Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Horacio Verbitsky
Dos centenares de gendarmes con pertrechos de guerra,
deteniendo a los hombres y golpeando, arrastrando por el suelo y esposando a
las mujeres y los niños y niñas de la pequeña comunidad mapuche de Cushamen,
cercada en muchos kilómetros a la redonda para que nadie pudiera acercarse,
concretaron la amenaza que anunciábamos la semana pasada. Quienes pensaron que
era una exageración ya pueden tomar nota: el gobierno nacional cumple algunas
de sus promesas y en esto no tiene disidencias con el provincial de Mario Das
Neves. Y donde se retira el Estado Providencia, asoma su horrible rostro el
Estado Penitencia, según la precisa definición del sociólogo francés Loïc
Wacquant. El juez federal de Esquel, Guido Otranto, había habilitado a la
Gendarmería a remover los troncos, ramas y otros objetos que obstaculizaran la
via del Viejo Expreso Patagónico La Trochita, en esas tierras usurpadas por la
transnacional de la indumentaria Benetton, pero aclaró en un comunicado que no
había ordenado detención de persona alguna. Claro que no se ocupó de
controlar el cumplimiento de la orden y la Gendarmería respondió a sus mandos
naturales. Había elementos de sobra para preverlo:

- El informe de
gestión del ministerio de Seguridad que no considera las reivindicaciones
de los pueblos originarios un derecho constitucional sino un delito federal y
se jacta de espiarlo y reprimirlo;
- La infiltración de agentes de la inteligencia
federal y de la policía provincial que están procesados por ello;
- Las consultas con el hospital de El Maitén sobre su
capacidad para atender heridos graves;
- El viaje de Patricia Bullrich a Israel para importar
parafernalia represiva y la doctrina de su empleo;
- Las publinotas de la prensa canalla homologando a la
Resistencia Ancestral Mapuche con los carteles mexicanos de la droga o las
guerrillas colombianas;
- El convenio firmado por el gobierno con la Guardia
Nacional del estado norteamericano de Georgia, que es la punta de lanza del
Comando Sur para penetrar en países hipersensibles sin despertar el mismo
rechazo que acompañaría el desembarco directo de tropas militares;
- Las definiciones de ese mismo Comando Sur con el que
el presidente Macri ordenó desarrollar las mejores relaciones, a ver si así
llueve algún dólar, sobre las nuevas amenazas a la seguridad (de Estados
Unidos) que plantea el indigenismo.
Quienes pensaron que se trataba de una exageración,
que se vayan preparando, porque esta es la hoja de ruta del gobierno nacional.
De la detención ilegal de Milagro Sala en Jujuy a la represión miserable contra
mujeres y niños mapuche en Chubut, en eso consiste el cambio que la mitad más
uno nos supo conseguir.
y Twitter: @escuelanfp
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