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El fascismo está actuando en Santa Cruz, el gobierno debe investigar

Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás

“Hago una crítica a los fundamentos de la actual conducción económica”



Entrevista a Carlos Jhansen Gutiérrez

Es el boliviano que asesora al Banco Central de Vietnam y acaba de terminar un libro que comenzó a escribir en 2011 sobre la economía boliviana. El periódico El Deber habló con él largamente.

 -Bolivia mantendrá para este año un crecimiento de 5% en su PIB. ¿Puede o debe crecer más?

-El crecimiento promedio entre 2005 y 2011 de siete países sudamericanos, incluido Bolivia, muestra que este último llegó a un promedio de 4,6%, ocupando el cuarto lugar detrás de Argentina (7,4%), Perú (7,1%), Paraguay (5%) y por encima de Chile (4,2%), Ecuador (4,2%) y Brasil (4%). En 2012  Bolivia crece 5,2% pero está detrás de Perú (6,2%) y de Chile (5,6%), y por encima de Ecuador (4,8%), Argentina (1,9%), Brasil (0,9%) y Paraguay (-1,2%). Las proyecciones de la CEPAL para 2013 indican que Bolivia no será el país con mayor crecimiento en Sudamérica sino Paraguay, para el cual se pronostica un 10%, seguido de Perú con un 6% y Chile con 5%. Bolivia alcanzaría un crecimiento de 5%, Ecuador y Argentina con un 3,5% y Brasil con un 3%.

Se podría crecer más siempre y cuando se genere un ciclo de inversiones-ganancia, apoyadas en fuertes inversiones que lleguen al 35% del PIB por unas dos décadas , por lo menos, algo que ahora está muy lejos de ser alcanzado. Por lo tanto, ya la superación del límite histórico de crecimiento de poco más de 6%, durante el Gobierno de facto del general Banzer, se levanta como una valla por el momento difícil de superar y de mantener sostenible en el tiempo.

-Para que Bolivia salga de la extrema pobreza, ¿cuál debe ser su porcentaje promedio de crecimiento?

-El crecimiento del PIB  por sí no tiene el suficiente valor informativo. Si la población crecería igual de rápido que la economía, entonces el ingreso de la población no cambiaría en nada. El uso del ingreso per capita es, en este caso, más significativo. Solo aplicando a manera de ilustración la “regla del 7” y asumiendo además el crecimiento logrado el año 2008 de 6,15% como sostenible, Bolivia estaría en condiciones de doblar su PIB en 11,4 años. Si se toma el promedio de crecimiento del PIB de Bolivia entre 2005 y 2012, que fue de un 4,7%, entonces este país necesitaría 14,8 años para doblar su PIB real. Ya aquí se ve que las estadísticas oficiales que muestran que el PIB de Bolivia se dobló en los últimos siete años tienen que estar erradas. De ser así, tendría que haber crecido en los últimos siete años con una tasa anual del 10%. El lector puede juzgar por sí mismo los últimos siete años, que dicen hicieron doblar al PIB.

Considerando únicamente el aspecto cuantitativo y dejando de lado aspectos cualitativos del crecimiento, que desde luego son muy importantes, y  aplicando la misma regla, tenemos el siguiente cuadro: Para que el ingreso per capita de la población se doble y supere la extrema pobreza e incremente su ingreso para vivir dignamente de forma sostenible, sería excelente si Bolivia crece en las siguientes dos  décadas entre 6,5% y 7,5%, manteniendo un aumento de la población que no supere los 1,55 a 1,58 anuales. De crecer la economía 6,5% anualmente la población doblaría su ingreso per cápita en 14 a 17 años y, de crecer 7,5% , el ingreso per capita de la gente se doblaría en 11 años.

-Las reservas internacionales llegan a $us 13.000 millones y hace siete años no pasaban de $us 5.000 millones. ¿Mérito del Gobierno o del momento económico?

-Es un resultado esencialmente exógeno. Refleja el buen momento económico en el sector externo de la economía de Bolivia, basándose en el incremento de ingresos para el Estado por la nacionalización del gas. No es el resultado de una estrategia de desarrollo de una subvaluación premeditada de la moneda. Hablando en términos técnicos, si es que de mérito se habla, es de la administración y de las políticas de esterilización de divisas del Banco Central. Bolivia no es una excepción en el crecimiento de reservas, así sea que este crecimiento sea particularmente excepcional.

