Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Jorge Komadina
En realidad,
la fascinación
por Bauman radica en las bondades de la metáfora que emplea para estudiar el
proceso de envejecimiento de la sociedad capitalista: la modernidad líquida Las analogías son instrumentos
de las ciencias sociales para producir hipótesis. No se podría pensar sin
ellas. Las instituciones económicas, sociales y políticas de la sociedad
industrial, sus modos de hacer, es decir, sus prácticas, han sido
"licuadas" y echadas en nuevos contenedores. Esta es la principal hipótesis
de Bauman. Los "líquidos sociales" se han adaptado a la forma de los
novedosos recipientes que los contienen. Es el tiempo de Proteo.
Así, en la era de la
sociedad industrial, el Estado-nación funcionaba como el —incuestionable—
"contenedor" del poder, el territorio, la economía y la cultura;
hoy esta entidad convive con la región, la ciudad, el mercado global y/o el espacio virtual. Las
instituciones sólidas de la modernidad (la democracia), lo
tangible (la economía), el dominio del tiempo y del espacio, las certezas, la
moral, el amor y la amistad han sido sustituidas por instituciones
gelatinosas, frágiles y en permanente transformación. También han envejecido
las ideas que las ciencias sociales empleaban para analizar esos fenómenos; entre
ellas, la idea de "sociedad" que remitía a un sistema firmemente acoplado.
Hoy los sociólogos prefieren el concepto de caos. Aunque no han desaparecido del todo, esas nociones se han
convertido en zombis, muertos insepultos.
En todo caso, Bauman nos enseñó que las metáforas y
las analogías son imprescindibles para pensar: las ciencias sociales trabajan comparando situaciones históricas, analogizando,
valga el neologismo. La metáfora tiene un gran valor heurístico pero, claro
está, corre siempre el peligro de osificarse, rutinizarse y fetichizarse. Así,
las metáforas provenientes de la física (masa, poder, fuerza, revolución),
formalizadas por Marx, permitieron pensar el nacimiento del capitalismo, pero
luego perdieron sus bondades cognoscitivas; sencillamente envejecieron.
Bauman enseñó que el sentido de la sociología consiste en pensar lo contemporáneo, el acontecimiento, la fugacidad del presente. Su máquina para pensar filé la metáfora de la distopía.
Bauman enseñó que el sentido de la sociología consiste en pensar lo contemporáneo, el acontecimiento, la fugacidad del presente. Su máquina para pensar filé la metáfora de la distopía.
y Twitter: @escuelanfp
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