Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Carla Espósito Guevara
El 20 y
21 de junio pasado se celebró la Conferencia Mundial “Por un Mundo sin muros y
la Ciudadanía Universal”, cuya iniciativa celebramos en la medida en que es
fundamental hablar de los retrocesos que el mundo está viviendo en torno a los
acuerdos migratorios y el respeto de los derechos humanos de los migrantes.
Estamos asistiendo a la peor crisis migratoria después de la segunda guerra
mundial, se calcula que actualmente existen 65 millones de refugiados en el mundo
producto de las guerras. Según estimaciones de la Organización Internacional
para las Migraciones (OIM), el número de refugiados que atravesaron el
Mediterráneo, solo desde el primero de enero, superó los cien mil.
Nunca
como ahora se han levantado tantos muros para detener a los migrantes, el
gobierno de Trump en particular está implementando una de las políticas más
duras frente a la migración con deportaciones masivas ampliación de cárceles y
suspensión del ingreso a determinadas nacionalidades. Política que está siendo
emulada por gobiernos latinoamericanos como el de Macri, que propuso retirar a
los bolivianos de Buenos Aires. Sin duda el giro conservador en la región está
provocando también un retroceso de los avances logrados en sud América en la pasada
década respecto al tema migratorio.
En
general las políticas migratorias de los países desarrollados están siendo
orientadas hacia un enfoque de seguridad nacional que criminaliza la migración
y militariza su control. Esto está trayendo como consecuencia lógica la
exacerbación del racismo y la xenofobia que se ensaña con ciertas
nacionalidades.
Los
días posteriores a la Conferencia se escribieron varios artículos sobre sus
resultados, la mayoría de ellos elogiándolos, pero yo quisiera referirme acá a
lo que no se dijo, o al menos a lo que se dijo en las mesas de trabajo y, por
alguna razón, fue censurado y no salió reflejado en el documento final que, en
mi opinión, es un documento débil en relación a las posiciones de los
participantes.
La
conferencia identifica tres como las principales causas que provocan la
migración: los conflictos bélicos e intervenciones militares, el cambio
climático y las enormes asimetrías económicas entre los Estados y al interior
de ellos, pero no es suficiente decir eso, es necesario explicar que las
guerras son provocadas por los intereses geoestratégicos particularmente de los
países miembros de la OTAN, que ocupan militarmente los países del sur para
apropiarse de sus recursos naturales como ocurre hoy en día en Irak, Afganistán,
libia y Siria y ha ocurrido históricamente con muchos otros países del África,
del Asia y América latina con la plata, el oro, el estaño, los diamantes, etc.
Este tipo de ocupaciones se llama colonialismo y concita atención que, siendo
una de las causas estructurales que provocan la migración, particularmente del
sur al norte, no se haya mencionado en el documento final.
El
documento tampoco hace mención a la palabra imperialismo ni a los intereses del
complejo militar industrial de los Estados Unidos que son el principal motor de
las guerras en el mundo, tema que fue ampliamente discutido en las mesas. No
olvidemos que la industria más importante y la más poderosa de los Estados
Unidos es la industria armamentista. Estados Unidos es el principal exportador
de armas en el mundo y sus gobiernos utilizan el movimiento de esta industria
para activar la economía norteamericana en periodos de crisis. No es casual
entonces la reciente venta de armas de Trump a Arabia Saudita por un monto de
110 billones de dólares más otros 350 billones a efectivizarse en los próximos
diez años, una de las ventas más grandes en la historia, que obviamente está
destinada a la generación de nuevas guerras.
Tampoco
se hizo ningún llamado especifico a los países Europeos para que se hagan cargo
de la crisis migratoria que sus políticas internacionales están provocando en
el medio oriente, ni se mencionó la crisis migratoria siria, una de las peores
del mundo.
Es
claro que la Conferencia no quiso herir ninguna sensibilidad y por eso evadió
el análisis de temas fundamentales, pero incomodos para los países
desarrollados. Entiendo que habrá una segunda conferencia y que esta fue
solamente un precalentamiento, esperemos entonces que estos temas sean
analizados a profundidad ahí. Como esperamos también la pronta implementación
de este documento en el territorio nacional, particularmente en las fronteras,
y ojala no quede como un documento más para el recuerdo, mientras nuestra
practica va por el lado contrario.
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