Países exportadores de gas y petróleo pertenecen al grupo de los que más reservas internacionales acumulan. Incluyendo a los fondos soberanos, como Abu Dhabi Investment Authority de los Emiratos Árabes Unidos, con 600 mil millones dólares, o el Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega, con 440 mil millones de dólares, o los cuatro fondos soberanos de China, con 800 mil millones de dólares, observamos especialmente después de la crisis del Asia de 1997 un proceso inédito de acumulación de reservas. Entre 1999 y 2009 la acumulación de reservas internacionales creció del 5% del PIB mundial a más o menos 14%. Superávits en la cuenta corriente significan no solo para Bolivia un flujo de divisas que no pueden ser invertidos localmente sin poner bajo presión a la tasa de cambios fija. Una tasa de cambios fija como la que tiene Bolivia significa necesariamente una preferencia por activos líquidos denominados en moneda extranjera, en vez de reinvertir productivamente en Bolivia. La acumulación de divisas no es únicamente favorable como sugiere el oficialismo. Existen varios análisis que demuestran que el costo de oportunidades de manutención de altas reservas internacionales se mueve alrededor de 1% del PIB. Existen además varios peligros, tanto a nivel macroeconómico como a nivel del sistema financiero y bancario, como resultado de una acumulación creciente de divisas. Estos son, costos fiscales, debido al diferencial de las tasas de interés internas frente al nivel internacional. Aquí se tiene la experiencia en varios países latinoamericanos a principios de los años 90, en los que los costos de intervención subieron a alrededor del 0,5% del PIB, debilitando la posición fiscal y poniendo en duda la credibilidad del Banco Central en su propósito de ser exitoso en mantener una inflación baja.

Otro riesgo es que una apreciación de la moneda llevaría a una pérdida de valoración en su balanza debido a esta apreciación, así sea que los efectos económicos de la misma resulten limitados. Un efecto típico de la acumulación de divisas es el fuerte incremento de la base de liquidez de los bancos, la cual podría ser neutralizada en parte con la venta de bonos del Estado de largo plazo. El momento en el que esta absorción se volvería más costosa y difícil debido a un rechazo creciente de los bancos esto también podría causar desequilibrios  monetarios en el futuro llevando a que el banco central sea expuesto a una fluctuación de las tasas de interés. La creación de desequilibrios financieros y macroeconómicos es también muy posible, ya que una acumulación de divisas es asociada con condiciones de financiamiento fácil. El resultado es un fuerte crecimiento de créditos al sector privado,  especialmente al sector de derechos reales. Esta relación se puede observar muy bien en la India, donde la exposición de la cartera del total de créditos del sector bancario creció de alrededor de 1-2% en 1999 a 10% en 2004.

Lo mismo se observa en Corea del Sur con un crecimiento de 10% a 33% en el mismo periodo. En Bolivia se observa una fuerte dinámica en el sector de derechos reales y construcciones, como reflejo de la bonanza económica, la política de acumulación de reservas y como resultado de que se trata de un sector en el que el lavado de dólares del sector ilegal de la economía es posible. Por último la acumulación de reservas internacionales tiene también un efecto negativo en la intermediación bancaria. Dependiendo de los instrumentos usados y de la efectividad de las políticas de esterilización, el Banco Central, obviamente que puede usar instrumentos discrecionales, es decir, que no sean de mercado, como el fuerte incremento del encaje legal, como lo hizo Malasia, o la introducción de impuestos sobre intereses de 15% como lo hizo Indonesia, además de la introducción de instrumentos de control directo de crédito como tasas de interés reguladas.

-Los depósitos, las colocaciones, las exportaciones también crecieron. ¿Buena gestión económica o qué?

-Aquí quiero tocar tres niveles entrelazados entre sí. Primero, la dinámica económica basada en la buena coyuntura está desarrollando al sistema bancario y la bancarización en Bolivia y está acentuando y convirtiendo de esta manera a Bolivia en una economía del dinero. Una economía del dinero necesita a bancos estables y eficientes, como necesita urgentemente al dinero. Segundo, los intermediarios financieros entre ahorristas e inversores juegan un papel preponderante en el desarrollo productivo y económico. El incremento de los depósitos y las colocaciones en Bolivia tienen que ser observadas a través de esta luz. Tercero, desde el punto de vista macroeconómico, el incremento de depósitos significa incremento de créditos y de ahorro. Visto esto desde la perspectiva de la teoría económica neoclásica, sobre la que se apoya el Gobierno al observar la dinámica bancaria, más ahorro significa más inversiones. Desde la perspectiva keynesiana, más ahorro significa una caída del consumo. En este marco no se puede ignorar la contabilidad desarrollada en los últimos 500 años: El Gobierno del MAS, como lo haría cualquier otro Gobierno bajo las condiciones coyunturales existentes, actúa consciente o inconscientemente como facilitador de bienestar para el sector privado por medio de la banca. Para una economía, el ingreso total siempre tiene que equivaler al gasto total.

