Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Nazanín Armanian
Después
de ordenar la mayor reducción de tierras públicas protegidas de la historia de
EEUU, hacer la mayor bajada de impuestos en 30 años, y conseguir que el
Tribunal Supremo avalase su infame solicitud de prohibir la entrada de personas
procedentes de ocho países en su mayoría musulmanes (entre los que no está
Arabia Saudí, acusada por el propio Trump y el Congreso de estar detrás del
11-S), el presidente de EEUU deshace la política tradicional de EEUU respecto a
Palestina: anuncia el reconocimiento de Jerusalén ocupado como capital de
Israel y ordena el traslado de la Embajada de su país a esta ciudad. Trump así,
en un acto suicida, despoja a los palestinos de todos sus derechos para
dárselos a Israel.
Durante
70 años, EEUU ha permitido a Israel robar las tierras palestinas (incluso
cuando pretendía ocultarlo firmando la Resolución 2334) y hacer una limpieza
étnica. Esta decisión de Trump representa una nueva fase en la agresión al
pueblo palestino. Ni Bill Clinton ni George W. Bush, que también prometieron
mudar la Embajada a Jerusalén, se atrevieron a hacerlo. Habían dejado que el
propio Israel a través de sus políticas ilegales y leyes se apoderase de la
Ciudad Santa. De hecho, la ‘Ley del Gran Jerusalén’ incluye la expulsión de los
palestinos “residentes” de su ciudad natal con mil artimañas, aumentar la
población judía de la urbe trasladando a miles de colonos judíos como votantes
elegibles, ampliar sus límites municipales para incluir los asentamientos
ilegales en Cisjordania, y limitar aún más los derechos de los palestinos, todo
ello para distorsionar la identidad de Jerusalén.
Entonces,
¿qué ganaría Donald Trump con una medida que aísla a EEUU, perjudica sus
intereses en Oriente Próximo y amenaza su seguridad?
El
anuncio ha sido un balón de oxígeno para Netanyahu, que tuvo que soportar la
protesta de decenas de miles de israelíes el pasado 2 de diciembre pidiendo la
dimisión de su gabinete por corrupción.
Una
urbe santísima
Jerusalén,
cuyo nombre árabe es Al-Quds (“Lo sagrado”), fue fundada por el reino Ugarit
(1450 a. C – 1180.C.) con el nombre de Ur-shalim (Ciudad Apacible). Es para los
judíos el lugar de la construcción del primer templo de su fe, para los
cristianos la ciudad donde Jesús desarrolló su misión, y para los musulmanes
desde donde Mahoma ascendió al cielo. Conquistada por casi todos los imperios
viejos y actuales, Jerusalén fue ocupada en su mitad Occidental por Israel
durante la guerra árabe-israelí de 1948 y en su mitad Oriental (que estaba bajo
el control jordano) en la guerra del 1967. En 1980, Israel aprobó la “Ley de
Jerusalén” para anexionar la parte oriental, que desde entonces está
ilegalmente bajo su jurisdicción.
Los
posibles objetivos de Trump:
1.
Conseguir el apoyo del Congreso (apodado “otro territorio ocupado por Israel”)
ahora que el caso de Rusiagate le apunta directamente: se baraja la posibilidad
de que el exasesor de seguridad nacional, el general Michael Flynn, testifique
contra el presidente.
2.
Exhibir el poder de su yerno judío Jared Kushner, acorralado por la justicia de
EEUU por ordenar a Flynn conseguir el apoyo ruso para anular una votación en el
Consejo de Seguridad, que iba a condenar los asentamientos ilegales israelíes
en Cisjordania. Es además una muestra el aumento de la influencia del
vicepresidente Mike Pence (un sionista cristiano) en la Casa Blanca. Pence ha
sido el portavoz de los partidarios de reubicación de la embajada en Jerusalén.
3.
