Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por
fin se ha hecho la primera entrega de resultados finales del Censo 2012. Me
centraré en dos sorpresas, que exigirán explicaciones. La primera sorpresa para
todos fue la diferencia de 363.659 censados entre los datos preliminares de
enero (a mano) y los finales de junio (con lector óptico). Lo precipitado fue
seguramente querer dar aquellas primeras cifras como primicia. Empero, al
analizar este dato por departamentos (de momento, lo único posible), se
constatan variaciones que deben explicarse. Donde hay mayor pérdida es en
Cochabamba, tanto en cifras absolutas (la mitad de todas las pérdidas) como
relativas (-10,3%); siguen de lejos Tarija (-5,5%) y Santa Cruz (-4,6%). Sólo
en tres departamentos el lector óptico aumenta la cifra manual de enero: Potosí
(+4,1%) y, en porcentajes minúsculos, Pando (+1,1) y Oruro (+0,7).
Coincido
con quienes piensan que el “pecado original” de este censo fue no haber
concluido la actualización cartográfica. Se añadió una selección precipitada y
con poca capacitación de algunos auxiliares contratados a última hora para el
operativo. Tampoco se ha hecho la rutinaria encuesta poscensal para estimar la
subnumeración y otras posibles anomalías; y cuanto más se tarde en ella, menos
comparabilidad tendrá con el dato censal para que cumpla su objetivo. El
Ejecutivo decidió que no cabía retrasar otro año el operativo, tomando en
cuenta otras limitaciones climatológicas y de tiempos políticos. Lo mejor era
enemigo de lo bueno... o pasable. Esperemos que con los prontos desgloses a
nivel municipal y otros cruces de variables tendremos mayores criterios para
dar un juicio más cabal y ver si caben o si se precisan todavía ajustes
ulteriores. O quizás tendremos que transar con lo que ahora tenemos por algunos
años, dado que el INE ya está embarcado en otro censo igualmente necesario: el
agropecuario.
El
otro dato sorprendente es el vuelco que ha dado la pregunta sobre
autopertenencia étnica. El censo de 2001 (cuatro años largos antes de la
llegada de Evo y el MAS al Gobierno) dio la sorpresa histórica de que el 62% de
los pobladores de 15 y más años dijo pertenecer a alguno de los nuestros
pueblos originarios (hablando o no además la lengua). La pregunta 29 era
básicamente la misma que en 2001, y en el resultado se usa el mismo corte de
edad (pese a que ahora se preguntó a toda la población). Pero en este censo
casi se invierte la relación: el 58% dice que no pertenece y sólo el 41%
reafirma su pertenencia. La merma ocurre sobre todo en las naciones y pueblos
mayores: quechua (del 31% al 19%), aymara (del 25% al 17%) y los tres mayores
de tierras bajas; chiquitanos, guaranís y mojeños que, juntos, bajan del 3,7%
al 2,7%. Casi todos los demás pueblos, minúsculos, aumentan, en parte porque
recién en ese censo se los explicitó en la boleta; gracias a ello, los que no
especifican su nación o pueblo han bajado de 55.179 a sólo 4.419. Algunos miles
de hablantes de quechua y aymara se han identificado como kallawaya, yampara,
etc. Pero la merma total es indudable. ¿Se deberá siquiera en parte al nuevo
filtro inicial de la pregunta (pertenece... sí\no), antes de especificar a
cuál?
Valdrá
la pena analizar más a fondo este punto, que es un revés para el Estado
Plurinacional. Para responder a estas y otras sorpresas del censo, tendremos
que mirar con lupa los datos de la manera más desglosada posible y cruzarlos
con otros sobre lengua, edad, lugares de origen y de residencia, ocupaciones,
etc., cuando todo ello esté disponible.
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