Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Silvia
Ribeiro
"La biología sintética abarca una serie de nuevas biotecnologías
para la construcción artificial de secuencias genéticas, la alteración del
metabolismo de microorganismos para hacerlos producir sustancias como
principios activos farmacéuticos o cosméticos y hasta la construcción de
organismos vivos completamente sintéticos, que el CBD llama organismos
sintéticamente modificados (OSM). Conlleva nuevos impactos ambientales, a la
salud y socioeconómicos".
Cuando el
Convenio sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas (CDB) instale su
conferencia global (COP 13) del 4 al 17 de diciembre en Cancún, con delegados
de 194 países, tendrá en su mesa una serie de temas de enorme relevancia,
algunos muy polémicos y muchos que reclaman atención urgente. Un punto que
reúne todas esas condiciones es la biología sintética y, dentro de ella, los
llamados impulsores genéticos: nuevas formas de ingeniería genética para manipular especies silvestres,
que podrían eliminar o afectar seriamente poblaciones enteras, con impactos
transfronterizos e impredecibles en los ecosistemas.
Monsanto, DuPont y muchas otras
trasnacionales agrícolas, farmacéuticas y de energía tienen gran interés e
inversiones en esto. En el caso de Monsanto, los dueños de la patente de la
tecnología base (CRISPR-Cas9) le hicieron firmar que no la usará para desarrollar
impulsores genéticos, por los altos riesgo que implican.
La biología sintética abarca una serie de
nuevas biotecnologías para la construcción artificial de secuencias genéticas,
la alteración del metabolismo de microorganismos para hacerlos producir
sustancias como principios activos farmacéuticos o cosméticos y hasta la
construcción de organismos vivos completamente sintéticos, que el CBD llama
organismos sintéticamente modificados (OSM). Conlleva nuevos impactos
ambientales, a la salud y socio-económicos, ya que la mayoría de las sustancias
que se busca sustituir con biología sintética –como vainilla, azafrán, vetiver,
patchouli, aceite de coco, stevia,
artemisina– son producidas por comunidades campesinas e indígenas en países del
Sur. La industria de la biología sintética amenaza sus pequeñas fuentes de
ingreso que les permiten sobrevivir y seguir cuidando la biodiversidad de campos y bosques. La industria
presenta sus sustancias, que son excretadas por microbios manipulados,
alimentados en tanques con azúcares transgénicas y de trabajo semi-esclavo,
como naturales. Los consumidores no tienen idea de qué se trata, pero al
etiquetar naturales las industrias obtienen mejor precio y de paso compiten, no
con las versiones sintéticas baratas de fragancias y saborizantes, sino con las
verdaderamente naturales producidas por campesinos.

Los impulsores construidos con ingeniería genética (gene drives por su nombre en inglés)
son tan nuevos, que no existían cuando el CDB sostuvo su conferencia anterior
en 2012. Se trata de una forma de engañar a las leyes de la herencia de las
especies de cruzamiento sexual, sean plantas, insectos, animales o humanos.
Normalmente, cada progenitor trasmite 50 por ciento de la información genética
a su descendencia. Con impulsores genéticos, la meta es que el gen transgénico
pase a 100 por ciento de la progenie, y que se distribuya mucho más rápido a
toda la población.
La idea de asegurar que toda la herencia
de un organismo mantenga una alteración genética existía desde antes, pero sólo con
CRISPR-Cas9 se pudo hacer realidad. Se conocen pocos experimentos en
laboratorio, con mosquitos, moscas y ratones,
de dos equipos de investigadores de Estados Unidos. Kevin Esvelt, uno de los
científicos que crearon los impulsores genéticos, ha advertido repetidamente
que no se deben liberar al medio ambiente, porque su impacto intencional o
accidental puede ser catastrófico. Incluso para investigación, no existen
instalaciones ni protocolos adecuados, ya que cualquier liberación accidental
podría comportarse, en palabras de otro de sus inventores, como una reacción
mutagénica en cadena.
La tecnología CRISPR-Cas9 es como un GPS
con un par de tijeras. El GPS está diseñado para encontrar una secuencia
genética y las tijeras (Cas9) para cortarla. Pero esas tijeras siguen activas
en el organismo, por eso cuando se cruzan, cortan la información del otro
progenitor y la sustituyen con la manipulada. Si se diseña para eliminar los
genes que determinan el sexo femenino (es la intención en la mayoría de
experimentos conocidos), quedarían sólo machos y la especie podría extinguirse.
Esto no tiene en cuenta la complejidad dinámica de la naturaleza y las especies
y puede ser que no funcionen como prevén las empresas. Pero sin duda causarán,
como mínimo, graves problemas de desarreglos genéticos en poblaciones. ¿Se
puede dejar una tecnología tan poderosa en manos de Monsanto y afines? ¿Quién
puede tomar la decisión de eliminar –o intentar hacerlo– una especie entera?
Por ejemplo, para Monsanto, el amaranto es una plaga. El tema es tan grave que
está incluso en la agenda de la Convención sobre Armas Biológicas. Ahora está
en manos del CBD asumir el principio de precaución que está en su constitución
y evitar que esta tecnología se pueda liberar.
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