Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: W. Abraham Pérez y Humberto Zambrana
En la primera
parte de éste trabajo se destaca a la minería como el sector productivo más
importante en la constitución de la base material y societal del territorio
colonial que devino en la actual Bolivia; se concluye considerando al
proletariado minero insurgente principalmente en torno a la gran minería del
estaño.
En efecto, la
acumulación de fuerzas de ese proletariado articulado con el movimiento
indígena-campesino y clases medias pobres, permitió la derrota de la rosca
minero-feudal en 1952 en su rol de reproducción del capital vinculado a las
metrópolis capitalistas. El MNR asume el poder, en tanto avanza la organización
política-sindical en torno a la COB y la FSTMB.
Aunque el MNR
decreta la nacionalización de las minas y crea la COMIBOL, establece el voto
universal y encara la reforma agraria, más temprano que tarde, agotaría su
alianza y acercamiento popular como resultado de su esencia de clase,
demostrando su rostro real contemporizador y favorable al capital extranjero.
Si bien se reconoce el ascenso de las masas al poder en cogestión, el
vaciamiento revolucionario del MNR generaría después a los regímenes militares
dictatoriales que facilitan la explotación minera, manteniendo aún a la minería
estatal aunque circunscrita a la reproducción del modelo primario-exportador,
dependiente del capital internacional.
Una otra
coincidencia histórica es la alta inflación que afectó a la economía en general
en los años 50, que daría lugar a la derechización del MNR como partido
gobernante y la hiperinflación de la primera mitad de los 80s cuando se
re-articula el movimiento popular y se impone electoralmente la UDP. Ambos
fenómenos impactarían particularmente a la minería estatal, socavando al modelo
capitalista de Estado, permitiendo junto con otras causas gravitantes, que el
MNR nuevamente en el poder en 1985, implementase el neo-liberalismo.
Entonces,
apelando a los eufemismos de la “relocalización” y la “capitalización” se dejó
en cesantía a casi 40 mil trabajadores de la minería estatal, en tanto se
establecía la “libre contratación” de la fuerza de trabajo y se liquidaba a la
COMIBOL entregando al capital privado las empresas productivas, incluyendo
recursos mineros potenciales del subsuelo, y clausurando la actividad en
yacimientos y minas que se catalogaron como marginales e irrentables.
Consideraciones
sobre la renta minera
Antecediendo
las consideraciones expuesta arriba, nos enmarcamos a la minería en el actual
proceso de cambio, cabe apelar a la categoría marxista de renta que expresa la
apropiación del excedente por el propietario de la tierra, cuando ésta se
convierte en mercancía. En la teoría de la renta formulada en “El Capital”,
inicialmente aparece el concepto de
“renta diferencial” expuesto por D. Ricardo, derivado de la
diferencia en cuanto a la fecundidad y localización respecto a una fuente de
demanda, de las distintas clases de tierra.
En ese
entendido, si el costo de producción de un capitalista está por debajo del
costo medio de producción, el obtiene un excedente por encima de la tasa media
de ganancia, mayor aún, si su demanda es por demás elevada confirmando la
consolidación de este excedente. Marx analiza el caso considerando el uso productivo
de la energía del agua de una cascada para que funcione un molino.
El dueño del
molino es el capitalista, en tanto que el propietario de la cascada es el
rentista. La competencia por el uso de la cascada permitirá al dueño de esta,
recibir una parte del precio del producto en calidad de renta. El pago que hace
el capitalista al propietario de la cascada le ocasiona una menor ganancia, tal
que ésta se iguala la tasa media de ganancia de los capitalistas.
Asimismo se da
el caso de la obtención de una “renta
absoluta”, que Ricardo no llega a concebir, porque en la producción
agrícola la composición orgánica del capital es menor al promedio social.
Consecuentemente el valor de los productos agrícolas superará a su costo de
producción. En condiciones normales, el flujo de nuevos y mayores capitales al
sector agrícola reduce la tasa media de ganancia y dado que el derecho
propietario sobre la tierra tiende a consolidarse, el terrateniente cobra al
inquilino una renta adicional de igual magnitud al excedente adicional que se
ganó en este rubro.
