Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Nacida
el 29 de mayo de 1892 en Capriasca, Suiza. Hija de Alfonso Storni y Paulina
Martignoni, dueños de una cervecería en San Juan, Argentina. Allí asistió al
jardín de infantes y desarrolló la primera parte de su niñez.
Creció
entre necesidades y apareció como un anhelo en sus sueños el interés por la
literatura. Siendo pequeña, sin saber leer aún, se sentaba a la puerta de su
casa con un libro y acogía la admiración de los transeúntes al creer que estaba
leyendo, hasta que recibió la más dolorosa de las burlas por parte de sus
primos cuando se percataron de que el libro que leía se encontraba al revés.
Su
apasionamiento por la lectura y el amor a las letras crecía a cada instante, lo
que la llevaba a escribir sus producciones y dejarlas como al descuido sobre
los muebles, tal vez esperando que su madre las leyera, y de esa forma trataba
de conseguir un lector que valorara su trabajo.
A
principios del siglo XX la familia se mudó a Rosario, donde su madre fundó una
escuela domiciliaria y su padre instaló un café cerca de la estación de
ferrocarril. Fue así que se desempeñó como mesera en el negocio familiar, pero
dado que este trabajo no le gustaba se independizó y consiguió empleo como
actriz. Más tarde recorrería varias provincias en una gira teatral.
La
muerte de sus padres la llevó a realizar cuanto trabajo se le presentaba. Con
el tiempo obtuvo el título de profesora en letras y teatro, dedicándose de
lleno a la poesía.
Su
prosa es feminista, posee una originalidad que cambió el sentido de las letras
de Latinoamérica. Su libro Languidez, de 1920, había merecido el Primer Premio
Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura. En 1925 publica
Ocre, y en 1930 viaja a Europa, obteniendo notable éxito en España con
sus poemas y conferencias.
Es
un momento de crisis en su creación poética que la lleva a nuevos caminos que
caracterizarán sus últimos libros: Mundo de siete pozos, de 1934, y Mascarilla
y trébol, de 1938.
En
1935 le detectaron un tumor en un pecho, debiendo operarse, quedando sumida en
una profunda depresión.
El
25 de octubre de 1938 se suicidó en Mar del Plata, Argentina, arrojándose de la
escollera del Club Argentino de Mujeres. Dejando sólo una nota escrita con
tinta roja que finalizaba de esta manera: ... Adiós, No me olviden. No puedo
escribir más.
Hay
versiones románticas que dicen que se internó lentamente en el mar; algunas de
ellas sirvieron para componer la canción «Alfonsina y el mar».
Su
cuerpo fue velado inicialmente en esa ciudad balnearia y finalmente en Buenos
Aires. Actualmente sus restos se encuentran enterrados en el Cementerio de la
Chacarita.
La Época
y Twitter: @escuelanfp
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