Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Silvina M. Romano /CELAG
El 3 de diciembre hubo elecciones judiciales en
Bolivia. Por segunda vez -la primera fue en 2011-, el
voto popular eligió a miembros de diferentes Tribunales. Este es un hecho
histórico y de máxima trascendencia, considerando el carácter elitista que han
adquirido los Poderes Judiciales a lo largo y ancho de América Latina, carácter
que, entre otras consecuencias, les permite hoy implementar operativos de
persecución política y guerra jurídica sin precedentes (a excepción de aquellos
perpetrados durante losgobiernos cívico-militares).[1]
Sin embargo, la oposición al gobierno del MAS en
Bolivia, en sintonía con “la comunidad internacional”, comprende la situación
desde un ángulo muy diferente.
La prensa y los “expertos” internacionales,
recuperaron los argumentos contra el “populismo”, afirmando que Evo Morales está
obsesionado con mantenerse en el poder, sin importarle las normas y
procedimientos de la democracia, acercándose “peligrosamente” a otras
experiencias como la de Venezuela.[2]
Desde esta postura, el gobierno boliviano tiende a
ser catalogado como un “régimen autoritario competitivo”, al igual que
clasificaron al gobierno de Hugo Chávez expertos del Journal on Democracy
(2002) (auspiciado por la National Endowment for Democracy).[3]
Lo que preocupa a la comunidad internacional, con
EE.UU. a la cabeza, y a la oposición local, es “la democracia” como procedimiento.
En efecto, el 29 de noviembre, el portavoz del Departamento de Estado de EE.
UU., anunció que:
“Estados Unidos está profundamente preocupado por
la decisión del Tribunal Constitucional de Bolivia (…) [y pide] al actual gobierno
boliviano que respete el resultado de [los] referéndums, como la voz del
pueblo, de conformidad con sus requisitos constitucionales”.[4]
Pero, ¿qué es la democracia?
Desde la perspectiva arriba mencionada, la
democracia es definida (ante todo) por el procedimiento, más que por su
sustancia. [5] Por ejemplo: es más importante que se cumplan las elecciones periódicamente
(incluso aunque predomine el abstencionismo, como en el caso de EE.
UU.),[6] que lograr participación política con inclusión económica y
social –como es el caso de Bolivia, según indicadores de Instituciones Financieras
Internacionales[7]–.
Pero también en Bolivia, durante la gestión del
MAS, se han celebrado numerosas instancias de votación, incluidos los referéndums
y la reciente (¡y única a nivel regional!) elección judicial, dando cuenta de
que al proceso de cambio “sí le importa” la voluntad popular (en once años de
gobierno del MAS se celebraron cinco procesos electorales, a los que deben sumarse
las instancias de elecciones cooperativas, a la vez que se llevaron a cabo
cuatro referendos)[8].
Considerando la predilección de la derecha
neoliberal por defender las “normas” y el procedimiento, llama la atención que
la oposición al gobierno del MAS haya convocado a la anulación del voto en
estas últimas elecciones (acción que deslegitima el procedimiento eleccionario en
sí mismo), argumentando que lo que se votaba no eran los representantes del
Poder Judicial, sino que se trataba de un “plebiscito” para Morales –en el
marco de la reciente repostulación del actual presidente a las próximas
elecciones, habilitada por el Tribunal Constitucional–. En efecto, en las
elecciones judiciales se contabilizaron (al igual que en el 2011)[9]. una
importante cantidad de votos nulos y en blanco, con una participación del 75% de
la ciudadanía en los comicios[10].
Esto fue celebrado en las calles de ciudades como
Santa Cruz de la Sierra (uno de los bastiones de la oposición), como una
victoria de “la democracia”.[11] Los medios
internacionales[12] reprodujeron rápidamente la opinión de la oposición,
calificando las elecciones como una farsa que no ocultará el intento de Evo
Morales por mantenerse en el poder. Como citas de autoridad, retomaron las
declaraciones del ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga (uno de los líderes de la oposición
y la derecha boliviana), o del Secretario General de la OEA, Luis Almagro,
quienes aseguran que Morales estaría avasallando la voluntad popular, pues lo
único que desea es perpetuarse en el poder.[13]
Debe recordarse que este argumento fue utilizado
para perpetrar y legitimar el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009,[14]
quién había propuesto un plebiscito para convocar a una Asamblea Constituyente
a los fines de reformar la constitución.[15] El vínculo no es casual. Jorge
“Tuto” Quiroga es el líder de la comisión de la OEA que aprobó las reciente
elecciones fraudulentas en Honduras, que dieron la victoria al oficialista Juan
Orlando Hernández –JOH– (evitando que llegara al gobierno la alianza de
izquierdas encabezada por Nasralla).
Vale destacar que ni Quiroga, ni la OEA,
se muestran sorprendidos por el impune fraude, pues tampoco cuestionaron el
proceso mediante el cual JOH logró modificar la constitución para presentarse a
elecciones nuevamente, reforma de dudosa legitimidad.[16] Asimismo, ni en el
momento de la reforma constitucional, ni en la coyuntura de fraude actual se ha
culpado a JOH de querer “perpetuarse en el poder” (cuando hace casi diez años
este argumento le costó el gobierno a un presidente). Esto ayuda a visibilizar
que, en los hechos, la derecha es guardiana de una democracia de fachada, muy
lejana a la justicia social, incluso cuando esa “fachada democrática” está cada
vez más desgastada y vulnera los procedimientos elementales –como lo muestra la
situación en Honduras–.
En Bolivia hubo un proceso de Asamblea
Constituyente serio (con múltiples intentos de boicot por parte de la
oposición),[17] que puso en vigencia la Constitución del Estado Plurinacional,
pautando una democracia con inclusión económica, política y social,
Constitución que, entre otras cuestiones, incluyó varias vías para la
reelección de presidente y vicepresidente.[18] Sin embargo, la prensa y
los “expertos” observan que se trata de una democracia autoritaria.
El gobierno de EE. UU. pide al gobierno boliviano
que “escuche a su pueblo” ¿quiénes serán el pueblo desde la visión de las
agencias del gobierno estadounidense? A mediados de 2008, tal como lo revelaron
copiosos documentos filtrados por Wikileaks, el gobierno estadounidense estuvo
implicado en el proceso de desestabilización violenta perpetrada por los
líderes de la oposición de los Estados de la denominada “medialuna”
boliviana,[19] una élite blanca que repudia el proceso de cambio desde su
inicio y que procura mantener estrechos lazos con la derecha neoliberal
regional e internacional. Si estos son “los guardianes de la democracia” ¿qué
es lo que entienden por democracia?
Probablemente algo muy diferente al proceso de
cambio en Bolivia, y a la vez, algo muy parecido a la Honduras post-2009, uno
de los ejemplos más acabados de democracia a la medida estadounidense en
América Latina.
[1] http://www.celag.org/lawfare-la-judicializacion-de-la-politica-
en-america-latina/
[2] https://www.nytimes.com/2017/11/20/opinion/eva-morales-
bolivia.html?rref=collection/sectioncollection/opinion&action=click&content
Collection=opinion®ion=stream&module=stream_unit&version=latest&content
Placement=1&pgtype=sectionfront&_r=0
[3] https://muse.jhu.edu/article/17196/summary
y Twitter: @escuelanfp
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