De similar forma, los ahorros totales provenientes de los flujos de ingreso tienen que ser igual al total de inversiones en capital tangible. Expresado en relaciones de balances financieros, el balance financiero del sector privado es igual al balance en cuenta corriente menos el balance fiscal. Esto quiere decir que cuando la cuenta corriente es igual al balance fiscal, entonces el balance del sector privado doméstico tiene que ser igual a cero. En otras palabras el ingreso de la economía doméstica y de la economía privada equivale a sus gastos o, expresado de otra manera, el ahorro del sector doméstico privado equivale a los gastos de inversión del sector. Si la balanza comercial es negativa, lo cual no es el caso de Bolivia en la actualidad,  entonces no es posible tener al balance fiscal y al balance privado doméstico con un superávit. Esto solo se podría lograr creando una posición de deudor frente a otros países como lo hizo EEUU con China. En el momento en que la economía tiene una cuenta corriente con superávit y esta es capaz de mantenerla, debido a que persigue una estrategia de altas exportaciones junto a altas inversiones, entonces a este país le es posible mantener a un superávit en el balance privado y en el balance fiscal. Esto es la característica de la política y estrategia neo-mercantilista de los países del Asia, especialmente de China y esta es la constelación en la que se encuentra Bolivia en esta coyuntura, más por casualidad y por razones favorables externas que por estrategia de desarrollo.

-Alrededor de un millón de bolivianos dejaron la pobreza extrema en Bolivia este último quinquenio. ¿Es poco o mucho?

-Cada boliviano que salga de la absoluta pobreza es un éxito que tiene que ser visto libre de ideologías. En términos de eficiencia, el Gobierno de Bolivia es más lento comparado con otras experiencias como la de Vietnam, en la que  entre 1992 y 1998 se redujo la pobreza fuertemente de 58% del total de la población a 37%, para moverse ahora por los 20%, calculados bajo los nuevos estándares del Banco Mundial para medir la pobreza, de $us 2,24 por día y persona. En Bolivia, entre 2005 y 2011, la pobreza y  extrema pobreza cayó del 61% al 45%. Recién se verá en el futuro si esta reducción es sostenible. Por el otro lado, se tiene a un millón de personas que llegaron hasta el umbral de la clase media en términos de ingreso. La base para este movimiento es el incentivo de la demanda por medio de la transferencia de bonos sociales, el incremento de ingresos, el efecto multiplicador de los ingresos de la fuerte economía de la coca-cocaína, más una tendencia a reducir la desigualdad de ingreso dentro de la economía.

-La nacionalización de los hidrocarburos mejoró los ingresos del Estado. ¿Coincide o no con esa apreciación?

-La nacionalización de los hidrocarburos sentó la base para que el efecto de los precios internacionales repercuta directamente en los ingresos del Estado, teniendo en cuenta la participación del mismo de 50% en la renta de hidrocarburos. Los ingresos crecieron de 800 millones de dólares, en 2004, a entre  6.000 y 6.400 millones de dólares anuales, en 2013.

Este fuerte ingreso por las exportaciones de gas le permite al ministro de Finanzas ser uno de los pocos que aún puede dormir sin pesadillas, pues le permiten financiar el creciente gasto público sin problemas. Pero en la bonanza de las arcas fiscales también existe ya el germen de profundos problemas en el futuro, si no se maneja a la política fiscal con prudencia y visión de futuro.

Algo nuevo en la economía es que este gasto público creciente, que fomenta a la demanda interna de bienes y servicios, es financiado con impuestos. Mientras los ingresos gubernamentales se incrementen a un ritmo mayor que el crecimiento del gasto público y mientras la constelación de país neomercantilista se mantenga, Bolivia tendrá un superávit fiscal. La pregunta del millón aquí no es si es bueno o malo tener un superávit fiscal, sino qué es lo que el Gobierno es capaz de hacer en términos de cambios estructurales con el superávit fiscal. Lo paradójico de esta historia es que estos ingresos solo fueron posibles gracias al proceso de inversiones en el periodo neoliberal.

-El Estado aumentó su participación en la economía boliviana, llegando tal vez a un 40% del PIB. ¿Qué riesgos y qué beneficios genera esto?

