Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Fernando Rodríguez Ureña
Inti Peredo fue definido por el Che como
uno de los combatientes mas abnegados de la guerrilla del Nancahuzú. Su ejemplo
fue importante para organizar la gesta armada de Teoponte, donde ya no logró
llegar por su asesinato
Vivimos tiempos novedosos y por eso mismo
apasionantes, para quienes nos formamos en un marxismo revolucionario que tenía
en la Cuba de Fidel, el Vietnam de Ho Chi Min, la R.P. China de Mao y la Libia
de Gadaffi los paradigmas de procesos revolucionarios. Nuestro proceso, no
puede obviar las experiencias pasadas y la calidad de dirección de sus
conductores.
Por eso, revivimos la multidimensional
figura de Inti Peredo en este nuevo aniversario de su asesinato.
El Inti en su contexto histórico
Sin duda alguna, el mundo en los 70 vivía
aún los temblores de la crisis de los misiles en el Caribe y la definición de
la Revolución Cubana como socialista; la insurgencia del mayo francés y el
cuestionamiento de los movimientos sociales al poder de la Francia de De
Gaulle; las victorias vietnamitas en sucesivas batallas contra los marines
norteamericanos; los procesos de liberación en el África y la constitución de
estados nacionales africanos; las luchas contra el apartheid en EE.UU. junto a
la actuación de las Panteras Negras y la heroica gesta del Che en tierras de
nuestra América.
El Inti como hombre nuevo
En ese contexto, la radicalidad en la
lucha implicaba un auténtico compromiso con las ideas, lo que llevaba a los
revolucionarios, no sólo a luchar por ellas sino hasta morir por ellas. Un
revolucionario, un cuadro revolucionario, era considerado un ser excepcional
que había introyectado en su propia vida una conciencia y moral que lo
proyectaban como un ser del tiempo futuro, de cuando triunfe el socialismo en
el mundo y se empiece a construir el comunismo.
Eso era proletarizarse, aun teniendo cuna
pequeño burguesa y empezar a construir en la vida cotidiana, el hombre nuevo en
la transición socialista hacia el comunismo.
Y el pensar así era tener conciencia
plena de lo que significaba una lucha a muerte contra el capitalismo y el
imperialismo norteamericano.
El Inti y la vía armada
Y ahí, en ese intersticio, se insertaba
la violencia revolucionaria, como un acto de amor hacia los pobres de la
tierra, mediante la cual se transformaban las estructuras de injusticia y
opresión, junto al pueblo organizado y armado. Sólo que la violencia
revolucionaria era primero auto aplicada porque el asumir la lucha armada
implicaba una disciplina de secretos, renunciamientos y privaciones que
comenzaban por uno mismo, con inmensas dosis de sacrificio hasta ser capaces de
entregar la vida. Si tu proyecto político era creer en la lucha armada como
método, la condición sine qua non, era exponer el pellejo para demostrar las
verdades.
El Inti comandante guerrillero
Eso llevaba a vivir en condiciones de
clandestinidad permanente, sabiendo que primero la CIA existía y era capaz de
desaparecer o asesinar a dirigentes revolucionarios y luego también existiría
un Plan Cóndor que pretendía contrapesar a la Junta de Coordinación
Revolucionaria (JCR), articulando las Fuerzas Armadas de países subordinados a
los intereses norteamericanos, en su lucha “contra la subversión comunista”.
Y quien había comprendido en absoluta
profundidad toda esta filosofía de lucha, teórica y prácticamente, fue el Inti
Peredo, el mejor de los combatientes bolivianos del ELN.
Sobreviviente de la heroica gesta del
Che, supo asumir la responsabilidad no sólo de salvar la vida de los otros 4
sobrevivientes (Pombo, Darío, Urbano y Benigno) sino también y
fundamentalmente, reorganizar al ELN con moral, coraje y valentía para iniciar
nuevos ciclos revolucionarios.
