Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Por: Augusto Zamora
A
principios del pasado siglo XX, las grandes potencias imperiales europeas y
Japón se enzarzaron en una febril carrera armamentista, que sus pueblos
aplaudían gozosos, pues veían en aquellos armamentos un reflejo de su grandeza
y gloria. El reparto del poder en el mundo era el motor de las contradicciones,
sumadas a los conflictos económicos y comerciales. No obstante, donde más fácil
era observar el delirio belicista-imperialista era en el desarrollo naval. En
1905, Gran Bretaña puso en quilla un modelo nuevo de buque, que recibió el
nombre de Dreadnought (Acorazado), para fortalecer su primacía marítima,
pensando que Alemania necesitaría muchos años para construir un buque similar.
Se equivocaron. En 1906, Alemania adoptaba una ley que disponía que todos los
buques de guerra debían ser del tipo Dreadnought. La respuesta inglesa se basó
en que, «por cada barco alemán, Inglaterra pondría en quilla dos, manteniendo
de este modo su actual superioridad relativa». En noviembre de 2016, Donald
Trump prometió que se construirían 350 buques de guerra para garantizar la
hegemonía marítima de EEUU. China y Rusia llevan más de una década aplicados a
la tarea de multiplicar su poder militar, dirigido a neutralizar y superar el
naval estadounidense. China tiene a punto su segundo portaaviones y Rusia, que
ha duplicado y modernizado su flota de guerra en diez años, aspira a ser el
segundo poder naval mundial en 2025.
Mientras
tanto, el proceso de militarización de Europa, promovido por EEUU, sigue
imparable y cada vez más próximo a las fronteras de Rusia y Bielorrusia. Un
proceso que se viene produciendo de forma cauta, como sistema de goteo, para no
llamar la atención. En octubre de 2016, EEUU envió a Alemania 620 contenedores
con más de 5.000 toneladas de municiones (su mayor envío en veinte años),
preparatorio del despliegue de centenares de blindados en 2017. «Podríamos
tener aquí mil tanques, pero si no tenemos munición no tendrán ningún efecto
disuasorio», dijo el teniente general Ben Hogdes, del Ejército de EEUU, para
explicar el volumen desembarcado.
En
enero de 2017 arribaron al puerto alemán de Bremerhaven 4.000 soldados y 87
tanques de la Tercera Brigada de la Cuarta División de Infantería de EEUU, con
900 vagones en armas y equipamiento, que tenían una longitud de 14 kilómetros.
Ese mes, Alemania estacionó 500 soldados en el Paso de Suwalki, Lituania,
considerado el talón de Aquiles de la OTAN en su proyección sobre los países
bálticos; despliegue simbólico, pero expresión del compromiso alemán en el
cerco de la OTAN sobre Rusia. En febrero de 2017 fue desplegada en la base de
Illesheim, Alemania, parte de la 10.ª Brigada de Aviación de Combate de Nueva
York, formada por helicópteros UH-60 Black Hawk, CH-47 Chinook y Apache, según
informara Stars and Stripes. (Stars and Stripes es un diario militar con
información actualizada sobre movimientos de tropas, ejercicios militares y
otros temas relativos a las fuerzas armadas de EEUU.)
Tanto
la Brigada Blindada como la Brigada de Aviación participaron en la operación de
la OTAN Atlantic Resolve, desarrollada entre enero y marzo de 2017, cuyo
objetivo era concentrar tropas en las fronteras de Rusia, supuestamente para
«tranquilizar a los aliados de Europa oriental» ante una supuesta amenaza rusa.
La Brigada Blindada será la primera fuerza militar de rotación que se
desplegará en Europa. Su sede estará en Polonia, en la misma base donde están
los sistemas de misiles Paladín M109, desplegados ya por EEUU. Paralelamente,
nuevas unidades serán establecidas en los países bálticos, entre ellos un
batallón de tanques M1 Abrams. Otro batallón de tanques se establecerá en
Alemania. Rumanía y Bulgaria, por su parte, recibirán un batallón de infantería
mecanizada con vehículos de combate M2 Bradley. Por último, la 10.ª Brigada de
Aviación trasladaría su sede a Alemania y parte de sus unidades aéreas serían
desplegadas en zonas secretas de Polonia, Letonia y Rumanía. A este despliegue
militar de EEUU debe agregarse el que han hecho varios países de la OTAN en los
países bálticos y Europa oriental, como los 4.000 soldados enviados al Báltico
por EEUU, Canadá, Gran Bretaña y Alemania.
Capítulo
aparte son las continuas maniobras militares en países fronterizos o próximos a
Rusia. Tal es el caso de las maniobras Anakonda-16, desarrolladas en Polonia en
junio de 2016, que movilizaron a 30.000 efectivos, 2.900 piezas de artillería,
105 aeronaves y 12 buques de guerra. Además del volumen en efectivos y medios,
destacó la participación en ellas de Suecia y Finlandia, países teóricamente
neutrales. Maniobras militares se desarrollaron en Polonia en enero de 2017.
Las maniobras navales se vienen sucediendo casi ininterrumpidamente en los
mares Báltico, Negro y de Barents. En julio de 2016 fueron las See Breeze, en
el mar Negro, con 25 buques de guerra y 1.700 efectivos de cinco países. En
febrero de 2017, la OTAN desarrolló maniobras navales con Ucrania, con la
participación de seis países, 4.500 efectivos y 16 buques de guerra. A inicios
de marzo se realizaron las maniobras navales Poseidón 2017 desde Rumanía.
Puede
uno creer, ingenuamente, que esta permanente actividad militar tiene propósitos
defensivos, pero no es así. Los países se arman y despliegan su poder militar
cuando consideran que deben ir a la guerra, aunque no lo digan públicamente. Nadie
anunció, en 1914, que se iniciaba la Primera Guerra Mundial. Sólo se inició, y
ese estallido era el resultado natural de quince años preparándose para la
guerra. Rusia espera que, en 2020, sus fuerzas armadas estén dotadas con
misiles hipersónicos capaces de alcanzar 5 mach de velocidad (un mach es igual
a 1.224 kilómetros por hora: alcanzarían París en 40 minutos). También
desarrolla el misil hipersónico intercontinental 4202, que alcanzaría entre 7 y
12 M. EEUU y China trabajan en este tipo de armas, aunque no alcanzan aún el
nivel de desarrollo de Rusia, pero es previsible lo logren hacia 2020-2025.
Señalaba
en la Introducción de mi libro sobre política y geopolítica que, en Europa,
EEUU prepara «escenarios de guerra que sólo a EEUU pueden interesar» y que los
europeos «han hecho una alianza a muerte con un país que nunca morirá por
ellos». En esos escenarios estamos, escenarios que, lamentablemente, recuerdan
demasiado la Europa de preguerra en 1914. Hace casi un año apareció el libro y
los análisis se han visto correctos. Pero la guerra no es una fatalidad. Puede
evitarse y el primer paso para lograrlo es informarse y actuar. Actuar e
informarse antes de que sea demasiado tarde.
Autor de
Política y geopolítica para rebeldes, irreverentes y escépticos
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