Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por Elizabeth Salguero Carrillo.
El año 1994 varias comunicadoras
y periodistas que trabajaban en radios y medios afiliados a la organización de
la iglesia católica Educación Radiofónica de Bolivia (ERBOL) fundamos la Red de
Trabajadoras de la Información y Comunicación RED-ADA. El incipiente proyecto
fue cobijado en las oficinas de ERBOL. Me acuerdo que empezamos la agencia de
noticias de informacion con enfoque de género recogiendo los telex
internacionales sobre las mujeres que desechaban los colegas periodistas.
Rápidamente empezamos a crecer,
con afiliadas en todo el país; fuimos las pioneras de la comunicación e
información con enfoque de género, priorizando la difusión e información sobre
los derechos y protagonismo de las mujeres en Bolivia y el mundo.
Teniamos un programa en Radio
Nuevo Amanecer los sabados que era todo un éxito. De esa manera, todo iba sobre
ruedas hasta el día que se nos ocurrió tocar el tema de los derechos sexuales y
reproductivos en un programa radial „hablar sobre el aborto“. Inmediatamente la
censura clerical de laicos y curas no se dejo esperar, nos cerraron las puertas
de nuestra pequeña oficina, nos quitaron nuestros documentos, nos echaron del
programa radial y quisieron quedarse con el proyecto de manera autoritaria y
unilateral. Cual libertad de expresion, si podian nos hubieran enviado al
infierno, solo que estaba un poco lejos todavia para dos mujeres embarazadas de
siete meses como eramos Teresa y yo misma, como miembra del directorio y
directora respectivamente. Nuestro gran pecado atrevernos a hablar sobre un
problema que era evidente en el pais.
El aborto, ademas de ser la
tercera causa de la mortalidad materna era un problema de saud publica por su
magnitud y de justicia social porque las muejres mas pobres son las que no
pueden pagar a un medico para que se los practique en condiciones seguras.
Han pasado casi 20 años y gracias
al proceso de cambio que lideriza el Presidente Evo Morales Ayma hoy somos un
Estado laico. Es decir ninguna autoridad, legislativa, ejecutiva,
electoral o judicial de ningun nivel del Estado, puede basarse en
creencias religiosas o conceptos morales a la hora de elaborar políticas públicas,
leyes, normas o implementacion de estas. Es por ello que me asombran las
declaracions de algunos/as funcionarios/as públicos que hablan del respeto a la
vida desde la concepcion vs el derecho a decidir si seguir o no con un embarazo
no deseado.
El articulo 15 de la Constitución
Política del Estado Prurinacional (CEP)es clara en definir solo el derecho a la
vida La Asamblea Constituyente discutio bastante sobre este derecho y se
rechazo el derecho a la vida desde la concepción.
A nivel internacional, el Comité
para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer de la CEDAW dejan en
claro que los principios fundamentales de igualdad y no discriminación exigen
privilegiar los derechos de la mujer embarazada sobre el interés de proteger la
vida en formación. La Convención de los Derechos del Niño no se refieren de manera
explícita a una protección del no nacido. El Preámbulo menciona la necesidad de
brindar “protección y cuidado especiales […] antes […] del nacimiento".
Sin embargo, esta frase no tuvo la intención de hacer extensivo al no nacido en lo
dispuesto en la Convención, en especial sobre el derecho a la vida.”

Al año siguiente, la Plataforma
de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing,
reafirma esta definición y da un paso más, al ampliar el alcance de los
derechos de las mujeres: “Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho
a tener control sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su
salud sexual y reproductiva, y decidir libremente respecto de esas cuestiones,
sin verse sujeta a la coerción, la discriminación y la violencia. Las
relaciones igualitarias entre la mujer y el hombre respecto de las relaciones
sexuales y la reproducción, incluido el pleno respeto de la integridad de la
persona, exigen el respeto y el consentimiento recíprocos y la voluntad de
asumir conjuntamente la responsabilidad de las consecuencias del comportamiento
sexual”.
Es necesario desmontar la visión
hegemónica de la identidad femenina como sinónimo de maternidad, se debe
desmontar la reivindicación del derecho de las mujeres a decidir libremente si
tener o no tener hijos/as, a contar con la información necesaria y al acceso a
métodos anticonceptivos. Esto es, a reivindicar la maternidad como una opción y
no como un destino.
Los derechos sexuales, según la
Organización Mundial de la Salud, (OMS, 2002): "abarcan el derecho de
toda persona, sin coacción, discriminación ni violencia, a: alcanzar el nivel
más elevado posible de salud en relación con la sexualidad, incluido el acceso
a servicios de atención de la salud sexual y reproductiva, buscar, recibir e
impartir información sobre la sexualidad, recibir educación sexual, que se
respete su integridad física, elegir pareja, decidir si ser o no sexualmente
activa, mantener relaciones sexuales de mutuo acuerdo, contraer matrimonio de
mutuo acuerdo, decidir si tener o no hijos y cuándo y llevar una vida sexual
satisfactoria, segura y placentera.
El derecho al aborto seguro y
legal cuando el embarazo supone un riesgo para la salud física o psíquica de la
mujer (aborto terapeútico) y en otras circunstancias puntuales; cuando el feto
presenta malformaciones graves (aborto eugenésico) y/o si el embarazo es
consecuencia de una violación (aborto ético). No obstante, aún en los casos
donde el aborto no está penalizado por ley, el acceso de las mujeres al mismo
se encuentra severamente restringido a causa de la ausencia de regulaciones
adecuadas y de la voluntad política necesaria (Human Rights Watch, 2005).
Esto se traduce en situaciones de
muertes y problemas de salud por la realización de los abortos de manera
clandestina e insalubre para las mujeres de escasos recursos.
En pleno siglo XXI es
incuestionable que el aborto es un derecho que supone la libertad de las
mujeres para decidir sobre su propio cuerpo y su propia vida, pues nadie podrá
negar que la vida de las mujeres se ve afectada con la obligación de llevar a
término un embarazo no deseado, más a más si este embarazo pudiese acarrear
daños a la salud física o psíquica.
La voluntad de controlar y
tutelar los cuerpos de las mujeres, su sexualidad y, en general sus vidas,
específicamente el derecho a decidir y el derecho universal a la salud, debe
ser analizado desde el marco general de crisis económica y financiera, pero
también de crisis política y democrática y que responde, claramente, a una
ofensiva de corte neoliberal pero sin duda de corte patriarcal.

La existencia de un marco
regulador que permita el ejercicio libre del derecho al aborto no significa la
imposición del mismo, lo que significa es la creación de garantías de
protección para que mujeres que tengan que hacer uso de él no pongan en riesgo
su vida. Asimismo, señalar que los países que tienen menores tasas de aborto,
se rigen por leyes de aborto no restrictivas, dentro de un marco responsable
que incluye educación sexual universal en las escuelas y servicios de
planificación familiar de fácil acceso y el acceso a anticonceptivos de
emergencia.
Por ultimo, es importante
recordar un slogan del movimiento amplio de mujeres de la región: "Aborto
legal para no morir, anticonceptivos para no abortar“
La autora es Embajadora de Bolivia en Alemania
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