Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Juan José Bedregal
Iniciaré este espacio
rescatando las opiniones vertidas en la sesión de la Escuela Nacional de
Formación Política de fecha 13 de julio, con la participación del Diputado
Javier Zavaleta, la concejal Mabel Machicado y mi persona en el comentario.
El Diputado Zavaleta tuvo a su
cargo la presentación de los beneficios de la ley 812 de modificaciones al
Código Tributario: cambios en el cálculo de la deuda tributaria, plazos y
facilidades de pago fueron el punto principal de la exposición; pero el
siguiente gráfico se robó la noche: las columnas muestran que mientras 5
contribuyentes concentran más de 12 mil millones de Bs en deuda tributaria, otros
80 mil contribuyentes adeudan 2 348 millones de Bs, siendo éstos últimos los
principales beneficiarios de la ley de modificaciones al Código Tributario.
A
continuación, la concejal Mabel Machicado expuso la situación del sector de
comerciantes minoristas o gremiales
como miembro de la Coordinadora Nacional Gremial, y una de las organizaciones
sociales proponentes de la ley 812; se hizo énfasis en la dificultad con los
pagos a impuestos, las tasas de interés que anteriormente variaban hasta el
20%, y las deficiencias de los funcionarios del servicio de impuestos en la
atención al contribuyente.
En el
comentario a la política tributaria que presenta la ley 812, presentamos datos
de la recaudación impositiva desde el año 2000: los principales impuestos creados
por la reforma tributaria de 1986 (Ley 843) que son el Impuesto al Valor
Agregado (IVA), el Impuesto a las Transacciones (IT), el RC-IVA, el IVA por
importaciones y el Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE), tienen una
tendencia creciente a lo largo de todo el período.
El
gráfico también muestra los ingresos por el Régimen Tributario Simplificado en
la barra resaltada, el régimen que aglutina a la mayoría de los comerciantes
minoristas y gremiales aporta alrededor de diez millones de bolivianos al año
para el tesoro público. La tendencia de los demás impuestos es casi la misma
cada gestión. La estructura impositiva es la misma antes y durante el gobierno
del MAS, con la excepción del IDH que a partir de 2006 se convierte en la mayor
fuente de ingresos tributarios para el Estado.
A partir de 2006 la trayectoria
de la inversión pública vuelve a seguir lentamente a las recaudaciones; el
decreto de nacionalización de los hidrocarburos significó en términos
tributarios una aplicación de impuestos mayores a las empresas petroleras, por
una parte con la aplicación del IDH desde el año 2004 con la ley de
hidrocarburos y con la aplicación de la alícuota adicional por explotación de
recursos naturales no renovables conocida como el SURTAX, sumándole a esto la
expectativa de ingresos por las utilidades de YPFB.
Las dos primeras medidas
aplicaron a las empresas transnacionales del sector petrolero y del sector
minero alícuotas impositivas altas brindando al Estado mayor cantidad de
ingresos aplicando normas tributarias ya existentes pero que no eran aplicadas
por la política de condescendencia con las empresas transnacionales, o por simple
temor a que éstas dejaran de invertir en el país.
Más adelante y en la búsqueda
de una mayor eficiencia en la recaudación tributaria se reforzaron las fiscalizaciones y controles
a las grandes empresas privadas, que enarbolaban las consignas de la excesiva
presión tributaria y la inseguridad jurídica para justificar los bajos niveles
de inversión privada e incluso el cierre de empresas que destinaban sus
utilidades a paraísos fiscales como empresas offshore.
Como siguiente paso para lograr
la eficiencia en la recaudación, era lógico llevar los controles y la
fiscalizaciones a la pequeña y mediana empresa y al ciudadano de a pie. Las
campañas que promueven la conciencia tributaria refuerzan la idea que tanto
transnacionales como grandes, medianas, micro y pequeñas empresas deben
tributar. Esta concepción plantea que un Estado que redistribuya la riqueza,
que provea infraestructura, salud educación, bonos, también requiere que los
contribuyentes estén dispuestos a tributar en la medida de sus posibilidades.
Analizando el actual sistema
tributario, es básicamente el mismo desde el año 1986, con la ley 843 que crea
los impuestos señalados arriba. Entonces, ¿cuál es la diferencia con estos
tiempos?
La reforma tributaria del 86
era un acompañante del D.S. 21060 ideada para sostener a un modelo de Estado
que bajo las recetas del FMI y el Banco Mundial, debía tener la menor
intervención posible en la economía: un Estado que tuviera la menor cantidad de
empleados públicos, sin empresas públicas, que no redistribuyera la riqueza,
que dejara trabajar a las fuerzas del libre mercado y diera todas las ventajas
a los empresarios para que pudieran invertir y dinamizar la economía desde el lado de la oferta, aprovechando las
ventajas del libre comercio internacional, y con menor prioridad para producir
en el mercado interno.
Para un determinado modelo de
Estado el actual sistema impositivo funcionaba bastante bien, proveyendo
ingresos suficientes para permitir las funciones mínimas de proveer seguridad y
defensa, un sistema de justicia, un modelo educativo y un sistema de pensiones
de corte liberal. Bajo estos paradigmas, como lo muestra el grafico, en los
primeros años de la reforma tributaria los ingresos son bastante buenos como
para permitir una mayor inversión pública que con los años se iría desfasando.
