Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
En sus
cortos años Unasur ha alcanzado logros trascendentes en el ámbito del diálogo
político
Por: Adalid Contreras Baspineiro
Me
preguntaron si la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)
debilitaba a la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y me costó entender la
pregunta.¿No se valoraba acaso que un continente nacido a su vida republicana
fraccionado junte, después de dos siglos, sus regiones, incluidos los esquemas
subregionales en un todo: nuestra Patria Grande? Aquel 23 de mayo de 2008, en
Brasilia, voces de esperanza sin nacionalidades ni fronteras acompasaron la
suscripción del Tratado Constitutivo de Unasur, que en sus objetivos destaca su
carácter multidimensional; su naturaleza inclusiva, que busca superar
participativamente las asimetrías; y eliminar las desigualdades fortaleciendo
la democracia y su sentido plural, respetuoso de las soberanías.
Pero también
queda explícito el valor de la unidad continental para poder gravitar juntos en
el mundo, pensando la integración estratégicamente, a partir de resultados
inmediatos en áreas en las que los Estados asumen acuerdos para un desarrollo
más equitativo, armónico e integral, como energía, defensa, salud, desarrollo
social, infraestructura, lucha contra las drogas, economía y finanzas, procesos
electorales, educación, cultura, ciencia y tecnología, seguridad y justicia.
En sus
cortos años Unasur ha alcanzado ya logros trascendentes en el ámbito del
diálogo político, con medidas destinadas a consolidar el espacio suramericano
como una zona de paz, generando confianza y seguridad. Obviamente que su
caminar no está exento de dificultades, por ejemplo, algunos críticos la
desahuciaron cuando no se logró reunir a todos los presidentes para condenar la
afrenta de cuatro países europeos al Presidente del Estado Plurinacional de
Bolivia; no le es fácil superar los asentamientos soberanos, que tienen
urgencias diferenciadas expuestas por su estructura intergubernamental; y es un
reto garantizar su sostenibilidad e impedir desaceleraciones en su marcha.
En su
proyección, necesita garantizar la participación social y la construcción de
una ciudadanía suramericana con derechos regionales adicionales a los
nacionales y subregionales. También tiene que promover la superación de las
asimetrías con políticas de solidaridad, asumiendo que en integración
solidarizarse con el vecino es solidarizarse con uno mismo. Por otro lado, debe
acoger las conquistas de los esquemas subregionales de integración, a sabiendas
que las convergencias no son el resultado, sino un camino para la prosperidad.
Y no puede desatender la urgencia de consolidar el desarrollo y la
gobernabilidad de nuestros países, en un contexto en el que el funcionamiento
de cadenas de valor y desaceleración de la demanda de materias primas nos
exigen mayor crecimiento, transformación del patrón productivo y unidad.
Entonces,
Unasur, nuestra Unasur, no es sólo un esquema de integración profunda, sino
también la realización de los sueños por la justicia y la unidad continental.
Que no queden dudas, Unasur, nuestra “casa grande”, es el camino compartido que
lleva a destinos comunes en un continente que cada vez se entiende y se respeta
más.
Fuente: http://www.la-razon.com/opinion/columnistas/norte-Unasur_0_1900609933.html
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