Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
El
carácter global y capitalista que da orden al planeta se encuentra en todos los
aspectos de la vida y siempre beneficia a los mismos grupos por encima de otros
que históricamente resultan afectados.
En el
marco de los Juegos Olímpicos, que en estos días se desarrollan en Río de
Janeiro, Brasil, ocurre en un segundo plano, ahí mismo, un fenómeno que no se
ve en las transmisiones de mayor audiencia y que apenas se alcanza a comprender
a través de los breves reportajes de la prensa internacional.
Como es
sabido, no es el pueblo brasileño quien se llevará las ganancias por concepto
de turismo durante estos Juegos, sino las grandes marcas transnacionales
patrocinadoras. Además, la política económica y la inversión erogada por el
gobierno de Brasil para los Juegos Olímpicos (más de 7 billones de libras
esterlinas), han dejado al país en una recesión histórica que ya empieza a
tener consecuencias.
Los
salarios del magisterio están siendo retenidos y el clima que se percibe es el
de un gobierno interino golpista, que ha apostado a los recortes
presupuestales, a las privatizaciones y la represión de las protestas.
Esto,
sin olvidar el clima de violencia que ya registra cifras inéditas: tan solo en
lo que va del año, Río de Janeiro registró un alarmante aumento de crímenes
violentos con 2 mil homicidios en los primeros siete meses de este 2016 y
varios deportistas han sido asaltados por su celular o por su cartera.
Las
favelas han sido rodeadas de muros de madera en un intento del gobierno
golpista de Brasil por esconder la vergüenza en la que han sumido al pueblo
brasileño, con miles de personas viviendo en las calles o en el desempleo, sin
techo o como dicen allá: “sin morada”.
Ganancias a costa de Mujeres y Niñas
El
saldo que arroja esta situación de profunda crisis económica, social y
política, es un mayor número de personas en situación de vulnerabilidad, y son
principalmente las mujeres, las niñas, los niños, y las y los adolescentes los
más propensos a ser víctimas de quienes buscan ganancias a toda costa.
Y es
justo en estos días donde se aprecian claramente las formas en que se
transgreden sus más fundamentales derechos. Aun cuando deberían disfrutar de
vivienda, trabajo digno, educación y acceso a la salud por parte del Estado, la
realidad de las calles es muy diferente.
Por
ejemplo, a un matemático y su socio se les ocurrió que los Juegos Olímpicos
eran una excelente oportunidad para hacer dinero: reclutar mujeres para
prostituirlas fue su idea de negocio.
Y es
que muchas veces no es necesario usar la fuerza física para explotar la
prostitución ajena. Basta la terrible violencia que implica el hambre y la
pobreza para lograr que las mujeres estén dispuestas a hacer lo que sea. De
ellas suele decirse que son “voluntarias”, o que “lo hacen porque así lo
decidieron”.

“Ellas
trabajan de lunes a viernes, ocho horas por día. Si no consiguen un cliente,
están obligadas a quedarse hasta las seis de la mañana. Los interesados pagan
100 reales [567 pesos mexicanos o 31 dólares] por ingresar al local, 300 reales
por tener sexo y 100 reales para acceder a una habitación”.
Como si
esto no fuera suficiente, lo que antes resultaba un buen negocio, desde la Copa
Mundial de Futbol de 2014 ha empezado a mermar ganancias debido a la recesión.
Esto sucede aun en Vila Mimosa, la zona de prostitución por excelencia en Río,
lo que se ha agravado por la rampante epidemia del Zika.
Los
medios reportan que a tan solo a 50 minutos de la Villa Olímpica se comercia
con los cuerpos de niñas de 9 años; que los tratantes buscan específicamente a
las familias pobres (sea de las favelas o de las zonas rurales de Brasil) para
ofrecer dinero a cambio de sus hijas… En fin.
Y es
que en el inicio de toda esta cadena de miseria, injusticia y transgresión a
los derechos humanos de mujeres, niñas, niños y adolescentes víctimas de trata
y/o de explotación de la prostitución ajena, está el turista, ese sonriente
aficionado que saluda a las cámaras en el día, y de noche se convierte en
cómplice de la histórica violencia contra las mujeres, contra las y los más
vulnerables, que permanece intacta y a la vista de todos.
Directora
Regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina
y el Caribe (Catwlac, por sus siglas en inglés)
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
Rellene el siguiente formulario para suscribirse.
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios