Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Trascurrido
tan poco tiempo sobre el trágico evento de Orlando, sería arriesgado lanzar
ideas conclusivas al respecto, por eso en este breve artículo deseo trabajar
sobre algunas hipótesis que ayuden a iluminar algunas pistas para entender lo
que allí ocurrió. Resulta difícil explicar este hecho sin vincularlo con otros
similares ocurridos antes, como la masacre de París de diciembre del 2015 y la
de Bélgica en marzo de este año; existe algo que vuelve familiares entre sí a
estos hechos.
Mateen
El atentado,
según los medios oficiales, fue auto-atribuido, a Omar Mateen, un joven hijo de
inmigrantes afganos, de segunda generación, que, según señalan, la misma noche
del atentado se contactó con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) para
declarar su fidelidad al Ejército Islámico (EI). Aparentemente Mateen era ya
conocido por el FBI pues, en los últimos años, dos veces fue objeto de
investigaciones relacionadas con el terrorismo, pero esos casos se cerraron
después de que las entrevistas con él no fueron concluyentes[1];
sin embargo, llama la atención que trabajó como guardia privado en la G4S, una compañía multinacional
inglesa que está entre las más grandes firmas privadas de seguridad[2],
y
tenía una licencia vigente para portar armas, aunque ese es un derecho
garantizado por ley en Estados Unidos gracias a los republicanos. Pero, más
sospechoso aún es que Omar Mateen trabajó antes para el Department of Homeland
Security (DHS), diseñado justamente para proteger a los Estados Unidos de este
tipo de acciones[3].
La pertenencia
de Mateen al EI nos conduce a una primera
y más simple hipótesis, aquella expresada por el Presidente de los Estados
Unidos, Barak Obama, de que se trata de un crimen de odio. Sin duda algo de
esto hay. No es casual que la masacre tuviera lugar justamente en un club gay
de la ciudad de Orlando, lo que inmediatamente hace suponer que tuvo un
componente de homofobia que es uno entre otros males que fomenta el Ejército
Islámico.
Sin
embargo, este argumento debe ser tratado cuidadosamente, porque conlleva
implícitamente una asociación arbitraria entre intolerancia e islamismo, que no
es cierta. El hecho de ser musulmán no convierte automáticamente a alguien en
intolerante o asesino. Hay estudiosos del islam que explican que no existen
referencias sobre la condena de los homosexuales en el Corán, esta es una
interpretación reciente[4].
El problema entonces no está el Islamismo per se, sino en el yihadismo, promovido
por los Estados Unidos dentro del mundo musulmán, que fomenta el odio hacia las
mujeres, hacia los homosexuales y hacia otras religiones o creencias en
general. Hay suficiente evidencia respecto a la homofobia yihadista, una es
aquel video que circuló recientemente a propósito de los hechos de Orlando, en
el cual un clérigo
islámico, Sheikh Farrokh Sekaleshfar, en el Husseini Islamic Center de
Sanford, localidad próxima a Orlando, dijo el 2013 sobre
los
homosexuales: “La
muerte es la sentencia. Sabemos que no hay nada de qué avergonzarse de esto, la
muerte es la pena… Hemos de tener esa compasión por esa gente, con los homosexuales, que
es lo mismo, por compasión, vamos
a deshacernos de ellos ahora”[5]. Lo extraño es cómo alguien pudo lanzar en un
acto público semejante incitación al asesinato y no ser detenido.
Actos de bandera falsa

Si se
analiza con cuidado la utilización política de las masacre de París y Bruselas,
es posible concluir que fueron el argumento perfecto para la suspensión del
estado de derecho en estos países y para justificar una suerte de Patriot Act
en Europa. Actualmente muchas libertades civiles están en suspenso, el Estado
puede investigar sin garantías a cualquier ciudadano sospechoso de terrorismo.
Este estado de excepción es muy útil en países donde las políticas estatales
están orientadas al recorte de derechos sociales, que es justamente lo que está
ocurriendo en Francia, país que enfrenta una nueva reforma conservadora
orientada a desmontar los beneficios del Estado de bienestar a través de
reformas laborales regresivas que están generado intensas protestas sociales.
Pero, ¿por
qué en Orlando?, Craig Roberts cree que este hecho, como el 9/11, ayuda a crear
una sociedad aterrorizada que permite endurecer las políticas bélicas de los Estados
Unidos y a destinar mayores sumas de dinero a la lucha contra el terrorismo y
la seguridad, y con ello a la guerra. ¿Con que fin? Frenar la caída del dólar,
pues esta moneda si bien antes tuvo su respaldo en oro, hoy lo tiene en bombas.
La
última hipótesis es la de la “revancha”. Actualmente
miles de jóvenes provenientes del Medio Oriente están creciendo en los Estados
Unidos, emigrados de una diversidad enorme de conflictos armados, probablemente
muchos de ellos totalmente descontentos con los bombardeos de los Estados Unidos
en sus países, crecerán en ese país, deslizados en los aparatos de inteligencia
en los que contarán con financiamiento y entrenamiento y en los próximos años
serán los nuevos terroristas. Hijos de la gran hipocresía de un país que se
proclama el mundo de la libertad mientras envía a la edad media a la mitad del
mundo.
La
teoría de la revancha está actualmente alimentando muchas de las tendencias
anti-musulmanas en el mundo, pero contienen algo de razón, recordemos que los
grupos musulmanes son parte de los grupos más estigmatizados de ciudades como París,
Bruselas, Amsterdam. Sobre ellos cae una amalgama enorme de prejuicios y
estereotipos, se les niegan empleos, viven en los barrios más pobres. La
islamofobia es uno de los fenómenos de nuestro tiempo y tendrá sin duda sus
consecuencias políticas.
Los
hechos de Orlando arrojan información como para hacer varias conjeturas, ninguna
de ellas concluyente. Lo importante para entenderlos, es no aislarlos, pues son
otro capítulo de una guerra política más amplia, en la que el Estados Unidos y
el EI son los actores que están configurando un mundo cada vez más desquiciado,
hostil e intolerante para todos, en el que la vida ya no vale nada.
Socióloga.
[1] http://www.zerohedge.com/news/2016-06-13/false-flag-blow-back-or-incompetence-forex-look-orlando-shooting
[2] http://www.reuters.com/article/us-florida-shooting-gunman-idUSKCN0YY11B
[3] http://www.zerohedge.com
[4] http://rebelion.org/noticia.php?id=213425
[5]
Ver el vdeo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=Vev-OzHQy94
y Twitter: @escuelanfp
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