciudadano, es decir para competir electoralmente ven complicada toda
movilización Cívica. En ese entendido es absurdo pensar que el MSM en Santa
Cruz participe en actos que podría darse en un eventual Paro Cívico, o que lo
haga en Tarija, ya que los réditos no se plasmarán a favor de ellos sino a los
partidos y agrupaciones ciudadanas opositoras que tengan el control y el mando
de los Gobiernos Departamentales y/o Municipales. Sin duda que siempre habrá un
apoyo incondicional al anunciado del Paro Cívico, pero todo apoyo partidista
hacia un partido en competencia plebiscitaria no puede pasar esos límites; es
en este límite donde se manifiestan las contradicciones y prevalecen los
intereses políticos particulares.
El Paro Cívico
“no ejecutado· en La Paz coincide con la definición o el tiempo de las
decisiones de las agrupaciones y partidos que participaran en las elecciones de
2014 y por ellos se puede considerar este paro cívico y los otros que podrían
darse en territorio nacional en indicadores para poner en la balanza las
posibles alianzas y tendencias de construcciones de frentes plebiscitarios,
servirá al mismo tiempo para autoevaluar la capacidad operativa de una
militancia oficialista en cuanto a gobiernos autónomos y la capacidad
cualitativa de sus seguidores duros.
Sin embargo
toda aventura hacia los paros cívicos tendrá el alto riesgo del fracaso y
terminar como terminó en La Paz, en una simple jornada de bloqueos pero con
menos contundencia debido a que la topografía y el diseño en cuanto a la
estructura vial urbana en Santa Cruz y Cochabamba está hecha para superar
algunos inconvenientes del embotellamiento vehicular por lo que aun con los
bloqueos se encontrará vías alternas, y el bloqueo ni siquiera tendrá la
fantasía de contundencia que se quiso dar al bloques de calles en La Paz.
La
Paz, 13 de septiembre de 2013
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