Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Alex Soliz
Entre todas las preguntas que surgen cuando ocurre un hecho tan brutal, una de ellas retumba entre las paredes: ¿por qué?
Ante esta pregunta existen las clásicas respuestas facilonas referidas a las constantes demostraciones de poder por parte de Estados Unidos. No es que estén fuera de lugar, dado que existen muchas muestras para afirmar que una demostración del músculo militar y económico yanqui está en ciernes respecto al destino de Edward Snowden y el supuesto traslado del mismo en el avión del Presidente Morales. Congresistas, Diplomáticos y Representantes del Departamento de Estado hablan claramente -o dejan entrever en sus declaraciones- sobre las amenazas al mundo entero para así evitar el asilo de esa persona.
En las primeras declaraciones de Jane Psaki, portavoz del Departamento de Estado, se informó que cada Estado tomó la determinación de negar la autorización de sobrevuelo. Sin embargo cuando le preguntaron si funcionarios de Estados Unidos se habían comunicado con los países en cuestión para evitar el aterrizaje de Morales, ella respondió que sobre el caso Snowden “oficiales de Estados Unidos se comunicaron con una gran cantidad de países”.
Después siguieron las declaraciones sobre el Embajador norteamericano en Austria, William Eacho, quien supuestamente informó de la presencia de Snowden en el avión de Morales. Ahí tenemos una supuesta coincidencia en tiempos puesto que, según informan los medios, Eacho dirigió una nota al gobierno de Austria solicitando la entrega de Snowden para su extradición. Al mismo tiempo llegaba una nota a la Cancillería boliviana de la Embajada de Estados Unidos en Bolivia pidiendo la extradición de Snowden “en caso” de que este se encontrara en Bolivia.
Congresistas republicanos y demócratas, lanzaron amenazas a todos los países, en especial a aquellos que, tras el secuestro de Morales, ofrecieron asilo a Snowden. Las acciones contra Estados Unidos, indican, tendrán “graves implicaciones políticas y económicas”. Otra congresista lanzó declaraciones mucho más fuertes, asumiendo responsabilidad por la parte estadounidense y mostrando el hecho como una lógica respuesta de Estados Unidos contra un “enemigo” como es Evo Morales.
Ahora, reuniendo los hechos concretos, primero tenemos el brutal (brutal, porque no existe mejor término para definir esta situación) secuestro de Evo Morales, primero en cielo europeo sin poder aterrizar y luego en la sala VIP del aeropuerto de Viena sin permiso para continuar el viaje. Digo brutal por la forma en que se hizo, sin contemplar respeto a convenios, a la opinión pública, ni –al parecer- medir los resultados posteriores de la acción. Saltándose toda norma diplomática, violando todo acuerdo y amenazando de tal forma que potencias europeas agacharon la cabeza y obedecieron fielmente la orden.
Posteriormente… amenazas y afrentas, de país a países. “No asilen a Snowden”, retumba en el mundo entero. Nosotros como principal país afectado, no tenemos otra opción, en el marco de nuestra dignidad de país, de ofrecer asilo al ex agente. Pero todo lo relatado no parece una seguidilla de hechos inconexos, sino más bien una hoja de ruta, en la que se van marcando los pasos para que Snowden llegue en algún momento a suelo latinoamericano.
En un artículo leí del error que Washington cometió con Irak y las armas de destrucción masiva. A mi juicio, un error que les permitió bombardear Bagdad, derrocar un gobierno, imponer otro gobierno y tener más de 10 años de presencia constante de militares y empresas estadounidenses en el lugar. Igual, al ver esto uno no puede evitar el imaginarse la hoja de ruta con que se manejan estas crisis mundiales.
Ahora ya se habla de un nuevo enemigo, un enemigo pequeñito, pero con la fuerza de quebrar el sistema de información de las potencias y desvelar lo que todos sabemos, pero que las teorías de la conspiración luchan por ocultar: tenemos un mundo vigilado. Ahora el enemigo son personas que violan la seguridad de Estados Unidos y difunden sus reprochables actividades al mundo. Creo que se está trabajando en la construcción de un nuevo enemigo más, un enemigo que protege a estos hackers, espías y demás. Ahora los países que no tenemos la menor posibilidad de crear armas de destrucción masiva, seremos culpables de proteger gente como Assange, o gente como Snowden.
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