Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Sarah Zubieta Vargas
“No cometas un error que se convierta en una marca para toda tu vida;
estudia, trabaja y construye una vida con metas, el tiempo perdido es difícil
de recuperar“
Una pandilla es la reunión de 7 o más personas que mantienen un vínculo
estrecho e intenso, cuya relación se basa en el afecto mutuo, pero también es
una banda con miembros que se organizan para realizar actividades delictivas en
grupo.
La trama de las pandillas siempre estuvo y estará latente dentro de la
sociedad, empezó a resaltar desde el incidente con Cartel Family (una pandilla
juvenil paceña). El hecho es que no es la única pandilla juvenil en la ciudad
de La Paz, El Alto y en el resto del país. Es un problema
preocupante para nuestra sociedad, inicialmente grupos de amigos empiezan a
consumir bebidas alcohólicas, drogas y todo tipo de sustancias controladas, al
mismo tiempo que comienzan a colocar una denominación al grupo que representan.
La iniciación o bautizo es muy variada de grupo a grupo, en algunos
casos puede ser una pelea, recibir una golpiza, hacerse un tatuaje, cometer un
delito, todo con el objeto de comprobar la lealtad al grupo.
Al transcurrir el tiempo el lazo de amistad se va haciendo cada vez más
fuerte, esto se debe a las experiencias que van compartiendo día a día, con las
primeras peleas contra otras pandillas que ocurren por ganar respeto o dominio
en la zona. Por otro lado la mayoría de los delitos que se cometen son de
bagatela, pero esto se vuelve más peligroso cuando cometen delitos de toda
índole, por ejemplo: lesiones, hurtos, daño a la propiedad privada, consumo de
bebidas en plazas, escándalos en vía pública.
¿Por qué se aferran los jóvenes a las
pandillas?

En zonas alejadas en las mismas ciudades el problema es más por
necesidad económica, llegando los miembros de las pandillas a cometer delitos
de hurto, robo, atracos y lesiones, y en el peor de los casos asesinatos.
Las consecuencias de estar involucrado en una pandilla son muchas:
pueden llegar a sufrir lesiones, perder la vida o terminar en la cárcel.
Procedimiento policial y judicial
Cometer un hecho ilícito genera muchas consecuencias; primero, un
arresto de 8 horas dependiendo si fue por riñas, peleas o escándalos en vía
pública, aprehensión si es por acción directa o denuncia y dependiendo del
delito puede darse la imputación formal y posterior audiencia de medidas
cautelares. Otras consecuencias son los antecedentes policiales y penales que
quedan en el registro de cada persona.
¿Estos hechos se denuncian?
La mayoría no, por temor a las represalias, y cuando se denuncian muchos
de los casos terminan en una conciliación y desistimiento, o con resoluciones
de rechazo o sobreseimiento porque la parte acusadora abandona el caso. En la
menor pate de los casos siguen la vía judicial hasta lograr una sentencia.
¿Qué pasa después?
Después de un delito cometido por estas pandillas y que no es denunciado
los deja con impunidad, que les permite seguir cometiendo hechos ilícitos. Si
se los denuncia buscan la conciliación, pero ante la negativa de conciliar
sigue un proceso que afecta a ambas partes, tanto a la familia de la víctima
como a la de los agresores, porque ellos tienen que preocuparse por conseguir
un abogado y dinero para pagar el daño causado.
Soluciones
Para combatir este problema social no basta dejar la responsabilidad en
manos de la policía y del poder judicial. No creo que imponer penas sea la
mejor solución, lo único que se logrará es contaminarlos en las cárceles,
porque allí se juntarán con delincuentes más peligrosos, generándose un
resentimiento ante la sociedad ya que en algunos casos llegan a ser víctimas en
las cárceles.
La solución tiene que empezar por el control en las familias, escuelas,
colegios, instituciones estatales enfocadas en este tema; implementar mediante
una ley políticas para adolescentes que tengan que ver con la rehabilitación y
reinserción. Por ejemplo, podemos realizar talleres en los colegios y barrios,
a cargo de psicólogos, trabajadores sociales y abogados, donde los jóvenes
puedan manifestar sus problemas, expresarse con música, generar programas de
ayuda social, trabajos comunitarios (servicio donado en favor de la sociedad)
Otra manera de contrarrestar el reclutamiento por las pandillas puede
ser la implementación de charlas, talleres, conferencias, impartidas por los
mismos pandilleros rehabilitados para concientizar a las nuevas generaciones.
También pueden realizarse terapias de alto impacto, como simulacros de
internación a una de las diferentes cárceles del país, para que conozcan esa
realidad. Todo con el fin de guiarlos, ayudarlos y que no tengan que llegar a
pasar experiencias lamentables que arruinen sus vidas porque son el futuro de
nuestro país.
Tenemos que poner mayor interés en este tema de relevancia social para
no lamentar más hechos ilícitos.
Propuesta
Trabajar un nuevo sistema penal juvenil, cuyas sanciones empleen las
salidas alternativas y el principio de oportunidad, contemplando un catálogo
amplio de sanciones, con penas no privativas de libertad, como la amonestación,
la multa, reparación del daño, los servicios en beneficio de la comunidad (en
el cual el juez determinaría horas de trabajo en un lugar público en beneficio
de la sociedad con supervisión y custodia) y la libertad con medidas
sustitutivas (prohibición de asistir a lugares donde vendan bebidas
alcohólicas, tener un horario de estudio y trabajo bajo supervisión de padres o
un tutor que figure como un garante, etc). Al incumplimiento se ejecutaría la
revocatoria, además, se diseña un sistema de cumplimiento y revisión de las
sanciones, así como una rigurosa regulación de las consecuencias de sus
quebrantamientos.
El servicio comunitario puede ser una sanción reparadora que vincule la
naturaleza del servicio con el delito a ser sancionado, puede ser una sanción
positiva que despierte responsabilidad por sus actos y, puede reducir la carga
del sistema carcelario.
Y tendría que evaluarse a qué tipo de ilícitos se implementarían estas
sanciones, excluyendo su aplicación de aquellas que por su gravedad deben tener
mayor sanción como en el caso de asesinatos o violaciones.
Todo con el objetivo de buscar la rehabilitación y la reinserción social
de nuestros jóvenes.
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