Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Freddy Morales
Tema peliagudo el de los transgénicos. No hay funcionario público que quiera abordarlo. Sin embargo, hace poco más de dos años fue motivo de una especie de cumbre en Santa Cruz, cuando los empresarios de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) hicieron fuerza y campaña para que el Gobierno les autorice utilizar semillas transgénicas de soya, maíz y algodón transgénicos. La sorpresa fue que no se aprobó la autorización, aparentemente debido a la irrupción de delegados campesinos (favorables al Gobierno) que dieron la impresión de parar en seco lo que se pensaba era la segura culminación del trámite. Incluso la clausura de la reunión se demoró por horas, en un ambiente de misterio hasta ahora no revelado.
Y debe haber razones. La investigadora uruguaya Silvia Ribeiro reveló hace poco que la transnacional Monsanto soporta una ola de juicios en Estados Unidos, acusada de haber causado cáncer a varias personas por el uso de glifosato, pesticida que acompaña el cultivo de algunos transgénicos y que destruye bacterias presentes en el intestino humano, esenciales para la digestión, el sistema inmunológico e incluso para el funcionamiento del cerebro.
El glifosato actúa como herbicida, inhibe el desarrollo de una enzima que evita que la hierba se desarrolle. Ribeiro recordó que Monsanto inventó y vende el glifosato desde 1974. Su uso aumentó por el uso de transgénicos tolerantes a este pesticida como la soya, el maíz y algodón transgénico (el trío de cultivos que los agricultores desean desarrollar en Santa Cruz).
Ribeiro afirma que el glifosato dañaba también a los cultivos de antes, por lo que su uso era menor, pero con el desarrollo de los transgénicos, su uso se multiplicó hasta un 2.000% en Estados Unidos, matando todo lo que hay alrededor de las plantas, pero también generando resistencia en hierbas que pasaron a ser llamadas súper malezas. La respuesta fue aumentar las dosis y la frecuencia de glifosato, y Monsanto y otras transnacionales aumentaron la concentración en los agrotóxicos.
La investigadora advierte que ahora se sufre una epidemia silenciosa de glifosato, ora por inhalación directa en campos, ora por cercanía a zonas de fumigación, o por los residuos tóxicos cada vez más altos en alimentos que contienen soya y maíz transgénico. Y agrega que se han desarrollado herbicidas más poderosos como el dicamba, tolerado por la soya RR2 XTend de Monsanto, que puede matar no solo malezas, sino también “siembras de hortalizas, frutales, ornamentales y hasta árboles”; e incluso soya transgénica de versiones anteriores no tolerante a dicamba.
Hace apenas días, en una charla informal le consulté a un experto que trabaja en una institución relacionada con estos temas en qué quedó la frustración de los agricultores cruceños que no lograron autorización para cultivar maíz transgénico. Me dijo que si tengo ocasión, visite algunas plantaciones del sur y compare: “en un chaco, pele la mazorca y vea los granos. No sería raro que algunos estén malogrados. En otros chacos, se encontrará con unos granos limpios, hermosos, como si fuesen de plástico”.
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