Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Álvaro Arnez Prado
En 2012, el costo de la
subvención de los carburantes en el país, como el gas licuado de petróleo
(GLP), gasolina especial (GE) y el diésel oil (DO), fue cerca de $us 800
millones; se estima que en 2013 se reduzca en $us 100 millones y que para 2015
baje a $us 450 millones. Tomando las decisiones adecuadas respecto a la
industrialización, con fundamento científico, es posible que la subvención se
reduzca a la mínima expresión en 2025 (bicentenario del Estado Plurinacional de
Bolivia), logrando el ideal nacional de ser autosuficientes energéticamente.
Este objetivo no es una utopía como la de Tomás Moro. Al contrario, como todo
lo tecnológico, se acerca más al pragmatismo de Charles Sanders.
En Bolivia actualmente hay
hitos tecnológicos que nos permiten hablar de una reducción en el costo de la
subvención. Por ejemplo, la planta separadora de líquidos de Río Grande. Allí
la disociación se da a través de un diferencial de presión, temperaturas
criogénicas y por fraccionamiento de sus componentes, logrando un rendimiento
de separación de propano de 97%. Así, de una corriente de gas natural de 5,7
MMmcd logramos obtener 361 TMD de GLP. Bolivia consume en promedio Disociación
1.100 TM de GLP, y éramos deficitarios en 150 TMD. No obstante, en la
actualidad tenemos un excedente de cerca a 200 TMD para exportar.
Adecuaciones, ampliaciones y
modernizaciones en las refinerías Gualberto Villarroel en Cochabamba y Guillermo
Elder Bell en Santa Cruz. Desde 1979, ambas refinerías han sido la columna
vertebral del abastecimiento de carburantes en el país. Para 2015 se tiene
proyectado dejar de importar gasolina especial, gracias a la nueva unidad de
crudo y revamping, que permitirá incrementar la capacidad de procesamiento de
27.000 a 46.200 BPD; a su vez, la unidad de reformación catalítica contribuirá
a garantizar la disponibilidad de gasolina reformada de alto octanaje (95 RON),
e incrementará los volúmenes de gasolina especial (85 RON); por último, una
tercera unidad se encargará de transformar nafta liviana en gasolina
isomerizada de alto octanaje.
Los proyectos antes
mencionados, más la implementación de la automatización en ambas refinerías,
serán ejecutados con financiamiento estatal, a través del Banco Central de
Bolivia y YPFB Refinación SA, con el fin de reducir la subvención a la
importación de combustibles ($us 500 millones anuales) desde 2015.
La industrialización es vital
para solucionar la subvención de carburantes en Bolivia; pues, pese a los
grandes proyectos, es muy posible que en 2021 tengamos que importar gasolina de
alto octanaje, debido al incremento de la demanda interna. Por tanto, para
dejar de importar GE a largo plazo, hace falta construir una planta de metanol
con una inversión estimada de $us 450 millones, para una producción de 500.000
TMA, de manera que el 50% de esa producción se utilice para producir gasolina a
través del proceso MTG (metanol a gasolina), la cual puede ser utilizada
directamente o mezclada con la gasolina de refinería.
Como el crudo nacional es de
aproximadamente 61°API (crudo liviano), no es técnicamente factible
incrementar la producción de diésel oil, por lo que la solución a su subvención
actual ($us 540 millones por año) estriba en la implementación del proyecto de
industrialización de Gas a Líquidos (GTL) a través del proceso Fisher-Tropsch.
En Bolivia, el requerimiento a mediano y largo plazo sería una planta de GTL
con capacidad para producir 30.000 BPD, con una inversión aproximada de $us 950
millones, y un consumo de metano de 9 MMmcd. Debido al gran volumen de
importación de diésel oil, es importante para el desarrollo del país estudiar
la factibilidad del proyecto de GTL.
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