Contentar al lobby proisrailí de EEUU, que le criticaba por su trato poco
entusiasta hacía Israel e incumplir su promesa electoral al respecto. El
magnate de los casinos de Las Vegas, Sheldon Adelson, vinculado con el partido
Likud israelí, que había donado 35 millones de dólares a la campaña electoral
de Trump, le acosaba con la pregunta de ¿Cuándo el traslado de la embajada? El
giro en la política exterior de Trump ha sido tal que hasta su hija se ha
convertido al judaísmo. AIPAC no sólo ha conseguido colocar a Irán como “el
principal enemigo de EEUU por encima del terrorismo” en la agenda de Trump,
sino que también ha logrado cambiar la postura de “neutralidad” de Trump en el
conflicto palestino-israelí. Retiró su cooperación con la Unesco por criticar
la anexión de Jerusalén Oriental a Israel.
4.
Desencadenar más conflictos étnico-religiosos en la región en el cumplimiento
del Proyecto del Nuevo Oriente Próximo, imposibilitando la creación de un
estado palestino, y de paso, ampliar el negocio de la militarización de la
zona.
5.
Forzar a la Autoridad Palestina a aceptar la llamada “Iniciativa de Paz” de
Jared Kushner que propone olvidarse del “estado palestino” y del regreso de los
refugiados, conseguir una autonomía con la soberanía de Israel sobre las
fronteras y el espacio aéreo de Cisjordanía, a cambio de recibir un generoso
paquete de ayuda financiera destinada a la burguesía palestina.
6. Con
su popularidad por los suelos, Trump intenta recuperar el apoyo de millones de
votantes de derecha y sobre todo de los evangelistas que le llevaron a la Casa
Blanca. Durante su visita a Israel, y desde decenas de vallas publicitarias en
su recorrido, los evangelistas le recordaban lo decisivos que fueron sus votos
y que esperaban que cumpliese con su promesa sobre el estatus de la ciudad en
disputa. Y las posibles consecuencias de la temeraria decisión
7.
Implica que EE. UU. ya no considera la presencia israelí en Jerusalén Oriental
una ocupación, ni ilegales los asentamientos judíos construidos después de la
Guerra de 1967, que infringen el Convenio de Ginebra que establece que una
potencia ocupante no tiene soberanía en el territorio que ocupa. Así, EEUU
rompe con su compromiso formal de cumplir con el derecho internacional.
8.
Provocar fisura en la Casa Blanca: Los secretarios de Estado y de Defensa, Rex
Tillerson (con rumores sobre su próximo cese) y Jim Mattis se han opuesto a la
medida de Trump.
9.
Acabar con décadas de consenso internacional sobre el estado de la ciudad.
Hasta la Unión Europea, el principal aliado de Washington, ha dejado solo a
Trump en esta peligrosa aventura.
10.
Afecta a Jordania y Arabia Saudí, y no estar preocupados por el destino de los
palestinos desahuciados, sino porque actúan como guardianes de los templos
musulmanes de la Ciudad Vieja.
11.
Perjudica a los intereses y el poder del Vaticano; de allí la oposición del
Papa Francisco.
12.
Divide a la comunidad judía estadounidense: unos, porque creen que no era el
momento ya que el resto del mundo se opone a este asalto de Israel a toda la
ciudad, ni representa una prioridad para los judíos, y otros como el grupo J
Street que defienden el derecho de palestino a su estado, que así pierde lo que
iba a ser su capital.
13. Una
mayor agresividad por parte de Israel en expulsar a los palestinos.
14.
Provocará la intifada de una gente que no sólo hoy no tiene nada que perder,
sino que ve cómo secuestran su esperanza de un futuro diferente. Situación que
además propiciará el protagonismo de organizaciones como Hamas.
15.
Pone en peligro los intereses de EEUU en todo Oriente próximo, y ¡no por Al
Qaeda o el Estado Islámico!Jerusalén no es sólo una cuestión palestina, sino
también islámica.
16.
Podrá afectar a la seguridad del propio Israel, preocupación que han mostrado
el comentarista militar israelí Roni Daniel.
Esta
hazaña de Trump está condenada al fracaso. La cuestión es el número de víctimas
que dejará en su paso.
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