Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Camilo Katari
Vo
Nguyen Giap fue el estratega que derrotó a las fuerzas de ocupación de Estados
Unidos en Vietnam. En nuestro medio desde hace unos 30 años un personaje se
esmera para ser reconocido como brillante estratega político y militar, estamos
hablando de Felipe Quispe que, fracasado
su proyecto guerrillero debido justamente a una falta de estrategia y táctica,
se dedicó a desprestigiar a su compañero de ruta.
Frustrada
esta intentona guerrillera Felipe Quispe, llamado en algún momento de esa
historia ‘El Mallku’, fundó un partido para participar en el juego democrático,
pero finalmente desistió de la democracia, y abandonó su curul de diputado,
demostrando un total desprecio por el sistema democrático.
Felipe
Quispe, quien ha dejado su estrategia guerrillera para adscribirse a la teoría
insurreccional del POR-MASAS, de cuyos sindicatos y federaciones ha recibido un
inmediato apoyo a su “estrategia insurreccional para tumbar a Evo”; además, y
por supuesto que todos los medios de la oposición mediática se han esmerado en
amplificar y “construir el escenario” para apoyar a este personaje y debilitar
al Gobierno.
Felipe
Quispe tuvo la capacidad de hostigar y debilitar al Gobierno de Gonzalo Sánchez
de Lozada, pero no fue sólo la figura de éste que definió el decurso de aquella
crisis de Estado; sin la intervención de las juntas vecinales de la ciudad de
El Alto y las organizaciones populares de los barrios de La Paz, la Guerra del
Gas, no hubiera sido exitosa.
De ahí
en más, la figura de Felipe Quispe no tuvo la capacidad de presentar ninguna
alternativa respecto a la construcción de un nuevo Estado, no tuvo presencia en
la Asamblea Constituyente, y los intentos de rearticular otro partido
indianista quedaron muy debilitados. Su discurso de restauración del Kollasuyo
y acabar con los “inquilinos q’aras” quedó en el olvido.
Hoy,
Felipe Quispe aparece apoyando y liderando un movimiento ajeno a las
comunidades andinas, como es la junta vecinal, invento de los q’aras a quienes
Quispe tiene un preferencial desprecio, al igual que al trotskismo que hoy es
su aliado principal.
El
juego en el que ha entrado Felipe Quispe le quitará las pocas luces de su paso
por la historia de los movimientos sociales, porque actualmente está alineado a
una estrategia, ésta sí es muy eficiente porque viene del Norte, destinada a
liquidar a todos los gobiernos opuestos al imperialismo. La modestia y la
preservación del prestigio ganado es una de las virtudes de los amautas
andinos, categoría en la que no podrá figurar jamás Felipe Quispe porque ha
roto el carácter orgánico de la representación comunitaria.
Este
personaje en buena medida ha sido una construcción mediática, que se dedicó a
fortalecer las acciones violentas de hechos y la violencia simbólica de su
leguaje; al respecto es bueno apuntar lo que señala Carlos Soria en la
introducción al texto de Richard Clutterbuck Los medios de comunicación y la
violencia política: “Existe en nuestro mundo contemporáneo una peculiar
simbiosis entre violencia política y los medios de información”.
El
hecho se explica por el papel que los medios se han auto otorgado en el juego
social, y los modos profesionales de entender y tratar lo que es
información...” Sin lugar a dudas la
violencia (simbólica y de hecho) se ha convertido en una práctica política de
la oposición boliviana, y bien apuntalada por algunos medios de comunicación.
Finalmente
diremos que para ser un verdadero estratega en la política boliviana no basta
con un lenguaje violento o de doble sentido, tampoco basta el apoyo coyuntural
de los medios de comunicación, sino como decía el Che “un conocimiento profundo
de la realidad concreta”, es decir de las estructuras sociales complejas que
tiene nuestro país.
Escritor e historiador potosino
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