Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Cómo es posible que nuestros propios compañeros de vida,
nuestros padres, esposos y hermanos nos violen, nos abusen siendo niñas o
mayores! ¿Por qué esa crueldad, impunidad y cinismo hacia nosotras? Y la
pregunta nos hacemos desde el lugar de la lucha revolucionaria de las mujeres,
no desde la victimización; desde el lugar de las ideas, el amor y las
propuestas de mundo que conmueven nuestros corazones. La pregunta es el reclamo
de las hermanas y compañeras a los hermanos y compañeros.
A lo largo de la historia, el sistema patriarcal ha
desarrollado muchas armas de control y exterminio de la vida, empezando por el
control y la violencia hacia los cuerpos de las mujeres. Una vez probada la
efectividad de esta arma y su impunidad, se legitima socialmente y se legaliza
institucionalmente, para luego, proyectarse hacia los hombres, hacia los
pueblos y territorios, y hacia nuestra hermana y madre naturaleza. Entonces el
patriarcado, como sistema de todas las opresiones y dominaciones, ha creado a
los ejércitos, las leyes, las religiones, la Policía, las dictaduras, la
represión y la discriminación para controlar, con la violencia, al proletariado
que denuncia la violencia económica, a los pueblos que piden participación en
las decisiones políticas, a los pueblos indígenas que pedimos reconocimiento y
denunciamos el racismo... a los pueblos y países que defendemos los recursos
naturales.
Pero este patriarcado necesita de un instrumento
efectivamente cotidiano en las casas y en las camas, un arma efectiva que pueda
controlar la base de la reproducción de este sistema de muerte, de esta
explotación, de esta dictadura del capital y las transnacionales. Esa arma es
el machismo, que son las conductas y formas de pensamiento que instauran social
y simbólicamente la idea de que las mujeres somos inferiores a los hombres, y
que por lo tanto deberíamos aceptar nuestra supuesta inferioridad. Este
instrumento cotidiano funciona de la misma manera en que las armas públicas del
control y represión llegan a matar a quien se rebela o quien no cumple con las
exigencias patriarcales y machistas del sistema.
Lo que nos duele es que nuestros propios hermanos y
compañeros, lo mismo que los mercenarios, sean nuestros represores, nuestros
violadores y femicidas, a cambio de un miniprivilegio que es el hecho de ser
servidos por las mujeres; por ese gustito de que siendo jodidos por este
sistema puedan ellos sentirse patroncitos por unos minutitos. Por ese
minipodercito traicionan a la comunidad, traicionan los sueños de las familias,
traicionan a la revolución, a los sueños de construir otro mundo sin
opresiones. ¡Por esito se venden!
Convocamos a nuestros hermanos y compañeros a desobedecer al
patriarcado y al machismo. Los convocamos a pelear y luchar coherentemente
contra el sistema patriarcal de opresiones. Los convocamos a liberarnos juntos
y de verdad a no hacerse cómplices del dolor de la humanidad y la naturaleza.
¡Los convocamos, hermanos y compañeros, a construir el vivir bien de la
humanidad y la hermana naturaleza!
La autora
es feminista comunitariaSíguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
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