Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Walker San Miguel Rodríguez
Un
referente de la izquierda suramericana, José Pepe Mujica, actual presidente de
la República de Uruguay, ha dado un paso de coraje y osadía al promover y luego
promulgar una ley que regulará el consumo, la producción y la venta de
marihuana o cannabis en su país. La medida no está exenta de polémica, al punto
que la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE),
organismo que depende de la ONU, emitió un comunicado en sentido que dicha ley
estaría en “completa contravención” con las disposiciones de los tratados
internacionales sobre drogas, de los que Uruguay es parte. Efectivamente, la
Convención de 1961 sobre estupefacientes está suscrita por ese país.
Durante
la discusión del proyecto de ley, distintos sectores políticos abrieron el
debate a favor o en contra de la legalización. Si bien desde 1974 (en plena
dictadura militar) se consideraba legal el consumo de marihuana y otras drogas,
no lo eran la producción ni la venta, como lo será ahora. La ley determina que
el Estado asume el control de la producción. Otorgará licencias a las empresas
que se encarguen de la producción del cannabis. También se permitirá el
autocultivo (hasta seis plantas por cultivador) y un usuario podrá
comprar en una farmacia hasta 40 gramos de marihuana para consumo propio. Se
calcula que actualmente existen 180.000 consumidores en Uruguay (5,5% del total
de su población).
El
Mandatario uruguayo, al justificar por qué promovió la legalización, señaló que
en su país hay actualmente 987 presos por causas directas de narcotráfico y
probablemente otros 2.000 por hurtos causados por los que delinquen para
comprar drogas. “Cada preso le cuesta al país 560 pesos por día, aproximadamente
25 dólares, lo que significa que, por año, se deben destinar alrededor de 30
millones de dólares”, enfatizó Mujica. Del total de drogas que circulan en
Uruguay, el 80% es marihuana.
La
oposición al gobierno de Mujica pidió que se llevara a cabo un referéndum,
apoyada en una encuesta reciente que informa un dato revelador: el 63% de
los uruguayos se oponen a la ley. Sin embargo, Mujica retomó la iniciativa al
declarar a los medios de prensa que él mismo está pensando en enviar a
referéndum la ley promulgada.
Junto
a la JIFE se han alzado las voces de expertos que advierten de riesgos y de
consecuencias a la salud de la población con la legalización de la
marihuana, pero el Gobierno uruguayo ha contestado en sentido que la
legalización es una forma más eficiente de luchar contra el narcotráfico, pues
las actuales políticas represivas han fracasado y ni siquiera han logrado
disminuir el consumo. El Secretario Nacional de Drogas del Uruguay afirmó en
una entrevista que “el incremento de la violencia está muy asociado a las
narcotráfico y no necesariamente al consumo”, y que la marihuana es una
sustancia que produce daños similares a los del alcohol para quien lo consume
regularmente. La conclusión parece muy lógica, si el alcohol está regulado, ¿por
qué no podría serlo también la marihuana? La autoridad uruguaya dijo asimismo
que el “modelo holandés”, aunque con diferencias, fue la referencia para
elaborar la ley, bajo la premisa que por cada usuario que se incorpora al
sistema legal se le quita influencia a los narcotraficantes.
Conviene
recordar que en los últimos meses varias personalidades mundiales han criticado
fuertemente la política prohibicionista y la lucha contra el narcotráfico.
Desde el expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso; el actual mandatario
de Guatemala, Otto Pérez Molina, y el expresidente de México Vicente Fox han
expresado en sendos foros, artículos o conferencias que la lucha contra las
drogas ha resultado un completo fracaso y sólo ha generado más muertes y más
violencia.
El autor fue Ministro de Defensa de Evo Morales
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