Las casetas del populoso mercado Mutualista en Santa Cruz comenzaron a quemarse la noche de ayer domingo, justamente al día siguiente de que los gremialistas anunciaron que no acatarán el anunciado paro de 48 horas decidido por la Gobernación y el Comité Cívico cruceños, a la cabeza de otras instituciones totalmente controladas por la derecha, como la Universidad Gabriel René Moreno. Aunque se desconocen las causas que originaron este desastre, llamó enormemente la atención que los pocos hidrantes de la zona no tenían agua, por lo que el fuego que inició en algunos puestos pudo extenderse rápidamente. Vanos fueron los esfuerzos de los comerciantes, que trataron de recuperar la mercadería que tenían en sus kioscos, arriesgando sus vidas. Con la llegada de los bomberos y colaboración de los mismos comerciantes se combatió el siniestro; luego, cuando arribó al lugar Luis Fernando Camacho, fue recibido con mucha hostilidad porque varios comerciantes abiertamente lo acusaron de estar detrás...
Marcelo Quiroga Santa Cruz
[En]
el caso mío por ejemplo, concretamente, yo no soy originario de la clase
obrera. Quizás más bien, sería más propio decir que yo vengo de un estamento de
la sociedad, de la clase media de más altos ingresos, digamos, de mayores
ingresos; de modo que vista mi situación en este momento y mi posición de
clase, sobre todo desde la burguesía, yo soy un traidor a los intereses de
aquél sector de la sociedad del que yo provengo.
Pero
en la historia siempre los traidores son también conversos, son las dos caras
de una medalla. Lo que se ha convertido a la buena causa es, para los del otro
lado del mostrador, para hablar en términos comerciales, un traidor. Bien,
entonces esta es la diferencia entre origen de clase, situación de clase y
posición de clase.
Ahora,
no sé si trataron la diferenciación entre la clase en sí y la clase para sí,
eso trataron. Algún compañero que estuvo acá que nos pueda explicar esto por
favor en el fondo quién de ustedes que estuvo el sábado anterior estaría en
condiciones de explicar la diferencia entre clase en sí y clase para sí.
[…]
Un trabajador obrero por ejemplo, un trabajador fabril que trabaja acá en
Soligno o en Said, forma parte de la clase obrera, del proletariado, esa es la
condición de ese trabajador como una clase en sí; es decir, en sí mismo ese es
un obrero, no es otra cosa que un obrero. Pero la diferencia entre esa
condición en sí misma proletaria y la condición para sí, está en que él tiene
que tomar conciencia de que es un obrero explotado. Mientras él no tome
conciencia de que es un asalariado, que es víctima de un sistema que lo
explota, él no es un proletario para sí, no toma conciencia, es inconsciente de
su propia condición de explotado.
Entonces
para pasar de la clase en sí a la clase para sí, tiene que tomarse conciencia
de la condición de clase. Y eso quiere decir no solamente que alguien le
explique de una manera sencilla que es explotado, sino que comprenda los
mecanismos de la explotación y tome conciencia clara de ser víctima de ese
sistema de explotación, y a partir de entonces su lucha, a nivel sindical,
ideológico y político, se desarrolle con ese objetivo central: destruir el
poder de la clase dominante que le hace víctima de explotación. Esto es muy importante,
porque generalmente los partidos políticos oriundos de la pequeña burguesía, o
cuyos dirigentes son originarios de ese segmento de la sociedad, actúan frente
a un trabajador, frente a un obrero, como si todo obrero fuera un
revolucionario. Y ese es un error muy grande, porque no todo obrero es un
revolucionario, porque no todo obrero forma parte de una clase para sí, sino solamente
de una clase en sí; no han tomado conciencia de su condición de explotados. Y
no han pasado todavía mucho menos, de la toma de conciencia de su condición explotada,
a la toma de conciencia de la guía, del camino político a seguir para liquidar
el sistema de explotación de que es víctima. Esa es la diferencia que hay entre
la conciencia social y la conciencia política, que son cosas completamente
distintas.
Bien,
ahora volvamos otra vez a la lucha de clases de que estábamos hablando. Esto de
la lucha de clases es un concepto central, sin una comprensión profunda de la
lucha de clases no es posible entender una situación política determinada. En
el análisis de cualquier coyuntura política, es indispensable enfocarla a
partir de esta concepción: una sociedad siempre, nunca perder de vista esto de
otro modo no se entiende una coyuntura política o uno se equivoca en el
análisis y en las conclusiones, una sociedad está escindida en clases con
intereses irreconciliables, antagónicos, por lo tanto, la lucha de clases es
una constante. No quiere decir la lucha de clases, que los trabajadores sean
impulsados por los dirigentes políticos de izquierda o sus direcciones sindicales
a luchar contra la burguesía, sino que aunque no luchen los trabajadores contra
la burguesía, la lucha de clases se da permanentemente.
Cómo
se da. Hay que entender la lucha de clases como una relación conflictiva y
violenta entre la clase dominante y la clase dominada. No es que el trabajador
busque la vía del enfrentamiento, sino que la condición de explotado lo torna
un explotado en términos económicos, que, para continuar siendo eso, un
explotado en lo económico, tiene que estar sometido a un orden político
dominante, político y social.
Entonces,
cuando nosotros hablamos de lucha de clases, hablamos de una lucha que nunca
cesa […] sino con la liquidación del poder de la clase dominante. Es verdad que
esa lucha alcanza por momentos niveles superiores y hay circunstancias,
coyunturas, periodos en el desarrollo de la lucha de la clase obrera en que esa
lucha se hace menos enconada, menos manifiesta, pero la lucha es permanente.
Cuando por ejemplo, un dirigente sindical en defensa de los sindicalizados,
lleva a sus compañeros de trabajo a un enfrentamiento con el propietario de una
fábrica […] es una de las formas de la lucha de clases; alcanza niveles a veces
excepcionales la lucha de clases y se manifiesta ya en un plano directamente
político, es cuando la lucha ya no se da por mejoras salariales por ejemplo,
sino cuando el objetivo es el poder mismo.
Ahora,
aun en los estados socialistas y transcurrido mucho tiempo después de
socializada la economía, en lo fundamental, continúa la lucha de clases. Esto
parecería contradictorio, si los trabajadores capturan el poder y con el poder
en sus manos liquidan el régimen depropiedad privada sobre los medios de producción
[...] continúa a nivel ideológico porque aquellos burgueses que han sido
despojados de los medios de producción naturalmente ya no tienen mano de obra
asalariada, que ellos pagan para enriquecerse, pero siguen pensando y actuando
como burgueses, en el plano ideológico siguen actuando como burgueses y por eso
la lucha de clases continúa, y por eso es que los Estados socialistas, a veces
a lo largo de décadas, tienen que ser sumamente vigilantes para impedir que ese
remanente ideológico que hay en las clases dominantes a las que se les despojó de
los medios de producción, reproduzcan una situación política conflictiva y
determinen un retroceso en lo que ya se había avanzado. Así es como hay que
entender la lucha de clases.
Formación de cuadros del PS-1
(sábados) acerca de la lucha de clases, La Paz, 1979
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