El Inti ideólogo
Para conocer el pensamiento del Inti, es
preciso conocer sus textos, que si bien no son numerosos, exponen con plenitud
sus ideas. Mi Campaña junto al Che, la carta a Fidel con motivo de los 10 años
de la Revolución Cubana, la entrevista de la revista “Punto Final”, Santiago de
Chile, año IV, Nº 88 (única ya que él no concedía entrevistas), y sobre todo el
Volveremos a las Montañas, lo muestra como el boliviano que mejor había
comprendido el pensamiento y había reflexionado sobre la práctica
revolucionaria del Che, a quien seguía como ejemplo de vida.
El Inti internacionalista
Ya en 1963 expresó su carácter
progresista y revolucionario. Junto a su hermano Coco y al “Loro” Vázquez Viaña
colabora con la guerrilla de Jorge Ricardo Masetti (EGP) desarrollada en
Toldos, Salta, Norte de Argentina. El 1965, también colaboró con la guerrilla
de Luis de la Puente y Héctor Bejar en el Perú (ELN), ayudando a cruzar la
selva por territorio boliviano desde Puerto Maldonado a Puno.
En marzo de 1966 se contacta con José
María Martínez Tamayo, “Ricardo”, para iniciar los preparativos del foco
guerrillero. El 25 de julio parte para la isla en compañía de solo nueve
militantes de los 20 ofrecidos, integrando así el segundo grupo de bolivianos
enviados a Cuba.
El Inti crítico de la burocracia del
aparato comunista
Después de los avances y retrocesos de
los burócratas comunistas bolivianos, Inti usaba con frecuencia un concepto:
los pseudorrevolucinarios. Y los llamaba así porque criticaba el dogmatismo del
aparato comunista que además de su pesadez, funcionaba sólo en tanto y cuanto
le interesaba al PCUS y su posicionamiento en el contexto internacional.
Militante disciplinado como era, sostuvo el debate interno, hasta que la
decisión de dejar aislada a la guerrilla, definió también su ruptura ideológica,
orgánica y política.
El Inti en su último combate
Por eso el imperialismo no dejó de
perseguirlo y en sus medidas activas, lo mató más de una vez. Sin embargo, la noticia
del 9 de septiembre de 1969, resultó fatalmente cierta. Una vez más la delación
y traición segaron la vida de una de las columnas del proyecto de revolución
continental. El Inti, brindó su último combate en tempranas horas de la mañana
de ese día, contra 150 policías que lo habían acorralado en una casona de la
Calle Santa Cruz. ¿Era lógico tener una casa de seguridad sin condiciones para
el escape o finalmente para presentar combate? Es un misterio que aún el tiempo
no ha revelado, pero seguramente lo hará. Lo cierto es que Inti, cayó herido,
fue detenido y torturado en una celda de la cárcel de Achocalla, al lado de la
Capilla de la ex Hacienda, donde finalmente fue asesinado al no delatar
absolutamente nada de la estructura de la organización, ganándose para la
eternidad su condición de Comandante del ELN.
El Inti y su legado para el proceso de
cambio
Cuadros de la estatura moral y la talla
ideológica política, son indispensables en cualquier proceso revolucionario. El
Inti seguramente habría aportado a partir de su moral política que exigía hacer
lo que el mismo hacía y decía. Hombres y mujeres de esas dimensiones nos hacen
falta, más aún cuando afloran debilidades que de no ser debatidas
ideológicamente y combatidas políticamente, pueden convertirse en corrientes
ideológico políticas negativas para el proceso.
Inti fue y será un Comandante del proceso
de cambio y su ejemplo nos inspirará nuevos combates contra el imperialismo y
sus agentes locales.
Camarada Inti: ¡¡¡Presente!!!
Sociólogo. Militante Guevarista.
“Me golpearon varias reacciones:
turbación por el respeto que le tenía (y mantendré siempre), emoción profunda,
orgullo de estrecharle la mano, y una satisfacción difícil de describir al
saber con absoluta seguridad que en ese momento me convertía en uno de los
soldados del ejército que dirigía el más famoso comandante guerrillero (…) Al
poco rato, Pombo me entregó una carabina M-2 (mi primera arma) y el equipo de
combatiente. Sin embargo, esa anoche comenzó mi vida de revolucionario
verdadero”. (Mi campaña junto al Che).
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