Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Eric Toussaint
En 1823, el
gobierno de los Estados Unidos adopta la doctrina Monroe, denominada así por el
nombre de un Presidente republicano de los Estados Unidos James Monroe. Esta
doctrina condena toda intervención europea en los asuntos «de las Américas». En
realidad, la doctrina Monroe va a servir para justificar una política de
conquista cada vez más agresiva por parte de los Estados Unidos en detrimento
de los nuevos Estados latinoamericanos independientes, comenzando por la
anexión de una gran parte de México en los años 1840 (Texas, Nuevo México,
Arizona, California, Colorado, Nevada, Utah). Recordemos que las tropas
norteamericanas ocuparon la capital México en septiembre de 1847. Hay que
subrayar también que el gobierno de los Estados Unidos intentó exterminar a
todos los pueblos nativos, los «pieles rojas», que se negaban a someterse.
Quienes se sometían fueron igualmente víctimas de atrocidades y acabaron en las
reservas.
En 1898,
como hemos visto, los Estados Unidos declararon la guerra a España y tomaron el
control de Cuba y Puerto Rico.
En 1902, en
contradicción con la doctrina Monroe, Washington no tomó la defensa de
Venezuela que sufría una agresión armada de Alemania, de Gran Bretaña, de
Italia y de Holanda que tenía por objetivo obligar a ese país a reembolsar la
deuda.
Luego, los
Estados Unidos intervinieron diplomáticamente a fin de que Caracas reanudara el
pago de la deuda. Esta actitud de Washington dio lugar a una gran controversia
con diferentes gobiernos latinoamericanos y en particular con el ministro de
Asuntos Exteriores argentino, Luis M. Drago, que declaró: «El principio que
querría ver reconocido es el de que la deuda pública no puede dar lugar a una
intervención armada, y aún menos a la ocupación física del suelo de las
naciones americanas por una potencia europea». Es lo que se conocerá
posteriormente como la doctrina Drago. Los debates entre gobiernos dieron lugar
a una conferencia internacional en La Haya que llevó en particular a la
adopción de la Convención Drago-Porter (del nombre de H. Porter, militar y
diplomático de los Estados Unidos) en 1907. Preveía que el arbitraje debía ser
el primer medio para resolver conflictos: todo Estado que formara parte de la
Convención debía a partir de entonces aceptar someterse a un procedimiento de
arbitraje y participar en él de buena fe, si no el Estado que reclamaba el
reembolso de su crédito recuperaba el derecho a utilizar la fuerza armada para
conseguir sus fines.
En 1903, el
presidente Theodore Roosevelt organiza la creación de Panamá que es separado de
Colombia contra la voluntad de ésta. Se trataba de poder luego crear el canal
de Panamá bajo control de Washington.
En 1904, el
mismo presidente anuncia que los Estados Unidos se consideran como el gendarme
de las Américas. Enuncia lo que se llama el corolario Roosevelt de la doctrina
Monroe: «La injusticia crónica o la impotencia que resulta de una distensión
general de las reglas de la sociedad civilizada puede exigir, a fin de cuentas,
en América o en otros lugares, la intervención de una nación civilizada y, en
el hemisferio occidental, la adhesión de los Estados Unidos a la doctrina de
Monroe puede forzar a los Estados Unidos, sin embargo a su pesar, en casos
flagrantes de injusticia y de impotencia, a ejercer un poder de policía
internacional».
Theodore
Roosevelt (centro, izquierda) y los «Rough Riders» en Cuba, 1898
En 1915, los
Estados Unidos invadieron Haiti con el pretexto de recuperar deudas y ocuparon
el país hasta 1934 |1|. Otras intervenciones militares de los Estados Unidos
tuvieron lugar en la misma época pero la lista exhaustiva sería demasiado
larga.
Este breve
resumen de la intervención y de la política de los Estados Unidos en las Américas
en los siglos XIX y comienzos del XX permite comprender las motivaciones reales
de Washington en el repudio de las deudas en Cuba en 1898 y en Costa Rica en
los años 1920.
Intervenciones
militares de Estados Unidos en América Latina, 1898 - 1939
En 1935, el
Mayor General Smedley D. Butler, que participó en muchas expediciones
estadounidenses en las Américas, resumía a su manera, cuando estaba jubilado,
la política de Washington: «He pasado treinta y tres años y cuatro meses como
militar en la fuerza más eficaz de este país: la infantería de marina. He
subido todos los escalones de la jerarquía, desde el grado de subteniente al de
general de división. Y durante todo este período, he pasado la mayor parte del
tiempo como sicario de primera clase para los altos negocios, para Wall Street
y los banqueros. En una palabra, he sido un criminal a sueldo al servicio del
capitalismo... Por ejemplo, en 1914, ayudé a que México, y más en especial
Tampico, fuera una presa fácil para los intereses petroleros americanos. Ayudé
a que Haití y Cuba se convirtieran en lugares convenientes para el cobro de las
rentas de la National City Bank... En 1909-1912, ayudé a depurar Nicaragua para
el banco internacional Brown Brothers. En 1916, llevé la luz a la República
Dominicana en nombre de los intereses azucareros norteamericanos. En 1903,
ayudé a pacificar Honduras, en beneficio de las compañías fruteras
norteamericanas» |2|.
Traducido
por Alberto Nadal
Notas
|1| Eduardo Galeano escribe: “Los Estados Unidos ocuparon
Haití durante veinte años, y en ese país negro que había sido el teatro de la
primera revuelta victoriosa de los esclavos, introdujeron la segregación racial
y el régimen de los trabajos forzosos, mataron a mil quinientos obreros durante
una de sus operaciones de represión (según una investigación del Senado
americano en 1922) y cuando el gobierno local se negó a convertir el Banco
Nacional en sucursal de la National City Bank de New York, suspendieron el pago
de las indemnizaciones habitualmente pagadas al Presidente y a sus ministros
para obligarles a reflexionar”. Eduardo Galeano, op.cit. p. 151.
|2| Publicado en Common Sense, noviembre 1935. Ver Leo
Huberman, Man’s Wordly Goods. The Story of the Wealth of Nations, New York,
1936. Esta traducción de la cita proviene de Eduardo Galeano, op.cit. p.150. A
señalar que una base militar americana situada en Ikinawa lleva el nombre del
jefe militar Smedley D. Butler. Su testimonio hace indudablemente pensar en el
de John Perkins, Confessions of an Economic Hitman, Berrett-Koehler Publishers,
2004. Para la traducción en inglés, el texto original
https://www.goodreads.com/author/qu...Nota para las ilustraciones: se
encuentran fotos con el texto de Butler en internet.
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