-La participación del Estado en sus múltiples dimensiones en la economía es importante. El Estado es un imprescindible participante en el mercado, en la economía. Esto se ve observando su participación en países de Europa como Alemania, Inglaterra, Francia, Suecia, etc., la cual se mueve por encima del 40% del PIB. La pregunta no debe solo concentrarse al aspecto cuantitativo de la cuota estatal o de la cuota fiscal. Esencial desde mi punto de vista es la composición cualitativa de los gastos y de los efectos de la participación estatal así como de sus funciones.

En ese sentido, ¿Hace lo correcto el Estado como regulador? ¿Cumple con esa función con credibilidad? ¿Garantiza el bienestar común? ¿Gobierna en la economía garantizando resultados óptimos? ¿Cuán efectivo es el logro y los resultados respecto de sus principales objetivos político-económicos? ¿Es efectivo en función de establecer una justicia social y redistributiva? ¿Cumple con las leyes o las viola la vez que le da la gana? ¿Está al servicio del ser humano o está en función autocrática, por encima de la sociedad, formándola y deformándola de acuerdo con la visión ideológica reinante? En el caso específico de Bolivia también se tiene que considerar el “dilema del capturado”. Quiere decir que el Estado de Bolivia debe liberarse de la captura que algunos sectores hicieron del Estado, del acaparamiento de estos sectores como el de la coca. También es muy importante en el contexto descrito, el papel y la credibilidad, de los actores principales del Estado. A partir de estos criterios se pueden definir los riesgos y los beneficios y cada boliviano puede preguntarse honestamente si la participación del Estado en la economía de Bolivia coincide con sus expectativas.

-El ministro de Hacienda expone su orgullo por el modelo económico que resalta el pluralismo ¿Funciona la idea?

--Dejemos que el ministro se sienta orgulloso. Eso no le afecta a nadie. En la historia económica de Bolivia, a partir de la Revolución Nacional de 1952 , existieron ‘instituciones económicas’ que definieron sus reglas y estructuras plurales a partir del modo de producción determinado  en cada etapa política, en el marco de una ‘sociedad abigarrada’, como Zavaleta Mercado lo describió, pero que ahora fueron destapadas e institucionalizadas, pero no inventadas, en el artículo 306 de la Constitución. Sin negar su valor real dentro de las diferentes culturas existentes en Bolivia, los distintos tipos de organización económica, que son el fundamento de la economía plural, como ser la comunitaria y la cooperativa social, solo queda recordarle al ministro que la base cohesionadora para que las distintas formas de organización convivan armónicamente es la esfera del valor y es la esfera del dinero capitalista conjuntamente al ingreso generado por medio de la interacción de la esfera real y la esfera del dinero.

Esto no cambia en su esencia económica, así sea que en los ayllus u otro tipo de organización económica subsumen al dinero y a otros instrumentos del capitalismo a rituales ancestrales. Al fin del día, la participación de la gran mayoría como participantes consumidores y productores en el mercado se la realiza por medio del dinero, apoderándose por su medio a valores de uso y valores de cambio, iniciando procesos de economización y producción y siendo sujeto y objeto de esta interacción. Desde luego que es positivo que esa convivencia lleve a la generación de beneficio y bienestar en sus distintas formas económico-culturales.

-¿Murió el neoliberalismo en Bolivia?

-El liberalismo como ideología fundamentalista de Gobierno parece que murió. El neoliberalismo como práctica y como concepto dentro de los criterios de estabilización de la economía en el aspecto monetario y fiscal, de las tasas de cambio y dentro de los parámetros de los cuales las políticas económicas se mueven hace siete años está vivito, se pasea por los pasillos del Gobierno. Escuchar hablar a Evo Morales, a García Linera y al ministro Arce de los ‘bolsillos llenos’, usando distintos conceptos, como por ejemplo el uso de y la influencia de la tecnología, el crecimiento de la economía, el ahorro y las inversiones, las exportaciones y la fuerte apertura comercial de Bolivia,  la nueva coquetería del presidente con los empresarios, el manejo del problema del Tipnis y su enamoramiento con el extractivismo de materias primas, así sea rifando a los bosques naturales de Bolivia, destapan a personas profundamente inmersas en el pensamiento neoliberal, neoclásico, del pensamiento económico. No por el hecho que despotriquen ideológicamente contra el imperialismo americano o no porque reciten su mantra de la participación del Estado en la economía y del Estado como rector de la misma hacen desaparecer a los fantasmas neoliberales que orientan en el aspecto político-económico a sus cerebros.

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