Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
En uno
de los momentos importantes para la lucha por la liberación de nuestros
pueblos, marcada por la despedida del comandante Fidel y la pérdida de varios
gobiernos progresistas, desde todos los espacios se deben discutir las formas
de lucha para continuar con el avance de las transformaciones que se iniciaron
con los levantamientos contra el neoliberalismo, y entender lo que la realidad
nos va mostrando, que no basta luchar contra el neoliberalismo si no estamos
construyendo socialismo.

Fue
parte de la discusión el diferenciar cada uno de los procesos y ver que los
procesos que han avanzado más o han mantenido una base social cohesionada son
los que logran sostenerse, son los casos de Venezuela, Bolivia y Ecuador,
mientras que en Argentina y Brasil se sufrió un desplazamiento de la izquierda
por representantes de la política neoliberal. Esto no tiene una sola causa, se
deben a varias, las más importantes las limitaciones y fallas de los
propios gobiernos progresistas.
Por un
lado el error más generalizado ha sido el intentar apoyarse en una burguesía
nacional para afrontar la lucha contra el imperialismo, un camino que ya fue
tomado por los nacionalismos del siglo pasado en la región, esa elección
provocó que una clase social dominante que aun detenta el poder económico se
rearticule en lo político y desgaste a los gobiernos valiéndose desde el manejo
de la información a través de los medios de comunicación, que siguen siendo
privados en su mayoría, hasta las acciones más hostiles de desestabilización
armada, ocultamiento de alimentos e incluso de desaparición selectiva de
dirigentes como ha sucedido en Venezuela.
Otro de
los errores fue no haber sostenido los momentos de mayor avance y apoyo popular
para tomar mayores medidas de transformación revolucionaria, en general los
procesos de cambio cuentan en un inicio con un gran apoyo popular movilizado
que se sostiene en la fortaleza de la conciencia de lucha contra las
injusticias del sistema, sin embargo poco a poco esa fortaleza se desplaza a la
dependencia de condiciones materiales de bienestar, es decir un inicio de
impulso subjetivo de transformaciones que luego se convierte en un apoyo
sostenido a la medida de las condiciones de vida. Esta limitación se vio en el
periodo de las crisis de precios de materias primas en la región, provocando
que los Estados no puedan mantener el periodo de auge económico para su
población. Esto pudo ser previsto fortaleciendo el pilar de la conciencia y
formación política, pero no se logró en la medida que era necesaria.
Esta
limitación ha provocado que en la medida que se afrontaron situaciones
económicas complicadas se dejó de lado la agenda de transformación
revolucionaria, no es casual que en la mayor parte de los Procesos de Cambio
hubiera un ciclo de grandes avances seguido de un ciclo de estancamiento en las
transformaciones.
Y en ese
ciclo de estancamiento la derecha se valió de los errores cometidos dentro los
gobiernos progresistas para empezar a posicionar sus banderas de organización.
Mantener
una posición crítica nos permitirá entender en qué se ha fallado y qué es lo
que debemos hacer para lograr avanzar en la lucha antiimperialista, creemos que
es posible, y el ejemplo de la lucha de Fidel mostró que se puede unir la
lucha por la liberación nacional con la construcción del socialismo aun
afrontando las mayores adversidades y entendiendo que la construcción del
socialismo no depende simplemente de los auges económicos ni los buenos
momentos políticos para la izquierda.
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