Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Johny Luis García Guerra
¿Para qué estudiar El Capital de Carlos Marx en una época de plena vigencia del
proceso de cambio en Bolivia? ¿Será útil para la acción política o para la
gestión pública? Hoy en día es necesario el fortalecimiento de ambos porque
deben ser componentes de un mismo proyecto, que en conjunto permitirá profundizar
la Revolución Democrática y Cultural. Por este motivo la comprensión de una
obra como El Capital constituye un
valioso aporte para el desarrollo de los cambios revolucionarios.

Hoy existe cierta confusión política
entre algunos sectores que llevan adelante el proceso revolucionario y mucho
más en aquellos compañeros que simpatizan y apoyan esta causa. Y aunque son muy
importantes los esfuerzos del gobierno por difundir los fundamentos del proceso
de cambio, el trabajo de la oposición de derecha nacional e internacional empieza
a tener repercusiones en el convencimiento ideológico en la gente.
¿Cuál es la estrategia fundamental
empleada por la corriente mundial y nacional de la derecha? Enmascarar la
esencia del capitalismo, cubrir y recubrir la explotación de la fuerza de
trabajo, que es su fundamento, hasta negarlo por completo, generando como
resultado confusión entre varios compañeros sobre el problema central de la
explotación en las sociedades capitalistas.
Si bien es cierto que el indigenismo,
el feminismo, los movimientos democráticos, etc. son formas muy valorables de
lucha del pueblo contra el capitalismo, la estrategia de dominio imperialista
tiende a tergiversarlos y utilizarlos para sus propios fines. Así, las
versiones antipopulares de esas corrientes se presentan como: indigenismo
oportunista-liberal, democratismo burgués, profesionalismo
tecnocrático-mercantil, feminismo negador de la lucha de clases, entre otros. Cada
una de estas tendencias resalta por separado contra el marxismo problemáticas
particulares, cuyo denominador común es negar o evadir la explotación del
obrero y de las naciones indígenas originarias y del campesino por el
capitalismo y el imperialismo. Al final, el compañero confundido por estos
discursos altisonantes empieza a simpatizar con políticos oportunistas y
traidores al proceso de cambio (Felipe Quispe, Félix Patzi, Rafael Quispe entre
otros) o con políticos de derecha (Samuel Doria Medina, Carlos Mesa, Luis
Revilla, Rubén Costas, etc.)
El Proceso de Cambio tiene varias partes
integrantes: el indigenismo y el marxismo, el feminismo y los movimientos
democráticos, etc. Pero hay algunos mandos medios del mismo Proceso que están
siendo confundidos por la propaganda del democratísimo burgués que empieza a
impulsar divisiones al interior de sus partes integrantes, como por ejemplo
entre indigenistas y marxistas.
La acción política no solo se da en las
calles, en los movimientos sociales o en la sociedad organizada, sino también
en el Estado, particularmente en la gestión pública. Es verdad que la inversión
pública y las prestaciones de los servicios públicos se han incrementado en los
últimos años, particularmente desde el 2006, sin embargo, la confusión política
también se presenta en este ámbito y se expresa en actos de corrupción.
La corrupción de algunos funcionarios
públicos es resultado de, al menos, dos cuestiones centrales: el mercantilismo
capitalista y los funcionarios oportunistas. La libre competencia de empresas
privadas para acceder a los contratos estatales condiciona el uso de una serie
de estrategias mercantiles, una de estas estrategias es la promoción e
incentivo de la corrupción de funcionarios públicos. La estrategia empresarial
de corromper al personal de las entidades estatales tiene su eco en
funcionarios oportunistas, quienes favorecidos por su posición y otras
prerrogativas más cometen delitos contra la buena administración de los
recursos del Estado.
Por tanto, la finalidad del estudio de El Capital se enmarca en el
fortalecimiento de la conciencia política de los sectores y compañeros del
proceso de cambio y de aquellos que apoyan esta causa, comprendiendo el alcance
real del capitalismo (como sistema de explotación y opresión de los pueblos)
con el propósito de reforzar la acción política que se desarrolla en las calles
y en el Estado en contra del oportunismo que pretende corroer la movilización
social y la gestión pública, así como contra la derecha reaccionaria que intenta
retomar el poder para reimplantar en el país, el modelo neoliberal.
Integrante del Taller de Estudio de El
Capital de la Escuela Nacional de Formación Política
La Paz, septiembre de 2017
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