Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Estos días vimos una crisis en el
suministro de agua en varios municipios del país, en especial en La Paz y
Cochabamba, las causas son diversas, en parte por el calentamiento global,
también por el crecimiento de la población, la extensión no planificada de
áreas urbanas a través de loteamientos ilegales permitidos por las alcaldías
(suena irónico pero es cierto), el despilfarro del agua por parte de muchos
ciudadanos, y lo más importante, el saqueo de este recurso vital por parte de
las empresas y todos quienes lucran a través de su venta o uso comercial.
El
saqueo del agua
Producto de la Guerra del agua en
Cochabamba, tal vez única en el mundo hasta ahora, se consagró como un derecho
humano en la Nueva Constitución Política del Estado. Sin embargo en los hechos
genera ganancias increíbles a las empresas nacionales y en especial a
transnacionales que han tomado nuestras vertientes, arroyos y aguas subterráneas
sin pagar una renta al pueblo boliviano.
Estos años de crecimiento económico y de
mejora del poder adquisitivo de la población permitieron aflorar el mercado del
agua embotellada, muchas empresas proveedoras de gaseosas y embotelladoras han
comercializado este elemento vital vendiéndola a un costo de mil veces más respecto
al precio del agua de grifo, veamos este dato del costo de metro cubico de agua
(que equivale a mil litros): En la ciudad de
La Paz, el metro cúbico de la tarifa solidaria de 1 a 15 cubos es de 1,78
bolivianos; 3,30 en Cochabamba. En la tarifa doméstica I, el metro cúbico es de
3,30 por un consumo de 16 a 30 cubos. En la tarifa doméstica II, el metro
cúbico es de 6,26 bolivianos de 30 a 150 cubos. En la última categoría de 150 a
300 cubos, el m3 cuesta 9,4 bolivianos.
¿Cuantas botellas de 500 mls. llenan con
un metro cúbico de agua? La respuesta es simple son 2000 botellas y cada una es
comercializada a 5 bolivianos generando 10000 bs. eso se llevan las empresas, imaginemos
la miseria que pagan de ese monto, si es que lo hacen, porque muchas empresas descaradamente
nos ofrecen agua de manantiales, que de ser cierta su procedencia la ganancia
es mayor, porque serían tomadas sin pagar un centavo a nadie. Y si a alguien se
le ocurre ofender al pueblo indicando que remuneran su uso pagando impuestos,
es un sinvergüenza, porque hasta por el hilo que usa una empresa tiene su costo
de producción separado de los impuestos y el costo del agua en el proceso de
producción es irrisorio ni siquiera de 10 bolivianos por mil litros de agua,
eso significa el saqueo de un recurso más valioso que el oro o el petróleo y
que recién cuando comienza a escasear llegamos a reconocer su valor para la
vida.
El agua es un recurso más importante que
el gas o petróleo, por tanto su uso comercial debe rendir una renta al pueblo
boliviano que es el único dueño y eso está plasmado en la Constitución Política
del Estado.
Por otro lado, tampoco se regula el uso
industrial, ya que aunque no signifique la venta del agua, si representa su uso para la producción, por
ejemplo, solo viendo el caso de la contaminación que deja la explotación minera,
dejando inutilizable el agua por el contenido de materiales que utiliza como
mercurio para la explotación de oro, impidiendo el uso de este elemento vital en
riego y consumo humano., algo similar ocurre con las fábricas, por ejemplo en
el teñido de telas.
¿Sólo
cuando nos afecta nos importa?
Los temas expuestos no son regularmente
motivos de preocupación, sino que lo que ha llamado la atención a la población
fue que durante unos días no había agua para tomar, cocinar, ni usar el baño, recién
ese momento tomó importancia. Y en este escenario se muestra el descontento contra
una empresa, la Empresa Publica social de Agua y Saneamiento (EPSAS), que no
informó la situación del desabastecimiento, que no da un solo dato de la
situación del agua en La Paz, y que no ha realizado acciones serias ante el
incremento de la demanda de agua, ni ha proyectado la reutilización de este
recurso y su purificación para no contaminar la Madre Tierra. En pocas palabras
una administración ineficiente e ineficaz que ha servido para el cuoteo de
cargos con personas que ni siquiera tienen preparación profesional en el área y
que increíblemente trabajan allí.
Ante
el debate ciego surgen los peligros
¿Qué hacemos ante esta situación?,
hábilmente el alcalde del Municipio de La Paz y la alcaldesa de El Alto han
salido a plantear la creación de una empresa que reemplace a EPSAS y que sea
una empresa Metropolitana, al respecto cabe recordar que en Cochabamba la
empresa encargada de la provisión de agua es una empresa municipal y eso no ha
evitado la similar situación de desabastecimiento, por otro lado ante su
evaluación de que la causa es el mal uso que hacen los ciudadanos nos plantean
el incremento de tarifas, ahí debemos percatarnos que la lógica de manejo de
precios en el mercado no soluciona el problema, sólo golpeará a las familias de
menores recursos, porque, volviendo al ejemplo de Cochabamba la tarifa es mayor
y eso no evita que los sectores jailones tengan piscinas y que zonas más
rezagadas no tengan agua.
El planteamiento de los alcaldes de El
Alto y de La Paz representa un retroceso, ambos se sostienen en la lógica de la
iniciativa privada en sus gestiones, por tanto no afectarían a ninguna empresa
dentro de los municipios, sino que incrementarían el costo del consumo del agua
a los vecinos, que como describimos, afectarían más a las familias de menores
recursos.
Pensar
Soluciones
El agua es un recurso fundamental para la
vida y necesitamos cuidarla, de no hacerlo ponemos en riesgo la vida en nuestro
país, necesitamos que el agua llegue al pueblo y que no sea vendida como sucede
ahora, sin duda las empresas embotelladoras ganarán mucho con el
desabastecimiento vendiendo agua, que como señalamos líneas arriba lo hacen en
una lógica de saqueo, necesitamos que el agua sea transportada a las zonas y
barrios donde se la necesita, en las provincias y áreas de cultivo, esa debe
ser nuestra prioridad, debemos llevar adelante proyectos de uso, manejo y reserva
de agua que no piensen solamente en las ciudades sino en todo el Estado, por que
corremos el riesgo de sacrificar las áreas rurales para dar agua a las áreas urbanas
provocando hambre en todo el país por la escaséz de alimentos que puede
generarse si no llega agua a las comunidades.
Se necesita frenar el saqueo del agua,
necesitamos que las empresas que lucran con el uso del agua paguen una renta
similar a las regalías de hidrocarburos, por otro lado, debe prohibirse la
venta de agua, el agua es un derecho y no una mercancía, debemos tener agua
para la vida y no para el lucro.
Pensemos en esto, es irracional que las
empresas tengan manantiales de dónde sacan agua para venderla sin pagar por ese
recurso y que muchas ciudades del país estén obligadas a comprarles esa agua porque
no la tienen en sus barrios.
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