Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Esteban Ticona Alejo
En pasados días, el empresariado capitalista del país se reunió en la ciudad de Santa Cruz, y tras su conclusión difundieron un pronunciamiento, que señala: “alzamos la voz unísona en defensa del Estado de Derecho, la propiedad privada, la libertad de empresa, el empleo digno y las oportunidades para trabajar, prosperar y traer mejores días para Bolivia”.
El documento hace varias consideraciones globales, pero creo que en el fondo lo que más les duele es la Ley de Empresas Sociales, promulgada por el presidente Morales el 1 de mayo en Oruro, ante la masiva concurrencia de sindicatos obreros y de otros sectores sociales. El Mandatario dijo en la oportunidad: “hoy día quiero decirles, hermanos, hermanas, a pedido de la Central Obrera Boliviana (…) especialmente de los fabriles, esta conformación o creación de las empresas sociales”. Esta norma solo se aplicará si el sector privado no puede administrar la empresa, la abandona o si se encuentra en déficit. En ese caso los trabajadores pueden organizarse para tener una empresa social. Además, en la ocasión adelantó el pago del segundo aguinaldo, si el PIB crece más del 4,5% este año, como se proyecta.
El empresariado está acostumbrado a huir si hay quiebra o déficit en las empresas, por eso se resiste a que los trabajadores puedan hacerse cargo de la compañía en tales casos. Ejemplos hay muchos: AeroSur, LAB, etc. En el fondo se trata de una actitud mezquina que se niega a compartir algo de las ganancias obtenidas mediante la plusvalía de los trabajadores; aunque en la retórica del pronunciamiento se hable del empleo digno y la oportunidad de trabajar y prosperar como dádivas, cuando esas acciones son una responsabilidad de las empresas con los trabajadores.
Pero valga la oportunidad de aclarar que los capitalistas, aunque les gusta llamarse empresarios, emprendedores… no renuncian en el fondo a varios aspectos como su “burguesismo”, entendido no solo como el estatus social del que gozan, sino también como una categoría espiritual/capitalista. Por causa de ese espíritu solo creen en el mundo de las cosas materiales, visibles, y siempre aspiran a tener más y más. Si lo hacen de manera segura y estable, mucho mejor para ellos; por eso si el Gobierno sigue apostando por políticas laborales sociales, siente que los acechan y gritan que está mal o que va a estar mal.
A pesar de que en su pronunciamiento hablan de la libre empresa, en el fondo son esclavos de su propiedad y de su dinero, de su voluntad de enriquecimiento, de la opinión pública burguesa. Este espíritu capitalista, mediante el enriquecimiento, ha creado los sectores más advenedizos de la sociedad. El capitalista/empresario tiene la tendencia de hacernos creer que son los que dan trabajo y, por lo tanto, generan bienestar a las familias. Está claro que el mundo capitalista empresarial ha falseado la noción de propiedad, deshumanizándola, convirtiéndola en el criterio según el cual debe ser tratado el ser humano. ¿De qué libertad nos hablan? Pues para ellos no hay más libertad que la que asegura la propiedad, que hace al ser humano esclavo del mundo material. Por estas razones, los empresarios jamás se van a arriesgar a sacrificar la menor tarea en nombre del obrero. Les gusta proclamar que el mundo está muriéndose, pero solo se trata de una retórica convencional. La COB ha rechazado este pronunciamiento, y los empresarios dicen que se van a quejar a la Organización Internacional del Trabajo (OIT). ¿Qué diciendo?, que les van a quitar las empresas si no administran bien. Creo que sería mejor que se quejen a su jefe Trump. Uka jach’a qullqini jaqinakaxa wali phiñasipxi jiwas jaqi tuqi. Ukawa jan walikiti.
Síguenos en Facebook: Escuela Nacional de Formacion Politica
y Twitter: @escuelanfp
Regístrate también en nuestro canal en Telegram
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios