Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Alfredo Serrano Mancilla
Disculpen
el baile de números. Son 25 elecciones presidenciales en los últimos 15 años en
7 países (Venezuela, Bolivia, Uruguay, Nicaragua, Argentina, Brasil y Ecuador),
y solo una vez, una única vez, la oposición neoliberal ganó en las urnas. 1 de
25; 4% es el porcentaje alcanzado por la restauración conservadora cuando se
trata de elegir en las urnas al nuevo presidente en un país gobernado por un
proyecto progresista. Lo logró Macri en Argentina en el 2015. La única
excepción que confirma la regla. Lo de Brasil no cuenta porque fue a través de
un golpe de Estado parlamentario. Y en el resto de ocasiones, Capriles, Doria
Medina, Aécio Neves, Lacalle Pou-y así un listado interminable de nombres-no
lograron obtener los votos suficientes para ser electos Presidente. El último
de esta serie ha sido Guillermo Lasso en Ecuador como nuevo capítulo en esta
larga lista de derrotados. De hecho,este banquero ya sabía lo que era perder
contra la Revolución Ciudadana (en 2013).
Ecuador
se decanta nuevamente por una opción no neoliberal. Lenín Moreno, representante
del Alianza PAIS, ha sido el ganador en esta segunda vuelta con un 51,04% de
los votos válidos. Esta vez le sacó 2 puntos a su contrincante; y en la primera
vuelta fueron 11 puntos. Una vez más, los exponentes de la Restauración
Conservadora vuelven a perder en las urnas frente a una propuesta progresista.
El fin
de ciclo ha muerto en América latina. De la misma manera que lo hicieron los
portavoces de la derecha, y otros tantos que tiraron la toalla ante la mínima
dificultad, ahora se debería afirmar, con resultado en mano,que nunca jamás
hubo fin de ciclo. Ecuador calló la boca a todos aquellos que creyeron que el
desgate, los errores y las mismas contradicciones al interior de los procesos
de cambio se traducirían inmediatamente en el ocaso de una época. No. De
ninguna manera existen vasos comunicantes tan directos entre lo uno y lo otro.
Nadie puede dudar de que estamos en una nueva etapa en la que los gobiernos
progresistas han de reconducir los proyectos, sorteando nuevos obstáculos
procedentes de una severísima restricción económica mundial. No son tiempos
para posponer la necesidad de identificar cuáles son las nuevas demandas de las
mayorías para volver a sintonizar con ellas mirando más hacia el futuro en
lugar de continuar recordando excesivamente todo lo logrado en el pasado. Estos
y otros tantos dilemas de épocas son fruto de las transformaciones políticas,
económicas, culturales y sociales que se han producido en un tiempo histórico
muy reducido. Sin embargo, esto no significa que el ciclo progresista en
América Latina haya muerto.
La
victoria de Macri en Argentina, la derrota en las legislativas en Venezuela y
el No en el referendo en Bolivia provocaron una catarata de sentencias
apresuradas sobre el fin de ciclo. Lo que debía haber sido interpretado como un
socavón, con un alto grado de incertidumbre hacia lo que podría venir en el
futuro, fue rápidamente considerado como un punto final concluyente. Estos
traspiés coyunturales fueron concebidos como crepúsculo de una época sin más
criterio que el deseo de que se cumpliera una profecía autocumplida. Pues en
Ecuador se ha demostrado lo contrario.
Con un
contexto económico adverso, con un candidato que le tocaba suceder a un líder
histórico como lo es Rafael Correa, con todos los expertos en campaña sucia
aterrizados en el país, con diez años a cuestas que impiden presentarse
electoralmente como lo nuevo, con todo eso en contra, Ecuador ha dicho no al
fin de ciclo. Ha optado por la continuidad de la Revolución Ciudadana como
proyecto político para cambiar el país a favor de su gente. Así que, Lenín
Presidente. La Historia, siempre tan caprichosa.
Director Celag.
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