Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Fernando Rodríguez
Ureña
Los derechos humanos representan una doctrina universal por
la que las naciones del mundo se comprometen a poner freno al abuso de poder de
los gobiernos, significando al mismo tiempo un mecanismo de protección de la
ciudadanía en relación a los derechos positivados en un conjunto de
instrumentos.
Pero para la concepción neoliberal, los derechos humanos se
reducen a los derechos civiles y políticos. Al ser estos autoejecutables, para
su vigencia y realización, el estado NO debe intervenir, sino en su
reconocimiento como normas dejando a los ciudadanos el derecho de ejercerlos y
demandarlos.
No olvidemos que para el neoliberalismo rige el Estado Mínimo,
dejando en manos de la sociedad civil o mejor expresado en manos del sector
privado la iniciativa que debía ser responsabilidad del estado.
En este contexto, el neoliberalismo le pone absoluto énfasis
a los derechos a la propiedad y las libertades, pues considera que la igualdad
ante las leyes y ante el mercado, son las reglas del juego del mundo moderno.
Entonces, en que quedan los derechos económicos, sociales y
culturales (DESC) como por ejemplo: la educación, la salud, el empleo y
trabajo, la seguridad social para señalar sólo algunos de ellos.
Para el neoliberalismo, estos derechos humanos son sólo aspiraciones.
Argumentan que no constituyen derechos por no ser autoejecutables. Entonces
queda claro y al desnudo, la visión sesgada, incompleta e instrumentalizada que
hace la derecha y el neoliberalismo de los derechos humanos.
Y es desde esa plataforma doctrinal que la derecha se atreve
a cuestionar a los regímenes que le dan preeminencia a los DESC, que
generalmente son estados que son resultado de revoluciones sociales.
Resulta curioso que los “llamados dictadores” han sacado de
la situación de extrema pobreza en muy poco tiempo, a millones de personas,
generando intensa movilidad en sus estructuras sociales. Más curioso resulta
que los países de las “mal llamadas dictaduras” han eliminado el analfabetismo.
También resulta notable que “las dictaduras” han producido el seguro universal
y gratuito de la salud y tienen sistemas de seguridad social cada vez mayores y
con mejores coberturas.
Entonces ¿los “dictadores” son violadores de los derechos
colectivos o derechos de los pueblos, reconocidos por el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales y su protocolo facultativo?
Definitivamente no. Son los gobiernos populares los que mejor protegen los
DESC.
Para evitar la consolidación de este tipo de gobiernos
revolucionarios y de transición, los EE.UU. a través de sus partidos políticos
aliados, los medios de comunicación y las castas de intelectuales liberales que
actúan en nombre de la ciudadanía, pretenden subvertir el orden, haciendo
campañas basadas en la lectura instrumentalizada de los derechos humanos,
entendidos –reiteramos- como derechos a la libertad y la propiedad.
Cuando el MAS a través de sus asambleístas plurinacionales
plantea el recurso abstracto de inconstitucionalidad, dado el carácter
supraconstitucional que tienen los instrumentos de derechos humanos, lo hacen
en el marco de absoluta legalidad ya que este principio sostiene que “si
existiera una norma de derechos humanos que proteja más efectivamente algún
derecho de un ciudadano, esta norma deberá ser aplicada aún por encima de la
norma constitucional.”
Entonces el recurso no es solamente legal sino también
legítimo, porque las normas de derechos humanos lo prevén y el sentir de la
mitad de la población lo reclama, para seguir profundizando las políticas públicas
que amplían progresivamente la vigencia y realización de los DESC.
Es más, incluso deberíamos plantearnos una nueva Asamblea
Constituyente que evalúe la calidad del actual texto constitucional a la luz
del que debió ser el texto constitucional emanado de la Asamblea Constituyente:
el texto constitucional de Oruro.
Si las constituciones son perfectibles, perfeccionamos
también la nuestra y realicemos todos nuestros derechos humanos, armónica y
complementariamente.
Sociólogo. Militante Guevarista.
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