Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por:
Camilo Katari
Lo habíamos afirmado en más de una oportunidad, que lo que
hace Luis Almagro, es tan similar de lo que pretende ahora Donald Trump y su
gobierno de convertir a la OEA en el Ministerio de Colonias de EEUU.
Una década de gobiernos progresistas no han podido cambiar la
mentalidad colonial de los políticos de Nuestra América, el colonialismo ha
calado tan profundo que funcionan a control remoto. El retorno de los
neoliberales exige una revisión de nuestras prácticas respecto a la región,
tema difícil con los falsos nacionalismos agitados en nuestros días para atraer
a los enanos fascistas que todavía nos habitan.
La OEA es una de esas organizaciones que nace al calor de la
post guerra, en el año de 1948, por supuesto en primer lugar para preservar la
paz, cosa muy cuestionable y para
consolidar la democracia, claro no sabemos muy bien lo que hizo en los años
largos de las dictaduras militares, si no me equivoco convivió con esos
regímenes, no por algo el Che lo descalificó muy temprano en la brillante
intervención de agosto del 61 en Punta del Este.
Son pocos los países que han recuperado la dignidad respecto
al poder imperial, cómo no recordar a la primera, a la entrañable y querida
isla de Cuba. Los demás países seguimos en ese camino abierto por Fidel y el
Che. El Ministerio de colonias no pudo soportar la afrenta y por orden del
patrón terminará expulsando de su seno a la Cuba Rebelde.
Coincidimos con la afirmación del embajador de Cuba en Bolivia
quien señaló que se está preparando el terreno para producir o una expulsión de
Venezuela de la Organización o para proteger y darle un viso legal a una
intervención, y que, lamentablemente “sería un error grave".
A su juicio, esas acciones son parte de la campaña contra
Venezuela que dijo se viene gestando hace años a la cabeza del Gobierno de
Estados Unidos. Y que no tiene la menor duda que quien está detrás de todo esto
y lo que promueve el secretario de la OEA, Luis Almagro, es el propio gobierno
norteamericano.
Los gobiernos que palpitan junto a su pueblo conocen las
limitaciones de la OEA, por eso buscan otros mecanismos de complementariedad,
así nace la UNASUR, como una nueva propuesta, más política, para el necesario
diálogo entre los pueblos que buscan días mejores despegados del norte.
Las democracias formales a través de los dispositivos que
permite la buena fe de los Estados han establecido ciertas condiciones para
preservar las democracias en los países con procesos de integración,
lamentablemente los intereses imperiales a través de sus funcionarios locales,
utilizan esos dispositivos, para hacer fracasar la unidad buscada por siglos.
Expulsar a un Estado miembro de la OEA, de la UNASUR, del
MERCOSUR, de la CAN, es un atentado a ese gran propósito de materializar la
Patria Grande, por supuesto que detrás están los intereses ocultos de las vieja
política imperial de dividir para vencer, el viejo cipayaje ha cobrado vida y
nuevamente tenemos, incrustados en nuestros pueblos, agentes que asesoran y
definen las políticas de los gobiernos neoliberales.
No les interesa para nada una región fortalecida, les interesa
que sus oligarquías se mantengan en el poder, la democracia se ha convertido en
una lógica instrumental que no beneficia a los pueblos, salvo en los que se
practica una democracia participativa y/o directa.
Aceptando un continente con diferentes culturas, con economías
débiles frente a los grandes conglomerados mundiales, la única salida es tener
organizaciones cuyo objetivo sea la unidad, la complementariedad, ese es el
presente y futuro, para nada queremos Ministerios de Colonización, cual es el
propósito de los EE.UU y sus aliados en la OEA.
El autor es escritor e historiador potosino
y Twitter: @escuelanfp
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