Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Esteban Ticona Alejo
Creo es
tiempo de entrar a discutir en el proceso de la descolonización de ¿qué hacemos
con los patrimonios coloniales? Heredados de la colonia española y el
republicanismo. Cada cierto tiempo aparecen voces, manifestaciones y defensores
del patrimonio cultural colonial del país, llámese edificios
(muebles/inmuebles), expresiones estéticas y hasta la defensa de una “ciudad
vieja” como el casco colonial de la ciudad de La Paz.
¿Cómo construyó el colonialismo la ciudad de
La Paz? Fundando sobre otra ciudad llamada Chuqiyapu marka, otrora aglutinadora
de ayllus ancestrales. Algunos nombres actuales de muchos barrios o zonas en
aymara (ejemplo, Qalaqutu= pila de piedras) y quechua (ejemplo, munaypata= loma
del amor) son una muestra de toda esa gran riqueza intercultural existente.
Como parte de la gran cruzada religiosa de dominación, las iglesias católicas
de la ciudad vieja (fue similar en Quito y Cusco), se edificaron sobre las
wak’as ancestrales andinas. Hace poco, un Viceministro del Ministerio de
Culturales, pidió a la iglesia católica “abrir las puertas” el 21 de junio para
celebrar el año nuevo andino amazónico, puesto que en las iglesias están las
wak’as. Está claro que el clero dijo que no se podía hacer ese pedido. Porque
en el fondo aún se sienten que han triunfado en la dominación espiritual de los
pueblos ancestrales.
A lo largo de los años, desde la colonia hasta
la actualidad, La Paz quiso imponerse sobre Chuqiyapu marka. Sería largo
enumerar los grandes momentos de desencuentros de estas dos ciudades que tienen
legados civilizatorios distintos y la lucha por la reivindicación del
patrimonio cultural es una de esas disputas. Pero ¿qué es un patrimonio
cultural? puede ser definido como una construcción social, cultural y política,
entendida ésta como la elección simbólica y subjetiva de elementos culturales
del pasado. ¿Cuál es pasado para Bolivia? Lo colonial. A pesar de la situación
de dominación de los pueblos ancestrales, el patrimonio cultural actual es el
resultado de mecanismos de conflicto y negociación. Este patrimonio colonial es
reciclado, adaptado, refuncionalizado, revitalizado, en un contexto de “la
modernidad”. ¿Qué sucede cuando esa refuncionalización, como es el caso del
Palacio de Gobierno, ya no sirve para el presente y el futuro? Queda en el
pasado, aunque en el presente sería interesante convertir en un museo donde se
recuerde a los asistentes que al edificio llamado Palacio de Gobierno ya la
Plaza Murillo, los indios estaban prohibidos de ingresar libremente.
En un evento sobre patrimonios coloniales, un
asistente radical decía que lo lógico es que lo colonial desaparezca y con ella
se extinguirán paulatinamente todo el valor simbólico de la dominación y el
racismo que representó y aún representa. Incluso en términos económicos, se
preguntaba ¿cuánto representa sostener vetustos edificios que cumplieron su
ciclo de vida y que hoy son una especie de zombis vivientes? ¿No es mejor
construir nuevos edificios para estos tiempos y las necesidades actuales? La
respuesta no es tan sencilla cuando se quiere construir distinto al pasado;
porque el colonialismo se recicla permanentemente y encuentra discursos culturalistas
de defensa colonial. La muestra palpable son los y las defensores del
patrimonio cultural colonial, diciendo a la “Casa del pueblo” y sus similares
que no sólo es una “agresión”, “errática”, “insano”, etc. sino “verdaderos
engendros” que desnaturalizan el legado colonial uniforme y racista.
Aymara-boliviano. Dr. en Estudios Culturales Latinoamericanos y es Docente en la UMSA.
y Twitter: @escuelanfp
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