Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Patricia Montaño Durán
En política vale todo, pero no debería. No es correcto buscar la figuración manipulando la historia como está haciendo el jefe del Movimiento Sin Miedo (MSM) Juan Del Granado, quien fue una figura del oficialismo en tiempos de la Capitalización y ahora pretende hacer creer que fue un luchador en Octubre Negro.
Del Granado afirmó que estuvo en La Paz en octubre de 2003, insinuando que él hubiese sido partícipe del movimiento que expulsó del país a Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni), pero si Del Granado estuvo en La Paz en octubre de 2003, no fue en ningún momento luchando contra Goni.
Pero no todos estamos tan cortos de memoria como el exalcalde y recordamos el desastre económico que significó la Capitalización -proceso del que Juan participó como diputado oficialista-, y que consistió en la entrega de las empresas estatales rentables como el Lloyd Aéreo Boliviano, YPFB, ENTEL y otras a transnacionales a cambio de falsas promesas de inversión.
Ese tiempo Juan no tuvo miedo ni vergüenza de ser gonista. Para refrescar la memoria del jefe del MSM y de quienes pretendan olvidarlo, la Capitalización fue llevada adelante entre 1993 y 1997 por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada y su ministro de la Capitalización, Alfonso Revollo. Entre los diputados que apoyaron la Capitalización se encuentran Juan Del Granado Cossío, Miguel Urioste Fernández de Córdova, Jaime Ponce Caballero, Pastor Velásquez Claure y Alfonso Ferrufino Valderrama.
La Capitalización no fue un delito menor, porque enajenó las empresas del país, su único ahorro, y a un costo altísimo: la disminución de impuestos por hidrocarburos, un Estado en quiebra y el incremento de la deuda externa.
En ese sentido, hay que señalar que el genocidio de octubre de 2003 no fue el único crimen de Goni, sino que a ese hay que sumar el delito económico de la Capitalización, cuya gravedad empeora si se considera que entonces el país se debatía en la miseria.
No obstante, ahí no acaban los antecedentes de Goni. Mucho antes, el abogado y periodista Andrés Solíz Rada, había publicado el resultado de sus investigaciones sobre su fortuna, demostrando sus orígenes en el tráfico de influencias y la evasión tributaria.
Goni arrendó la mina Porco aprovechando que su hermano Antonio era vicepresidente de Comibol, y entre 1961 y 1978 pagó en total un alquiler de 142 mil dólares, mientras que obtuvo por utilidades de 54 millones de dólares.
Entre otras “ventajas” que obtuvo Goni, fueron divisas preferentes durante la UDP y posteriormente, la adjudicación de Mina Bolívar. En 1992, Comsur pagó regalías e impuestos por 4,2 millones de dólares, pero un año más tarde ese monto se redujo a 450 mil dólares, debido a que, cuando Sánchez de Lozada ya era Presidente, aprobó la Ley 1534 que rebajó los tributos con carácter retroactivo para las empresas de su sector, el minero.
Al final de su primera gestión, Goni recibió premios de organizaciones internacionales que representaban los intereses de las transnacionales. Pese a haber sido el Presidente que enajenó y extranjerizó el patrimonio de los bolivianos mediante la Capitalización, fue nuevamente presidente el 2002, debido a una alianza con los partidos políticos tradicionales. En octubre de 2003 Sánchez de Lozada huyó a Estados Unidos donde actualmente se encuentra protegido.
La autora es historiadora y periodista
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