Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Camilo Katari
Los
últimos acontecimientos después de promulgado el Código Penal nos confirman que
falta un curso acelerado de lectura comprensiva para los dirigentes de los
médicos, porque donde van hablan de la ‘triple sanción’ (resarcimiento
económico, privación de libertad y despojo del título profesional).
Primer
apunte. Si la sanción es el resarcimiento económico (una especie de
conciliación para evitar los procesos judiciales), la posible falta y su
sanción se dan por finalizadas. Por lo tanto, la ‘triple sanción’ es una
falacia.
Segundo
apunte. No existe, en el texto del artículo 205, la figura del despojo del
título de médico, acto que solamente puede ser ejecutado por las universidades.
Los
dirigentes del Colegio Médico no han leído los llamados eximentes (si los
leyeron no los entendieron) incluidos en el artículo 205, que por sus mismas
declaraciones son las que abundan en todo el sistema de salud (la falta de
equipos y condiciones técnicas), entonces ¿por qué el temor?
A estas
alturas quedó claro que el motivo principal de las movilizaciones tiene que ver
con un tema político-partidario, es decir que una corriente política hegemoniza
al sector de los médicos, convirtiendo al Colegio Médico en una especie de
botín partidario.
Este
aspecto debería preocupar a las ‘bases’ de los médicos como a los dirigentes
universitarios trotskistas, que siguen pensando en una revolución proletaria,
apoyando a la burguesía más recalcitrante que existe en el país.
Volviendo
a la lectura del texto, uno de los dirigentes del Colegio Médico se refirió a
las lecturas ‘entre líneas’ como sospecha de la intencionalidad de ‘castigar a
los profesionales’, podemos disculpar su desconocimiento de la naturaleza de
las leyes y su universalidad, y su cumplimiento peor aun cuando se trata de
empleados del Estado.
Durante
meses, los médicos colegiados han hecho conocer su desacuerdo con cualquier
alteración a la Constitución y las leyes, especialmente después de la
resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), ahora piden la
alteración de una ley y su no cumplimiento. “Que quede en suspensión” dicen,
contradiciendo sus apasionadas declaraciones respecto a la decisión del TCP.
Este doble discurso es una muestra de la debilidad del argumento que pretenden
imponer a sus ‘bases’ y al pueblo entero. En síntesis, su discurso está plagado
de mentiras y dobles discursos.
A estas
alturas ya no quedan dudas de su motivación político-partidaria, por más que
nos hablen de sus años de estudio (que no es característica de los médicos
solamente, sino de todo profesional responsable) sus ‘jornadas académicas’ y su
defensa de la salud, queda claro para cualquier ciudadano que ha experimentado
el maltrato y su consecuente falta de profesionalismo, como el que yo
experimenté, cuando acudí a una consulta oftalmológica en un centro estatal, y
el médico que me atendió (temprano en la mañana) estaba con un chaqui
inocultable, y los resultados de su trabajo no fueron para nada profesionales,
pues acudí a una segunda opinión, en un consultorio privado, que comenzó con una
sonrisa del médico que me atendió, al leer el nombre del oftalmólogo que me
atendió en la consulta estatal. ¿Quién no ha tenido una experiencia parecida?
Hay que
tomar nota de que los que hoy aparentemente defienden derechos fueron
autoridades en el mismo Ministerio y no hicieron nada, siendo responsables del
actual estado de la salud en nuestro país. Como en muchos aspectos, solamente
tendremos un cambio cuando los procesos educativos en las universidades cambien
y se ganen los puntajes por el conocimiento y no por bailar en las entradas
universitarias.
Escritor
e historiador potosino
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