El gráfico también muestra que
los gobiernos tienden a gastar más antes y durantes años electorales, esto con
el objeto de mostrarse más competentes ante el electorado. Estas subidas del
gasto, además se compensan con recaudaciones tributarias una vez pasan las
elecciones. No es casualidad que la reforma tributaria del 86 se haya hecho
luego de una etapa electoral, que el código tributario de 2004 haya sido
aprobado luego de las elecciones de 2002, y que hoy una vez pasado el ambiente
electoral del referéndum constitucional, se aprueben reformas al código
tributario.
Bajo el nuevo modelo económico,
el Estado comienza a asumir más responsabilidades en la economía constituyendo
empresas públicas, redistribuyendo la riqueza a través de bonos, inversión
pública e interviniendo activamente en la economía. La eficiencia en la
recaudación tributaria es una prioridad, así como la diversificación de las
fuentes de ingresos, no sólo tributarios sino también por la producción de las
empresas públicas estratégicas.
Los comentarios y preguntas de
los asistentes también aportaron con gran cantidad de reflexiones sobre la
temática en exposición:
El Régimen Tributario
Simplificado acoge a una mayoría de ciudadanos con una actividad económica que
utiliza poco capital de operación. En este régimen tributan por igual
vendedores de dulces, o alimentos, y negocios de venta de celulares y otros
electrónicos; los sectores con altos capitales instigan las protestas contra
una reforma tributaria que va a afectar más a los que tienen mayor capital,
sectores que venden en puestos de madera pero que guardan grandes capitales en
almacenes, vendedores de las calles Huyustus, Gallardo, La Ramada, Los Pozos en
Santa Cruz, la Cancha en Cochabamba etc., con mayores montos adeudados que los
comerciantes de alimentos o dulces. Estas personas tienen mayores intereses a
la hora de plantear una reforma tributaria y solicitar perdonazos.
Las dirigencias que intervienen
en estos conflictos son dirigentes que se aprovechan del desconocimiento de la
norma por parte de sus afiliados. Por ejemplo imaginemos un puesto en que hace
más o menos 30 años pertenecía a una persona que deja el puesto a sus hijos,
que ponen dos puestos en el mismo espacio, luego ponen puestos otros
familiares, constituyendo por último sus asociaciones gremiales. En una sola
cuadra del centro paceño llegan a coexistir alrededor de 20 asociaciones, en el
primer censo de los gremiales hace 15 años hubo gran cantidad de asociaciones
constituidas por 3 a 4 comerciantes.
Las asociaciones pagan las
patentes de los puestos de sus afiliados en conjunto y aquellos que desconocen
los montos, formularios y trámites son más fácilmente manipulables por sus
dirigentes: además de los impuestos que existen, los dirigentes cobran su
propio impuesto en forma de multas y otros cobros; y son estos dirigentes que
hacen de la dirigencia una forma de vida.
Son estos dirigentes de 20 o 30
años de experiencia, protagonistas del primer censo de los gremiales en un
contexto de división de la dirigencia gremial bajo 4 cabezas: con María Calcina
los feriantes de navidad y alasitas, hoy diputada por UN; Zenon Yupanqui, que
postulo con una agrupación ciudadana a la alcaldía el 2004; el sector de Raúl
Ríos afín en su tiempo a UCS; y el sector de Francisco Figueroa, dirigente de la federación de comerciantes
minoristas de La Paz desde los años 80, fue diputado por el MNR y suscribió
acuerdos con PODEMOS de Tuto Quiroga. Nacional.
Existen por lo tanto,
dirigentes que han hecho un modus vivendi
de manipular a las bases, del poder de movilización bajo argumentos de
deudas y multas millonarias. Las deudas no son altas para menores capitales,
pero en realidad los comerciantes con grandes capitales mueven los intereses de
los dirigentes gremiales.
Cerramos el comentario
refiriéndonos al objetivo final de la política tributaria: los contribuyentes.
Esta misma política aún no ha considerado el rol distorsivo de las formalidades
como el descargo de impuestos con facturas de un solo rubro, la tributación de
contribuyentes con más hijos que pagan los mismos impuestos que las familias
más pequeñas generando incentivos a la evasión. El Estado debe velar por la
eficiencia tributaria de un modo más amigable con la ciudadanía, como ejemplo
con medidas de alivio impositivo a las familias más grandes (no es lo mismo
tributar para un padre de familia con 3 hijos, que para un profesional soltero
y sin hijos).
Si el Estado se plantea una
política de industrialización debe también tomar en cuenta que cuando las
pequeñas empresas están obligadas a pagar los mismos impuestos que las empresas
grandes, se generan incentivos para no tributar, evadir impuestos o acogerse al
régimen simplificado encubriendo su capital, o no declarar movimiento económico
(e incluso pérdidas). Hoy en día el funcionamiento legal es un costo adicional
para la empresa, y el alivio de la carga impositiva para las micro y pequeñas
empresas sería una buena medida para reducir los incentivos a no tributar.
Como una reflexión final no estaría
demás una revisión de la estructura tributaria que, como fue expuesto al
principio, estaba diseñada para otro tipo de Estado, un Estado que intervenía
menos en la economía, y que ahora necesita una nueva estructura económica que
se acomode a un Estado que interviene más y que no va a dejar de intervenir en
la economía.
Integrante de la Coordinadora
Universitaria Nacional
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