Ahora bien, la
teoría absoluta de la renta en Marx tiene plena validez, solo articulada con su
teoría del valor trabajo y la necesidad de la transformación de los valores en
precios, debate del que no nos ocupamos en este trabajo. Lo cierto es que el
examen de Marx sobre la renta diferencial es más minucioso al de Ricardo, cuyo
error radica en plantear que hay tierras cultivadas, las marginales, donde no
se paga ningún tipo de renta. Marx extendió la existencia de una renta en
cultivos tierra-intensivos como en los extensivos.
Esos
planteamientos en un tiempo históricamente determinado, el de Inglaterra entre
los siglos XVIII-XIX, permiten reflexionar sobre su validez en sectores
extractivos de recursos no renovables como es el caso de la minería.
Considerando dispendiosa la estructura orgánica del aparato productivo;
asimismo, que al sector concurren varias y distintas formas de organización
económica. A su vez, que el excedente vinculado estrechamente con la renta, proviene
de la propiedad de los recursos naturales y del usufructo de ellos, en medio de
relaciones de propiedad amparadas por la Constitución, en economía plural.
Las diversas
formas de organización social en la minería, concurrentes a la explotación de
minerales, son la estatal, el capitalismo privado (extranjero y/o nacional) y
la cooperativa, en tanto que la Constitución establece que la propiedad de los
recursos naturales es del pueblo boliviano, siendo el Estado quien la
administra. Asimismo, al estudiar la renta en la minería debe considerarse el
Patrón de Acumulación propuesto por el modelo nacional productivo, evaluando la
pertinencia de la política sectorial con la necesidad de realizar los cambios
estructurales propios del actual proceso.
Así, deben
considerarse estos aspectos o dimensiones:
• La
generación y apropiación del excedente (en su forma renta), plusvalor absoluto
y/o relativo de los trabajadores directos en la extracción de minerales,
metálicos y no metálicos, es consecuencia de la explotación de la fuerza de
trabajo, aspecto que se verifica por la disparidad en el ingreso de los
trabajadores y ejecutivos de las empresas extranjeras, el de los
cooperativistas y sus jornaleros, como el de las otras formas de contratación
existentes en las cooperativas.
• Existe
una débil consideración sobre las externalidades o costos insuficientemente
internalizados, o debilidad en la obligatoriedad de la aplicación legal. Los
daños o perjuicios en poblaciones aledañas a los lugares donde se extraen los
minerales, por parte de la gran empresa transnacional, la privada nacional y la
cooperativa, no se evalúan ni se publica informes sobre el daño ambiental. Esta
insuficiencia hace que el daño ambiental generado sobre las otras
potencialidades productivas existentes en las regiones mineras, sean hechos
desapercibidos cuya externalidad se pasa por alto en la estadística
macroeconómica, poniendo en duda el cálculo correcto de lo que representaría la
estructura de la renta.
• La
renta diferencial en períodos de auge del precio internacional de los
minerales, consiste en los excedentes apropiados por las empresas privadas
nacionales y extranjeras, y las cooperativas, debido a las generosas
concesiones que se dieron en el pasado y se mantienen vigentes en el presente.
En este sentido es necesario determinar las brechas que se dan por
exoneraciones o concesiones impositivas que aún se mantienen.
•
En
la práctica, esos mecanismos de flexibilidad tributaria que mantiene el Estado
hacia las empresas transnacionales y las empresas nacionales, no solo mantienen
estática la situación contractual, sino que se constituyen en eficaces
mecanismos de expropiación de tierra y territorio. En términos de Marx se
cumple el enunciado hecho en su teoría de la renta: “....en general la propiedad de la tierra implica el
derecho de los propietarios a explotar el cuerpo del planeta, sus entrañas, el
aire, y con ello la conservación y desarrollo de la vida.”
• Si
no se toma en cuenta los aspectos señalados, estamos frente al mantenimiento de
las estructuras de un Patrón Primario Exportador, conservador y retrógrado. No
corresponde al cumplimiento de los mandatos constitucionales. Por ende hay que
reconducir al sector minero, tal que aporte a los cambios estructurales necesarios
para que la renta minera tenga un cálculo adecuado a los mandatos legales y una
distribución justa entre los actores sociales que mayor efecto pernicioso
tienen en todo el tiempo transcurrido desde la colonia hasta nuestros días.
Comentarios
Publicar un comentario
Escriba sus comentarios